Los precios del grano de maíz blanco subieron fuertemente en los tres meses previos a abril de 2024, alcanzando máximos históricos, al reaccionar los mercados al efecto de la grave sequía sobre los cultivos. Los últimos pronósticos sobre la producción apuntan a un descenso del 20 % en la cosecha de maíz blanco de 2024 en comparación con la media quinquenal. Las condiciones meteorológicas fueron algo más favorables en las zonas de producción de maíz amarillo, por lo que los precios de este cereal –utilizado principalmente como pienso–, han subido de manera menos pronunciada. Un repunte de la demanda de exportación del cereal sudafricano –ya que las condiciones de sequía también están mermando las perspectivas de las cosechas en los países vecinos y provocando un aumento de las necesidades de importación–, podría añadir más presión alcista a los precios del maíz blanco.