El 9 de septiembre de 2020, el Gobierno brasileño eliminó los aranceles sobre las importaciones de arroz hasta el 31 de diciembre de este año. Esta suspensión temporal se limita a un contingente de 400 000 toneladas de arroz cáscara y arroz blanqueado (o semiblanqueado). En general, las importaciones de arroz procedentes de fuera de la zona del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) están sujetas a un derecho de importación del 12 por ciento sobre el arroz elaborado y del 10 por ciento sobre el arroz cáscara. La medida tiene por objeto aumentar las disponibilidades internas y contener los altos precios del arroz, resultantes del incremento de las compras en medio de la pandemia de COVID‑19 y los reducidos suministros internos. La recolección de la cosecha de arroz cáscara de 2020 terminó recientemente y la producción se estima oficialmente en 11,2 millones de toneladas -que, aunque es casi un 7 por ciento superior a la del año pasado-, sigue siendo inferior a la media de los últimos cinco años, debido a la menor superficie plantada. La siembra de arroz ha ido disminuyendo constantemente en los últimos 30 años debido a que los agricultores se han pasado a cultivos de maíz y soja más remunerativos, con las siembras registrando su nivel más bajo en 2020.