Haiqing Liu

“Los productores de mijo no solo cultivan mijo, sino que también preservan la cultura del mijo. Por eso es importante que nosotros, los agricultores, aprendamos lo más posible sobre su historia”.
03/06/2023

China

Al cavar en el suelo de Xinglongwa, a unos 600 km al nordeste de Beijing, puede encontrarse mucha historia. En la actualidad es una ciudad ajetreada, pero su fama proviene de los asentamientos prehistóricos que se descubrieron allí en la década de 1980, como la aldea más antigua, que data de alrededor del año 6 200 a. C. 

Entre los muchos tesoros que el sitio arqueológico ha revelado a lo largo de los años, hay un descubrimiento que ha ampliado nuestra comprensión de los primeros habitantes del Neolítico y situó la región de Xinglongwa en el mapa como la cuna del cultivo en China: unos diminutos gránulos carbonatados de mijo de 8 000 años de antigüedad. 

Gracias al descubrimiento del sorgo y el mijo de cola de zorra en 2003, el sitio se ganó un lugar entre los Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial. 

Haiqing Liu era solo un niño de ocho años cuando se encontró el mijo, y vivía en un pequeño pueblo a las afueras de Xinglongwa. Hoy, con 28 años, es el custodio del sitio del patrimonio agrícola y el impulsor de una reciente reactivación de la producción de mijo local en esta parte de China, conocida como Región Autónoma de Mongolia Interior. 

Su inusual viaje comenzó en 2017, cuando Haiqing, tras graduarse de la universidad, a diferencia de muchos de sus colegas, decidió volver a su pueblo y construir un futuro en la agricultura. Su idea era establecer una cooperativa con agricultores locales, especializados en el mijo antiguo, y producir de manera ecológica. 

Contrariamente a sus expectativas, la idea no tuvo éxito entre los agricultores locales. El joven graduado tenía poca fe, según recuerda, y los fondos eran igualmente escasos. Como consecuencia, su primera producción era “ínfima”, señala. Todo indicaba que la cooperativa tendría un fin prematuro, pero a Haiqing se le ocurrió una idea: la financiación colectiva a través de Internet. 

"Se buscan 100 asociados para apoyar una cooperativa", decía su primea publicación en la que utilizó la designación de patrimonio agrícola para presentar su idea. 

Si podía conseguir que 100 personas compraran 10 jin (5 kg) de mijo cada una a un precio de 150 yuanes por persona (unos 22 USD en ese momento), podrían impulsar los ingresos locales y recuperar la agricultura antigua al mismo tiempo. En una semana recaudó 16 000 yuanes. 

Este modelo de producción a pedido —o de “ventas antes de la producción, producción en función de las ventas”, como lo llama Haiqing— en última instancia formó parte de su éxito. Garantiza que los agricultores obtengan un buen precio por su producto y nunca produzcan demasiado. En 2018, la cooperativa registró la marca de fábrica comercial Aohan Banner Millet, que hace referencia a la región y garantiza la conservación de las especies tradicionales de mijo, como el sorgo y el mijo de cola de zorro. 

Desde entonces, se ha convertido en una marca afamada, y los agricultores locales han adoptado la identidad de Xinglongwa como tierra natal del mijo. 

A fin de cuentas, afirma Haiqing, “los productores de mijo no solo cultivan mijo, sino que también preservan la cultura del mijo. Por eso es importante que nosotros, los agricultores, aprendamos lo más posible sobre su historia”.