Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos: La FAO aboga por un modelo circular en los sistemas agroalimentarios

El Director General afirma que el modelo de “usar y tirar” es despilfarrador e insostenible, mientras la FAO presenta una nueva aplicación sobre las pérdidas de alimentos

FAO/Alisa Suwanrumpha

En Tailandia, la FAO ha estado ayudando a las micro, pequeñas y medianas empresas a identificar y remediar los puntos críticos de pérdida de alimentos.

©FAO/Alisa Suwanrumpha

29/09/2023

Roma – La reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos representa una triple oportunidad con reprecusiones positivas inmediatas en la seguridad alimentaria, beneficios para el clima y una mayor disponibilidad de alimentos nutritivos, al tiempo que se mejora la sostenibilidad general de los sistemas agroalimentarios, aseguró hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En su intervención en un acto para conmemorar el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, el Sr. QU señaló que las actuales formas de producción, consumo y distribución de nuestros alimentos y fibras necesitan un cambio urgente “para garantizar la seguridad alimentaria y dietas saludables accesibles para todos”. El Director General subrayó que ha llegado el momento de dejar de enumerar los retos y pasar a la adopción de medidas concretas. Añadió que seguir actuando como hasta ahora ya no es una opción, pero que esto solo cambiará si todos los asociados y actores implicados hacen un esfuerzo concertado para aplicar las medidas que se han determinado.

En la actualidad, más del 13 % de los alimentos producidos en el mundo se pierden en la cadena de suministro desde después de recolectarse y antes de su venta al por menor, y otro 17 % se desperdicia en los hogares, en los servicios alimentarios y en la venta al por menor, según las estadísticas de la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Al mismo tiempo, millones de personas en todo el mundo están malnutridas, y el mundo está lejos de alcanzar la mayoría de las metas de nutrición acordadas a nivel mundial. Las dietas saludables son una parte esencial para abordar este problema, pero más de 3 100 millones de personas no podían permitirse una alimentación saludable en 2021.

Cambio hacia un modelo circular

En lugar del actual modelo lineal de “usar y tirar”, el Director General de la FAO aseguró que los sistemas agroalimentarios mundiales “deben transformarse para ser más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles”.

Según la FAO, las prioridades deben ser la prevención y reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos en su origen —en la producción, manipulación, elaboración, envasado, almacenamiento y consumo—; rescatar, recuperar y redistribuir los excedentes o los alimentos no vendidos que sean inocuos y aptos para el consumo y reciclar y reutilizar o readaptar los subproductos para evitar que acaben en los vertederos.

En un mensaje leído en su nombre, el Papa Francisco advirtió que: “los alimentos que tiramos a la basura se arrancan de las manos de quienes carecen de ellos y también tienen derecho a la alimentación”. La Sra. Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, declaró en un mensaje en vídeo: “necesitamos cambios profundos en la forma en que producimos, manipulamos, almacenamos, elaboramos y consumimos los alimentos si nos tomamos en serio la lucha contra el desperdicio alimentario”. Por su parte, la Sra. Elizabeth Mrema, Directora Ejecutiva Adjunta del PNUMA, pidió a “gobiernos, empresas, instituciones y particulares que se alineen con los objetivos internacionales para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos”.

Otros participantes con mensajes que subrayaban la necesidad de actuar contra las pérdidas y el desperdicio de alimentos fueron el Sr. Alvaro Lario, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el Sr. David Kaatrud, Director del Programa Humanitario y de Desarrollo del Programa Mundial de Alimentos, la Sra. Imma Tor Faus, Ministra de Asuntos Exteriores de Andorra, el Sr. Luca Beccari, Ministro de Asuntos Exteriores de San Marino, así como la Sra. Leyla Fathallah, Defensora del Ahorro Alimentario para Asia Occidental del PNUMA, y el Sr. Diarmuid Gavin, Embajador de buena voluntad de la FAO para Irlanda.

Los sistemas agroalimentarios degradan la tierra

La FAO ha advertido que nuestros actuales sistemas agroalimentarios degradan las tierras agrícolas, contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la pérdida de biodiversidad y consumen aguas subterráneas.

Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es fundamental en la transformación de los sistemas agroalimentarios, ya que incrementa la disponibilidad de alimentos, contribuye a la seguridad alimentaria, dietas saludables, aumenta la resiliencia y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

El Sr. QU describió la resolución del problema de las pérdidas y el desperdicio de alimentos como un “beneficio mutuo para las personas y el planeta”.

La labor de la FAO

Con el fin de supervisar los progresos y utilizar los datos para una mejora continua, la FAO ha presentado hoy una aplicación sobre las pérdidas de alimentos, denominada FLAPP. Esta aplicación permitirá la obtención de información de múltiples fuentes de los agricultores para comprender mejor en qué parte de la cadena de valor se producen las pérdidas y ofrecer soluciones concretas.

Gran parte del trabajo de la FAO sobre el terreno se centra en la reducción de las pérdidas en la cadena de suministro, es decir, pérdidas que se producen entre la recolección y los mercados, mientras que el papel del PNUMA consiste en trabajar más en el desperdicio a nivel de la venta al por menor y en los hogares.

Entre las zonas en las que la FAO ha actuado más activamente figura el apoyo a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas de Tailandia. a la hora de detectar los puntos críticos de las pérdidas de alimentos y ayudar a poner en marcha medidas para mitigar las pérdidas. En otros lugares, la FAO ha introducido envases a granel mejorados y sostenibles junto con buenas prácticas de ordenación poscosecha, para transportar productos frescos en varios países de Asia meridional y sudoriental. En otra iniciativa con sus asociados, la FAO está ayudando a impartir capacitación a pescadores de Tanzanía en materia de nuevos métodos de manipulación y elaboración del pescado. Por último, la FAO ha desarrollado una metodología para medir las pérdidas y el desperdicio de alimentos en las industrias de servicios de los centros turísticos de los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Hacen falta más inversiones

Para lograr el cambio a sistemas agroalimentarios más circulares, la FAO ha pedido más inversiones públicas y privadas en infraestructura, logística, tecnologías e innovación, así como en desarrollo de capacidades y sensibilización.

La transición hacia sistemas alimentarios más circulares ofrece potencial para acelerar el progreso hacia la consecución de la meta 3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 de reducir el desperdicio de alimentos per cápita a la mitad a nivel mundial, a nivel minorista y del consumidor, y también reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.

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