Día Internacional de los Bosques

¿Cómo contribuyen los bosques a satisfacer nuestras necesidades de agua?

1. Las cuencas hidrográficas y humedales forestales suministran una proporción significativa del agua dulce accesible en el mundo para satisfacer las necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas

Los bosques constituyen un componente clave de la gestión de las cuencas hidrográficas, enfoque integrado del uso de los recursos naturales en una determinada área geográfica drenada por un curso de agua. Mediante el mantenimiento y la provisión de agua dulce de gran calidad, las zonas de las cuencas hidrográficas desempeñan un papel fundamental en la ecología de la Tierra y contribuyen de manera significativa a la riqueza y el bienestar de las sociedades humanas.

2. Aproximadamente un tercio de las mayores ciudades del mundo obtienen parte importante de su agua potable directamente de zonas forestales protegidas

Las poblaciones de grandes ciudades como Bombay, Bogotá y Nueva York dependen de los bosques para su suministro hídrico. Este porcentaje se elevará a medida que los núcleos urbanos crezcan en tamaño y población.

3. Casi el 80 % de la población mundial (8 de cada 10 personas) se encuentra expuesta a amenazas considerables en cuanto a la seguridad del abastecimiento de agua

Los bosques minimizan la erosión local del suelo, reducen los sedimentos en las masas de agua (humedales, estanques, lagos, arroyos y ríos) y detienen o filtran los contaminantes del agua en la hojarasca.

4. Los bosques actúan como filtros naturales del agua

Los bosques minimizan la erosión local del suelo, reducen los sedimentos en las masas de agua (humedales, estanques, lagos, arroyos y ríos) y detienen o filtran los contaminantes del agua en la hojarasca.

5. El cambio climático está alterando el papel de los bosques en la regulación de los flujos de agua, e influye en la disponibilidad de recursos hídricos

Los bosques se hallan a la vanguardia en la reducción de los efectos del cambio climático. Por lo que respecta al agua, uno de los beneficios que producen es el efecto de enfriamiento sobre el medio ambiente gracias a la evapotranspiración y a la sombra que proporcionan. Las repercusiones del cambio climático pueden manifestarse asimismo en un aumento de las catástrofes naturales, como inundaciones, sequías y corrimientos de tierras, todas las cuales pueden verse afectadas por la cubierta forestal. Además, una deforestación en gran escala puede influir en los regímenes de lluvias.

6. Una mejor gestión de los recursos hídricos puede representar importantes beneficios económicos

En 2030 se prevé que el mundo afrontará un déficit hídrico mundial del 40 % si la situación climática existente hasta ahora no experimenta ningún cambio. No obstante, cada dólar invertido en la protección de las cuencas hidrográficas puede ahorrar entre 7,5 USD y casi 200 USD en costes de una nueva instalación de tratamiento y filtrado de agua. En los países en desarrollo, una inversión de entre 15 000 y 30 000 millones de USD en la mejora de la gestión de los recursos hídricos podría generar unos rendimientos anuales directos en torno a 60 000 millones de USD.

7. Los bosques desempeñan un papel crucial en la creación y el fortalecimiento de la resiliencia

Los bosques gestionados de forma sostenible contribuyen en medida significativa a reducir la erosión del suelo y el riesgo de desprendimiento de tierras y avalanchas, catástrofes naturales que pueden alterar las fuentes y el suministro de agua dulce. Los bosques protegen y rehabilitan las zonas de tierras altas proclives a la degradación y la erosión del suelo.

Asimismo los bosques reducen los efectos de las inundaciones pequeñas, frecuentes o locales, además de evitar o reducir la salinidad de las tierras secas y la desertificación. La eliminación total o parcial de la cubierta forestal acelera la descarga de agua, incrementando así el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias y de sequía en la temporada seca. No obstante, los servicios proporcionados por los ecosistemas en todo el mundo, especialmente los humedales, están en declive. Entre 1997 y 2011, se perdieron servicios ecosistémicos por valor de entre 4,3 y 20,2 billones de USD anuales debido al cambio de uso de la tierra.