Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (Foro FSN)

Consultas

Reducir las desigualdades para la seguridad alimentaria y la nutrición - Consulta del GANESAN sobre el alcance del informe

Durante su 46ª sesión plenaria (del 14 al 18 de octubre de 2019), el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) aprobó su Programa de Trabajo cuatrienal (PTPA 2020- 2023), que incluye una petición a su Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición (GANESAN), en inglés: High Level Panel of Experts (HLPE) para que elabore un informe sobre “Reducir las desigualdades para la seguridad alimentaria y la nutrición”, que se presentará en la 51ª sesión plenaria del CSA en octubre de 2023.

El informe, que ofrecerá recomendaciones a la línea de trabajo del CSA sobre las desigualdades: 

  • Analizará los datos cuantitativos y cualitativos relacionados con la forma en que las desigualdades en el acceso a los activos (en particular la tierra, otros recursos naturales y la financiación) y los ingresos en el marco de los sistemas agroalimentarios menoscaban las oportunidades de muchos agentes de superar la inseguridad alimentaria y la malnutrición. A este respecto, resultarán útiles los datos pertinentes sobre la dotación de recursos en las comunidades rurales, junto con las conclusiones de los últimos informes de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI). Dado que la atención se centra en los sistemas agroalimentarios y la función clave que en ellos tienen los agricultores familiares, se examinarán las relaciones y complementariedades con el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar, incluso como referencia a las cuestiones relativas al trabajo decente en el sector agroalimentario.
  • Analizará los factores que generan las desigualdades y se ofrecerán recomendaciones sobre los puntos de partida para abordarlos.
  • Determinará las esferas en las que se debe seguir investigando y recopilando datos, también en vista de las oportunidades que brinda el esfuerzo conjunto que están llevando a cabo el Banco Mundial, la FAO y el FIDA en el marco de la iniciativa 50 x2030.

La línea de trabajo temática propuesta sobre las desigualdades contribuirá a la visión y el objetivo general del CSA de abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria con un enfoque centrado en las personas más afectadas por el hambre y la malnutrición. La atención se centrará en las desigualdades dentro de los sistemas agroalimentarios. La línea de trabajo proporcionará un análisis, basado en este informe del GANESAN, de los factores que determinan las desigualdades socioeconómicas entre los agentes de los sistemas agroalimentarios que influyen en los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición. Las desigualdades de género y la necesidad de crear oportunidades para los jóvenes servirán de fundamento para el análisis.

Tenga en cuenta que en paralelo a esta consulta de alcance, el GANESAN ha abierto una convocatoria para expertos interesados en participar en el equipo del proyecto para la preparación de este informe. La convocatoria está abierta hasta el 19 de abril. Más información aquí.



Según la segunda nota del GANESAN sobre cuestiones nuevas y decisivas (2017), el aumento de los riesgos para la seguridad alimentaria y la nutrición puede estar relacionado con altos niveles de concentración de ingresos y concentración de empresas en el comercio, la transformación y la distribución de alimentos, así como con una distribución desigual de los activos agrícolas y el acceso a los recursos naturales (PTPA del CSA 2020-2023). Además, la desigualdad en la dotación de activos agrícolas y el acceso a los recursos naturales (como la tierra), junto con la desigualdad de ingresos, afectan gravemente a la situación de la seguridad alimentaria y la nutrición El acceso desigual a la alimentación y a una nutrición adecuada agrava aún más las desigualdades por la pérdida de oportunidades en materia de sanidad, educación y empleo. Las disparidades prolongadas entre los grupos vulnerables y otros grupos sociales —reflejo de desigualdades existentes entre los países y dentro de ellos— pueden ralentizar el crecimiento y dar lugar a inestabilidad política y conflictos y flujos migratorios, con las correspondientes consecuencias negativas para la seguridad alimentaria y la nutrición (GANESAN, 2017) Las profundas desigualdades en el acceso a los servicios básicos y a los bienes, pero también en materia de seguridad alimentaria y nutrición, afectan a las perspectivas de los hogares para superar la pobreza y, en última instancia, perpetúan la inseguridad alimentaria y la malnutrición (Ibidem). Una de las tendencias más marcadas de los últimos años ha sido la creciente concentración en la producción, las industrias y los servicios relacionados con la alimentación, que ha afectado a las relaciones de poder entre los diferentes actores de los sistemas alimentarios y ha acentuado las desigualdades (GANESAN, 2020).

El GANESAN (2017, 2020) ha subrayado la importancia de abordar la seguridad alimentaria y la nutrición a través de un enfoque de sistemas alimentarios, destacando los vínculos entre las cadenas de suministro, los entornos alimentarios, el comportamiento de los consumidores y los sistemas de recursos, económicos, sociales e institucionales que se vinculan a la alimentación. Las desigualdades que afectan a los factores que impulsan los sistemas alimentarios pueden transmitirse a todos los componentes de éstos y, en última instancia, afectar a los resultados de la seguridad alimentaria y la nutrición. Además, el Grupo de expertos de alto nivel (2021) destacó la importancia de utilizar una perspectiva de interseccionalidad[1]  a la hora de analizar y abordar las desigualdades: las diferentes dimensiones de las desigualdades, basadas en las características de los individuos, los hogares, las comunidades y los países, se entrecruzan y se refuerzan mutuamente. Para reducir las desigualdades es necesario abordar las diferentes dimensiones de la desigualdad de forma holística y simultánea, siendo conscientes de las complejas dinámicas de poder que generan y mantienen las desigualdades.

La COVID-19 ha acentuado aún más las desigualdades existentes, ya que el grueso del impacto económico, social y sanitario lo están soportando las personas, comunidades y países más vulnerables. El impacto estimado de la pandemia es un aumento del índice de Gini medio para los países emergentes y en desarrollo en un 6 por ciento (https://sdgs.un.org/es/goals/goal10). Los derechos humanos están en el centro de la Agenda 2030, que con el lema “Que nadie se quede atrás”, reconoce las graves consecuencias de las desigualdades en la consecución del desarrollo sostenible. La Agenda 2030 tiene dos objetivos que se refieren de forma específica a las desigualdades (ODS 5 y ODS 10), además de incluir la reducción de las desigualdades en una serie de metas e indicadores (https://sdgs.un.org/es). Para reducir las desigualdades, es fundamental garantizar marcos jurídicos y sistemas de gobernanza integrales capaces de respaldar los derechos humanos, incluido el derecho a la alimentación.

El informe se enfocará tanto en (a) las desigualdades que se originan dentro de los sistemas alimentarios y que tienen que ver con la nutrición, como en (b) las desigualdades en el entorno político, social, cultural y económico alrededor de los sistemas alimentarios, que tienen que ver con los resultados desiguales en materia de SAN. 

El informe documentará la escala, los aspectos multidimensionales, dinámicos, intergeneracionales e interseccionales de la desigualdad en relación con la seguridad alimentaria y la nutrición, cómo los individuos se ven afectados en función de sus características (edad, género, ubicación, grupo social-clase, etnia, raza, estatus de migrante frente a nativo), dentro de los hogares y comunidades, a nivel local y nacional, y entre países. Las desigualdades suelen depender de las prioridades y elecciones de las inversiones privadas y públicas, o del estatus legal, y de forma más general, del equilibrio político entre las zonas urbanas y rurales o las diferentes regiones, sobre todo si existen diferencias religiosas y/o étnicas dentro de un país. Hay que prestar especial atención a las zonas de conflicto y a los Estados frágiles. El informe también abordará el poder del mercado en los diferentes niveles de los sistemas alimentarios, generando desigualdades a lo largo de las cadenas de suministro, desde la producción hasta la elaboración, el transporte, la distribución y el comercio de alimentos. 

La respuesta a esta desigualdad multidimensional y de múltiples actores exige un enfoque holístico e integrado para un desarrollo justo y equitativo (GANESAN, 2021). Ampliar la definición de seguridad alimentaria, como propone el GANESAN (2020), proporciona un marco para comprender el nexo entre las desigualdades y la sostenibilidad social, económica y medioambiental en los sistemas alimentarios. El informe explorará cómo se pueden aliviar las desigualdades que se originan en los sistemas alimentarios, aprendiendo de las buenas prácticas en las políticas, marcos legales, enfoques e intervenciones existentes. El apoyo a las prácticas agroecológicas, la agricultura a pequeña escala, las iniciativas de mercado territoriales/locales, así como los métodos educativos alternativos –incluido el uso de herramientas y plataformas digitales accesibles para todos–, figuran entre las opciones identificadas como vías de desarrollo prometedoras para transformar los sistemas alimentarios y promover la seguridad alimentaria y la nutrición para todos  (GANESAN, 2020 y 2021). 

Estos avances deben ponerse en contexto, teniendo en cuenta la concentración del poder del mercado en los sistemas alimentarios mundiales. El informe desarrollará el concepto de “arbitrio” como lente para abordar la cuestión de las barreras estructurales para obtener recursos económicos y de las desigualdades en materia de seguridad alimentaria y nutrición, y definirá el derecho a la alimentación como un derecho legal hacia la igualdad a través de la defensa de todos los derechos humanos pertinentes, elevando los niveles de vida y eliminando la desigualdad intergeneracional para todos.  

Preguntas para orientar la consulta electrónica sobre el alcance del informe

Con esta consulta electrónica, el Comité directivo del Grupo de expertos de alto nivel desea conocer su opinión. En particular, se le invita a:

1. Compartir sus comentarios y sugerencias sobre los objetivos y el contenido de este informe: 

  1. Definir la desigualdad en el contexto de los sistemas alimentarios y para la seguridad alimentaria y la nutrición;
  1. Qué significa “desigualdad” desde la perspectiva de la seguridad alimentaria y la nutrición; 
  2. Tendencias dentro de los países y entre ellos (recopilación de datos, herramientas de medición);
  3. Vínculos entre las desigualdades en materia de salud y nutrición y la productividad laboral, el nivel educativo, el crecimiento económico y el bienestar humano; 
  4. Compromisos para reducir la desigualdad (ODS), esfuerzos para mejorar la medición;
  5. Relación entre desigualdad y falta de equidad. 
  1. Identificar los motivos de la asimetría de poder que causan y perpetúan la desigualdad 
  1. Concentración del capital económico, social y político en los sistemas alimentarios;
  2. Barreras estructurales a la igualdad para poblaciones históricamente desfavorecidas y pobres (mujeres, personas de color, pobres rurales y urbanos, comunidades indígenas, campesinos, migrantes, refugiados, etc.).
  1. Caminos hacia la igualdad
  1. Enfoque basado en los derechos humanos: la “igualdad” como principio de los derechos humanos, relevancia para el derecho a la alimentación;
  2. Buena gobernanza para reequilibrar el poder y la influencia;
  3. Intervenciones jurídicas y normativas para regular la influencia de los actores corporativos (y aquellos con poder concentrado), y eliminar las barreras estructurales y aumentar el capital (para aquellos con recursos disminuidos).   

2. Compartir buenas prácticas y experiencias exitosas en materia de políticas, legislación, intervenciones e iniciativas que han tenido éxito en:

  1. Reducir la brecha de la desigualdad y su impacto potencial en los resultados de la seguridad alimentaria y la nutrición;
  2. Asegurar el marco jurídico efectivo para garantizar la igualdad de derechos en el acceso a la tierra y otros recursos productivos, servicios básicos y el derecho a la alimentación para reducir las desigualdades;
  3. Mejorar el papel de los sistemas alimentarios en la reducción de las desigualdades (a través de la generación de ingresos y medios de subsistencia , contribuyendo al mismo tiempo a una alimentación y a un medio ambiente saludables, entre otros factores)
  4. Empoderar el papel de las organizaciones de pequeños agricultores, productores y trabajadores para que los sistemas alimentarios sean más equitativos y accesibles;
  5. Abordar las deficiencias de capacidad en la generación y el uso de datos y otras nuevas tecnologías en los procesos de elaboración de políticas, el seguimiento y la presentación de informes sobre las desigualdades para la SAN.

3. Compartir las referencias más recientes que deben ser consideradas en este informe.

4. Proporcionar comentarios sobre las siguientes preguntas, para orientar el desarrollo del informe:

  1. ¿Cómo afectan los factores que impulsan a los sistemas alimentarios a las desigualdades? Y de manera específica, ¿cuáles son los diferentes impactos de las tendencias en:
  1. los activos, tierras, otros recursos naturales y finanzas
  2. la infraestructura y la tecnología, incluidas las TIC
  3. la estructura del mercado en el suministro de insumos, la logística, la elaboración, el transporte y la distribución de alimentos
  4. el acceso a la información y los datos
  5. las tendencias demográficas, incluidas la migración y la urbanización
  6. factores socioculturales en torno al género, etnia, religión, casta, raza, lengua y su interrelación
  7. factores políticos y económicos (presencia/ausencia de un marco jurídico que garantice la igualdad de derechos a los recursos y servicios clave y la expresión del arbitrio). 
  1. ¿Cómo pueden influir las desigualdades sociales en los resultados de la SAN? 
  2. ¿Cómo puede la reducción de las desigualdades en los factores que impulsan a los sistemas alimentarios fomentar una transformación económica y social sostenible y mejorar la SAN? ¿Qué vías diferentes deberían considerarse? ¿Qué políticas y prácticas han demostrado funcionar para reducir las desigualdades en los resultados de la SAN? ¿Existen sistemas de medios de subsistencia que tengan más éxito a la hora de reducir las desigualdades y potenciar el empoderamiento? 
  3. ¿Cómo puede contribuir la reducción de las desigualdades mediante sistemas alimentarios sostenibles y una mejor SAN a la prevención de conflictos y a la consolidación de la paz?
  4. ¿Cómo pueden contribuir a la justicia social y a una mejor SAN los enfoques de integración de la perspectiva de género y de la juventud, así como la adopción de una perspectiva interseccional de las desigualdades, teniendo en cuenta las múltiples identidades en el análisis (incluyendo el género y la juventud) en los sistemas alimentarios?
  5. ¿Cuáles son las principales lagunas de conocimientos y datos que impiden comprender cómo las desigualdades determinan los resultados de la SAN? ¿Qué podría mejorarse en la recopilación de datos y en las herramientas de análisis de las desigualdades en la SAN?
  6. ¿Cómo puede contribuir el fortalecimiento de la gobernanza de los sistemas alimentarios a la reducción de las desigualdades en los resultados de la SAN? 
  7. ¿Qué marcos jurídicos pueden garantizar la igualdad de derechos a la tierra y a los servicios básicos, pero también el derecho a la alimentación, y contribuyen de alguna forma a reducir las desigualdades? 
  8. ¿Cuál es el papel de la economía política para reducir las desigualdades en los sistemas alimentarios y en la reducción de otras desigualdades que tienen impacto en los resultados de la SAN?

Esperamos que la consulta sea rica y fructífera.

Évariste Nicolétis, Coordinador del GANESAN

Paola Termine, Consultora de proyecto para el GANESAN


[1] La interseccionalidad suele referirse a las múltiples identidades que se entrecruzan en una persona, como el género, clase, casta, raza, ocupación, etnia, etc.

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From: Wenche Barth Eide, University of Oslo/Department of Nutrition; former member of HLPE Project Team for HLPE 4 on Social Protection for Food Security (2012).



I am pleased to submit a few comments to the scoping proposal, even if late.  My comments are restricted to issues relating to human rights, which as usual receive somewhat limited feedback, although there are indeed some interesting commentaries regarding this among the responses to this proposal.  

Mine relate to the elements of a human rights-based approach to analysing and mitigating inequalities in the agriculture and food systems and how this should be introduced in the report, in view of its assumed importance to mitigate inequalities. This remains open in the document, which limits itself to three concerns re. human rights:

  1. A general statement in the body of the document: “To reduce inequalities, it is fundamental to ensure comprehensive legal frameworks and governance systems able to uphold human rights, including the right to food.”
  2. A demand for feedback in ‘1.c. Paths towards equality: i. Human Rights Based approach - “equality” as a human right principle, relevance to the right to food’; and 
  3. (also for feedback) ‘4.h. Which legal framework can guarantee equal rights to land, basic services, but also the right to food, and do they contribute to reducing inequalities?’ 

At the end I have some suggestions in connection with the food security concept and the normative content on the right to adequate food. 

On 1, it is satisfying to see such an explicit prior recognition of the necessity for the report to deal with legal frameworks as part of governance if one wants to assist in people’s realization of their rights towards reducing inequality, here first of all relevant economic, social, and cultural rights (ESCR) including the right to adequate food. Having said this, I have a concern with the wording used to reflect the purpose of it all – to uphold human rights. Very many vulnerable individuals and population groups will certainly have been far from ever enjoying their basic rights - all the way from birth, so there is very often little to ‘uphold’ (the way I understand this term) but rather much to realize in the first place - “leaving no on behind”.   It follows that the full spectre of what is meant with a human rights based approach must be briefly reflected and documented in the report; if necessary, expanded in an annex as a bit of “adult education” (to combat the widespread human rights illiteracy often observed in international debates, see HLPE 4, Annex (in e-version). 

There is a direct line to point 2 here, where “equality” as pertaining to a human rights-based approach is singled out (deriving from the title of report) and the question asked about its relevance to the right to food. In the body of terms and interpretations that has been built up around the right to adequate food (but equally relevant to other economic, social, and cultural rights (ESCR)), equality is one of several principles or “values” identified as essential in orienting policies and actions towards human rights.  Equality is however normally linked to another of these principles – that of non-discrimination and the two are usually being mentioned together [1]. These and the six other process values that have been proposed for analytical, advocacy and policy work on the right to adequate food, combine to form the acronym PANTHER - coined by FAO in the first decade of the millennium and familiar to many: Participation, Accountability, Non-discrimination (and equality), Transparency, Human dignity, Empowerment and Respect or the Rule of Law [2].  

Two other sets of concepts and their interpretations add to the full definition of a rights-based approach: on the one hand the normative basis of the right to adequate food and related rights, and on the other, the framework for interpreting and formulating state obligations, to be practiced  on a select basis depending on the given right and issues in question. Both sets are expressed in the interpretation hitherto recognized as the most authoritative of the right to adequate food: General Comment no. 12 on the Right to adequate food from the Committee on Economic, Social and Cultural Rights in 1999. On obligations, the now popular ‘mantra’ of respect, protect and fulfil actions towards human rights will be known to many, with fulfil alternatively accommodating to facilitate and/or directly to provide food - or assets for food, depending on the situation. 

Regarding point 3 - which legal framework to guarantee equal rights to land, basic services, and to food, and how do they contribute to reducing inequalities (if at all)? 

First an observation on the relatively sloppy linguistics contained in “to guarantee” – surprisingly found in many legal texts, even if in the context of ESCR many rights can never be guaranteed. Legal approaches can, for example, guarantee certain means of social protection, but not necessarily guarantee that this will reduce inequality in general - although applying legal instruments can make it more likely that a certain right can be achieved. The report should be careful with this language and not repeat the over-optimism implied in the term guarantee. 

In practice, concrete field experiences are needed to provide examples of legal frameworks tried out in various contexts and situations; it is hoped that the report can bring many examples of successes or the contrary, from real life situations to learn from. At the theoretical and guidance level, FAO’s Development Law Service issues a series of “Legal papers” several of which focusing on many of the issue areas important for inequalities in the agriculture/food sector, see https://www.fao.org/legal-services/publications/legal-papers/en/

Associated with the latter, reference must also be made to the large volume of educational and practical publications developed be FAOs Right to Food Unit (from shortly after the publication of the Voluntary Guidelines on the Right to Adequate Food and onwards for several years). This has often surprisingly been overlooked/not referred to by HLPE reports, including the 2020 one. The Right to Food Methodological Toolbox in particular contains a wealth of material regarding all aspects of respecting/protecting/fulfilling and promoting the right to adequate food, further operationalized in handbooks and other material [3]. The report should find a way to expose this material as a must for anyone interested in operationalising human rights, besides surely another wealth of material increasingly available from civil society and field experiences. 

Food security and the right to food

The important 2020 HLPE report with its narrative towards 2030, has done much to revitalize the discussion on food security, also committing explicitly to human rights. The addition of agency and sustainability to the four food security components is logical and timely and has been welcomed by many (including this author) but met with scepticism by others who are happy to leave the definition as it was. The one weakness both of the four-pillar model and the now ,expanded six-pillar model as proposed, is that neither include ‘adequacy’ which is basic to the right to food as expressed in international law. The new report may perhaps bring this up, since the parameters of adequacy of the (nutritionally, safety-wise and) are pertinent to inequalities in dietary patterns and consumption. 

As regards the official normative basis of the right to food, adequacy is central, as is sustainability related to availability – both elaborated in GC12, besides accessibility: economic, physical and (added later) social. Since the human rights values or principles of conduct of duties and obligations were factored into the right to food concept some years later than GC12, participation represented part of the agency concept, but then in terms of peoples’ participation only. Thus, the right to food could well be further elaborated to encompass agency in terms of states’ and their institutions’ capacities and resources etc., for embarking on integral human rights-based approaches. 



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[1] As also underscored by the response from EU to this consultation “as being rooted in the EU’s commitments to promote and protect human rights as the principles of non-discrimination and equality are complementing principles of international human rights law”.

[2] Originally selected from “The Human Rights Based Approach to Development Cooperation. Towards a Common Understanding Among UN Agencies, September 2003, UNSDG Working Group on Human Rights.

[3] See: www.fao.org/righttofood

I would like to submit some comments from our side, as compiled by contributions made from colleagues, on the initial scope and building blocks for the planned HLPE Report.

In general we need to stress that:

  • This initiative is very much welcomed - and strongly aligned with the European Commission's prioritization of this agenda (along with a rights based approach) as evidenced by the publication last year of 3 volumes of Guidance on Addressing Inequality in Partner Countries as a follow up to the Staff Working Document and Council Conclusion on the same. These documents provide the basis for much of the response articulated in the attached.
  • There is some missing clarity about the real scope of the report: While the current title is reducing inequalities for food security and nutrition, it is explicitly stated that the intended focus is in fact on ‘inequalities within agri-food systems’. Hence, the report should either be on ‘Reducing inequalities for food security and nutrition’ or on ‘Reducing inequalities within agri-food systems to contribute to food security and nutrition’. If the latter, then it must be explicitly acknowledged that while contributing to food security and nutrition outcomes, the transformation of food systems alone cannot bring about the end of food insecurity and malnutrition. If the focus is on addressing inequalities for food security and nutrition, then equality needs to be more comprehensively analysed with policy domains such as labour, housing and education recognised as key for FSN outcomes.
  • There are some concerns that the intersection of gender inequalities may not adequately integrated into the current thinking.
  • We need to better address the climate change - inequalities nexus.

We feel that these are quite pertinent comments and will contribute to the the scope and building blocks of the report.

Kind regards

Yannis

Hello, kindly find attached the inputs collected from food security, nutrition, gender, and livelihoods staff at World Vision International. Our comments focus mainly on identifying root causes of inequality and addressing these imbalances through meaningful shifts in power distribution. In order to contribute to the CFS vision and the overall objective of addressing the root causes of food insecurity, we must go deeper than simply talking about drivers.

E-Consultation on inequality in FSN

i. Inequality from food security and nutrition perspective means disparity in access to resources, opportunities and outcomes in agri-food system relative to socio-economic characteristics of an individual, community, nation or region.

ii. Trends within and between countries (data collection, measurement tools); World Inequality Report, 2022, World Inequality Database (WID)

iii. Links between health and nutrition inequalities and labour productivity, educational attainment, economic growth and human wellbeing;

Inequalities in health and nutrition impact negatively on the vulnerable individuals, communities, nations and regions consequently on labour productivity in agriculture and other sectors. Educational attainment is a common denominator that can significantly affect health and nutrition security, enhance productivity, economic growth and wellbeing at individual and all levels to facilitate equal and equitable access to resources and outcomes.

iv. Commitments to reduce inequality (SDGs)- UN systems , EU, AU Organizations- FARA, AFAAS

Efforts to improve measurement-Professional bodies, including those I belong:

a. Agricultural Extension Society of Nigeria (AESON), 

b. National Rural Sociological Association (NRSA)

c.Organization of Women in Science for Developing World (OWSD); 

d. Nigerian Forum for Agriculture and Advisory Services (NIFAAS)

e. AFAAS and GFRAS.

f. Agriculture, Nutrition and Health (ANH) Academy

v. Relationship between inequality and inequity-

Inequity refers to unfairness which could arise from poor governance, corruption or cultural exclusion while inequality simply refers to the uneven distribution of resources and assets based on socio-cultural and economic variables age, gender. Inequality breeds inequity which perpetrates inequality.

2. Share good practices and successful experiences on policy, legislation, interventions and initiatives that have proven successful at: 

a. reducing inequality gap and its potential impact on food security and nutrition outcomes- Some interventions in Agriculture in Nigeria e.g Fadama Programme, IFAD assited RTEP, Community-Based Natural Resourses Management Programme in Nigeria.

3. Share the most recent references that should be considered in this report.

https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm

https://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.GINI

This contribution to this consultation will focus on reducing inequality, food security and nutrition in the context of fragility. We define inequality as the furthest behind in the food systems as people living in IPC 3- to IPC 5. We suggest Integrating data sources to categorise further and quantify the levels of inequality experienced by people with severe food insecurity. We link nutritional indicators as a modality to categorise the levels of food insecurity at an individual level. This modality helps us identify the who, where and what of interventions. We suggest that integrating a human rights-based narrative to nutritional indicators might help us develop a right-based care modality that prioritises the furthest behind people in our world.

This paper seeks not to be aspirational and so is cognisant of the field restrictions that have come to define how we work across the Humanitarian Development Peace nexus. This attached paper focuses on just two of the questions posed in this consultation.

1 What does ‘inequality’ mean through a food security and nutrition perspective?

2 Human Rights Based approach - “equality” as a human right principle, relevance to the right to food;

Kind Regards,

Pat Mc Mahon

Mothers First