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El Presidente del Consejo de la FAO que revolucionó la geopolítica del hambre


Transcurridos más de 70 años, la visión de un mundo sin hambre concebida por Josué de Castro se mantiene aún firme

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Josué de Castro y su libro, Geopolítica del hambre, cambiarían la perspectiva del mundo sobre el hambre e influirían en las políticas alimentarias mundiales hasta el día de hoy. De Castro fue Presidente Independiente del Consejo de la FAO entre 1951 y 1955. © FAO

08/12/2023

Imaginen un mundo en el que dos tercios de la población viven en un estado de hambre y al mismo tiempo algunos agricultores reciben dinero para destruir sus cultivos cuando las cosechas son abundantes. En un mundo así, la opinión predominante sería que el hambre crónica es inevitable — resultado de unas condiciones naturales desfavorables — o consecuencia de la sobrepoblación. El Ensayo sobre el principio de la población de Thomas Malthus, publicado en 1798, que postula que el constante crecimiento de la población conduce forzosamente a la pobreza y el hambre, seguiría dominando el panorama intelectual.

Ese es el mundo en el que vivía Josué de Castro cuando publicó, en 1946, su trascendental obra sobre el hambre en el Brasil, Geografía del hambre. Otro libro posterior, titulado Geopolítica del hambre, se traduciría a docenas de idiomas e influiría en las políticas alimentarias mundiales hasta el día de hoy.

Tras ver el hambre con sus propios ojos visitando las favelas de su Brasil natal, De Castro cambió radicalmente los puntos de vista convencionales. Como lo expresó un reseñista al publicarse su libro en Nueva York a principios de la década de 1950, De Castro “afirma para asombro de todos que la malnutrición no es consecuencia de la sobrepoblación sino su causa”.

En su libro, De Castro aducía que el hambre no podía ser resultado de la sobrepoblación, puesto que ese fenómeno ya existía antes de la explosión demográfica de principios del siglo XX. Por el contrario, concluía De Castro, el hambre es un fenómeno provocado por el hombre y, por lo tanto, está bajo nuestro control.

Esta revolución copernicana le valdría el cargo de Presidente del Consejo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el órgano rector ejecutivo que supervisa el Programa de trabajo y presupuesto de la FAO. De Castro fue elegido Presidente Independiente del Consejo en diciembre de 1951 y presidió un período de sesiones completo del Consejo en junio de 1952, hace más de 70 años. Este año se cumplen 50 años desde su muerte.

“Ahora que conmemoramos el 50.º aniversario de la muerte de este pionero, debemos recordar que los desafíos planteados por el hambre y la malnutrición contra los que él luchó a lo largo de su vida tienen que afrontarse ahora, en el curso de nuestra vida, como nunca antes en la historia”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO.

De Castro sostenía que el hambre es un fenómeno provocado por el hombre y, por lo tanto, está bajo nuestro control. Estas ideas sentaron las bases de gran parte de la labor de la FAO y la comunidad mundial encaminada a erradicar el hambre. Izquierda: © FA

Las ideas, las reflexiones y el liderazgo de Josué de Castro en el ejercicio de su cargo servirían también para sentar las bases del programa Fome Zero (Hambre cero), que se puso en práctica con éxito en el Brasil a principios de la década de 2000.

“La principal contribución de Josué de Castro fue afirmar que el hambre no era un hecho natural, sino un hecho provocado por el hombre”, dijo el Sr. José Graziano da Silva, antiguo Director General de la FAO, quien anteriormente había desempeñado un papel fundamental en la aplicación del programa Fome Zero en el Brasil. El Sr. da Silva hace referencia al primer artículo de Josué de Castro, escrito en 1935, en el que sostenía que, en el Brasil, el problema no era “la falta de alimentos disponibles, sino la falta de dinero para comprarlos”.

“¿Acaso sus ideas han contribuido a salvar millones de vidas a lo largo de los años? Creo que sí”, dijo Graziano da Silva.

La universidad de los manglares

Josué de Castro nació el 5 de septiembre de 1908 en el seno de una familia de clase media de Recife, en el estado de Pernambuco, situado en el noreste del Brasil. Estudió medicina en la Facultad Nacional de Medicina del Brasil, en Río de Janeiro, y después regresó a su ciudad natal, donde ejerció de profesor de fisiología en la Facultad de Medicina de Recife.

Mientras investigaba las condiciones alimentarias y habitacionales en los barrios de clase trabajadora de la capital de Pernambuco, llegó a la conclusión de que el hambre era una catástrofe social resultante de las estructuras económicas y sociales existentes.

Como él mismo dijo: “No fue en la Sorbona, ni en ninguna otra docta universidad, donde tomé conciencia del fenómeno del hambre. Esta cobró forma ante mis propios ojos en los manglares de Capibaribe, en los barrios míseros de Recife: Afogados, Pina, Santo Amaro, Ilha do Leite. Esa fue mi universidad, mi Sorbona”.

En 1935, De Castro se trasladó a Río de Janeiro, donde dio clases de antropología e inició su trayectoria en la función pública, en la que su activismo contra el hambre lo llevaría a convertirse en parlamentario brasileño y reconocido diplomático en el ámbito internacional.

En su libro Geopolítica del hambre, sostuvo que el hambre era consecuencia de las distorsiones creadas por un modelo de desarrollo económico que explotaba a los pobres, impidiéndoles de hecho disfrutar de sus beneficios. Su obra le valió el Premio Fundación Franklin D. Roosevelt y el Premio Internacional de la Paz. También fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en varias ocasiones.

Josué de Castro murió en París en 1973, a los 65 años.

De Castro advirtió que el acceso y la distribución eran los dos principales desafíos para resolver el problema del hambre en el mundo. Hoy día, la FAO prosigue este impulso encaminado a conseguir que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, eficaces, resilientes y sostenibles, en particular ante la creciente crisis climática. © FAO

El legado de Josué de Castro en la FAO

Como Presidente Independiente del Consejo de la FAO, Josué de Castro guio a los representantes de los Miembros de la FAO en el empeño de examinar no solo la disponibilidad de alimentos, sino también el acceso a ellos. En uno de los períodos de sesiones, el Consejo expresó “su decepción por el lento avance en la elaboración de planes nacionales de desarrollo para la agricultura y en la puesta en marcha de proyectos concebidos para reducir la brecha entre la demanda de alimentos y los suministros disponibles en el mundo”.

Hoy en día, la FAO se centra en conseguir que los sistemas agroalimentarios sean más eficaces, inclusivos, resilientes y sostenibles sin dejar a nadie atrás, ante la creciente crisis climática.

Estas son cuestiones que de Castro conocía bien hace ya más de 70 años.

Como él mismo lo expresó en su discurso de 1952 ante el Consejo, “La finalidad de la FAO es luchar contra la atroz erosión que el hambre causa en la especie humana y su civilización, una erosión que amenaza con borrar de la faz de la Tierra la colosal obra del hombre”.

En el período de sesiones del Consejo de la FAO de diciembre de 2023, se conmemoró el 50.º aniversario de la muerte de Josué de Castro con la presentación de un libro titulado Josué de Castro y la diplomacia del hambre, organizada por el Sr. Graziano da Silva, la Embajadora Carla Barroso Carneiro, representante del Brasil ante la FAO, y el Sr. Saulo Ceolin, diplomático brasileño. Este nuevo libro, publicado por la Fundación Alexandre de Gusmão, adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil, es prueba de que la labor de Josué De Castro sigue siendo una referencia importante en lo que respecta a los efectos socioambientales del hambre.

“Son sin duda las contribuciones históricas como esta las que me han animado a emprender el proyecto de un Museo Mundial de la Alimentación y la Agricultura aquí en la FAO. Si bien tenemos que mirar hacia el futuro, guiados por reflexiones innovadoras y prospectivas, también debemos mirar atrás, hacia nuestros orígenes y los sueños y aspiraciones de los hombres y mujeres que nos precedieron y que sentaron las bases de esta Organización tal como es ahora. Uno de esos hombres fue Josué de Castro”, dijo el Sr. Qu Dongyu, Director General, ante el Consejo de la FAO.

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