Los Miembros de la FAO de América Latina y el Caribe debaten sobre cómo reducir el hambre y la desigualdad en la mayor región exportadora de productos agroalimentarios del mundo

Comienza en Guyana la serie de sesiones de nivel ministerial del 38.º período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

18/03/2024

Georgetown (Guyana). Proteger a los más pobres, reducir las desigualdades y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, así como el acceso a los mercados, son algunos de los objetivos clave en América Latina y el Caribe, región que contribuye de forma importante a la seguridad alimentaria mundial, destacó QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en sus observaciones preliminares durante la apertura de la serie de sesiones de nivel ministerial de la 38.ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

“Ustedes tienen un gran potencial para acelerar el progreso y hacer aún más con menos dentro y fuera de su región”, dijo el Sr. QU, tras señalar que la región contaba con una gran parte de la biodiversidad y los recursos hídricos del mundo y representaba el 13 % de la producción mundial de alimentos y el 45 % del comercio internacional neto de productos agroalimentarios.

También señaló que, aunque la región era exportadora neta de alimentos, la dependencia de las importaciones y exportaciones de productos básicos exponía sus sistemas agroalimentarios a la volatilidad macroeconómica, la inestabilidad geopolítica mundial y el cambio climático, que a su vez repercutían negativamente en los precios de los alimentos y los ingresos y conducían a resultados desfavorables en materia de seguridad alimentaria y nutrición.

Según las últimas estimaciones de la FAO, la prevalencia de la subalimentación en la región sigue siendo más alta que en 2019 como resultado de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), aunque disminuyó al 6,5 % en 2022, desde el 7,0 % en 2021, lo que significa que 2,4 millones de personas ya no padecen hambre. Se trata del mayor descenso registrado en todas las regiones del mundo. Sin embargo, este progreso se ha producido en América del Sur (del 7,0 % al 6,1 %), mientras que la prevalencia del hambre se ha mantenido casi igual en Mesoamérica (del 5,0 % al 5,1 %). En el Caribe, la subalimentación aumentó del 14,7 % en 2021 al 16,3 % en 2022.

Estas estadísticas no evidencian sino una pequeña parte de los retos actuales a los que se enfrentan los sistemas agroalimentarios de la región, entre los que se encuentran el efecto de la crisis climática, las disparidades económicas y una excesiva dependencia de los productos básicos.

Mohamed Irfaan Ali, Presidente de Guyana, afirmó que la creación de sistemas agroalimentarios resilientes y protegidos del clima era una tarea imperativa de cara al futuro y que “la adopción de decisiones debe basarse en los datos, en la medida de lo posible”. También pidió que se prestara mayor atención a la nutrición, evitando los alimentos industriales para volver a la comida casera. 

El Director General de la FAO instó a los países a compartir las mejores prácticas y aprovechar el impulso brindado por la celebración de la Conferencia a fin de trabajar juntos y con la FAO para establecer objetivos tangibles y “acelerar y fortalecer los esfuerzos colectivos con miras a la transformación de los sistemas agroalimentarios en la región y más allá”.

Zulfikar Mustapha, Ministro de Agricultura de Guyana, destacó los progresos realizados en algunas iniciativas históricas en su país, como el notable incremento de la producción de proteínas animales, los incentivos empresariales para los más jóvenes y el compromiso por una mayor integración del comercio regional de productos agroalimentarios.

Enfoques multilaterales

Tras destacar la importancia de América Latina y el Caribe como proveedor clave de excedentes de productos agroalimentarios para los mercados mundiales, el Director General recalcó que el objetivo de la FAO era mitigar los efectos negativos de las crisis de precios en los costos de los alimentos y prevenir perturbaciones en las cadenas de suministro, dos áreas de trabajo que apoyaban a los Miembros y sus decisiones y medidas de políticas para producir más con menos.

Eran necesarias asociaciones aún más fuertes para lograr mayores repercusiones a gran escala, afirmó, señalando que los pobres, debido a la pérdida de ingresos y el aumento de los precios, siempre soportaban una carga desproporcionada de las perturbaciones en los sistemas agroalimentarios.

El Sr. QU destacó asimismo que la Presidencia brasileña del Grupo de los Veinte (G-20) en 2024 ofrecía una oportunidad única para abogar por la erradicación del hambre y la reducción de las desigualdades. En este contexto, la FAO respaldaba firmemente la propuesta de establecer una fuerza de tarea del G-20 para la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, afirmó.

El nuevo Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños era también una importante contribución para abordar los actuales desafíos de los sistemas agroalimentarios mediante la integración regional, añadió.

Formas de avanzar en la región

La Conferencia Regional comprende mesas redondas ministeriales centradas en cómo promover la pesca y la acuicultura con arreglo al enfoque de la Transformación azul, aprovechar el comercio en cuanto motor estratégico de la reducción del hambre y la malnutrición en la región y luchar contra los desafíos planteados por el nexo agua-bosque-biodiversidad-suelo en el contexto del cambio climático. 

Asimismo, se celebrarán actos especiales de alto nivel centrados en el modo en que la ciencia y la innovación digital pueden potenciar la agricultura familiar, la necesidad de transformación de los sistemas agroalimentarios en los pequeños Estados insulares en desarrollo de la región, la orientación de las inversiones a través de la Iniciativa Mano de la mano de la FAO y la previsión de factores y desencadenantes pertinentes para América Latina y el Caribe. 

En la Conferencia Ministerial Regional, los debates también se centrarán en cuatro prioridades regionales interconectadas que reflejan las cuatro mejoras establecidas en el Marco estratégico de la Organización para 2022-2031: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor sin dejar a nadie atrás. Estas prioridades pretenden catalizar la transformación de los sistemas agroalimentarios, mejorando la eficiencia, inclusividad y sostenibilidad de la producción, erradicando el hambre y mejorando la seguridad alimentaria y la nutrición, promoviendo la gestión sostenible de los recursos naturales y la adaptación a la crisis climática, haciendo frente a las desigualdades y la pobreza y fomentando la resiliencia.

La Iniciativa Mano de la mano de la FAO colabora actualmente con 14 países de América Latina y el Caribe, elaborando planes de inversión por un total de aproximadamente 772 millones de dólares de los EE.UU., así como impulsando iniciativas regionales relacionadas con el Corredor Seco, el eje de Panamá y la Amazonia.

La Iniciativa de las 1 000 Aldeas digitales apoya actualmente 52 proyectos de agroturismo en 14 países de la región.

La iniciativa Un país, un producto prioritario de la FAO promueve 11 productos agrícolas especiales en 14 países de la región.

La Plataforma técnica regional sobre la agricultura familiar ha permitido conectar a participantes de más de 40 países de todo el mundo.

El Sr. QU también explicó que el enfoque de la FAO se basaba en la elaboración de estrategias integrales destinadas a promover el desarrollo rural inclusivo y la gestión sostenible de los recursos naturales, mejorar la resiliencia de las poblaciones más vulnerables y afinar el trabajo programático con los pequeños Estados insulares en desarrollo.

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