FAO en Paraguay

El sector privado es un actor importante en la cooperación

12/07/2021

Asunción. Por Jorge Alberto Meza Robayo, Representante de la FAO en Paraguay. La pandemia por el COVID-19 dará lugar a una de las peores recesiones de este siglo en América Latina y el Caribe, según varias fuentes. Se prevé un aumento de 28 millones de personas en situación de pobreza extrema en la región, para llegar a 96 millones (o el 14,9% de la población total), y de 45 millones en situación de pobreza, alcanzando a 230 millones (o el 35,6% de la población total).

Gran parte de la atención de los Gobiernos, en este momento, está puesta en contener el avance del COVID-19, que, con la ampliación de la inmunización a nivel mundial, parecería que podría ganar velocidad. Paralelamente al tema sanitario, está presente la necesidad de recuperar la economía y las fuentes de trabajo, fortaleciendo la producción, incluida la agropecuaria, que enfrenta el gran desafío de nuestra época: el cambio climático.

Si bien hoy los agricultores y agricultoras son héroes y heroínas de la alimentación, produciendo lo necesario para que no falte comida en nuestros hogares, no podemos dejar de analizar la situación que atraviesan y los peligros que tienen en el presente y aquellos esperados en el futuro.

La asistencia técnica de los Gobiernos para la agricultura familiar es fundamental y debe estar conectada con los esfuerzos, iniciativas, inversiones y la investigación que realiza el sector privado.

Este sector, desde los pequeños agricultores hasta las grandes empresas, puede ubicarse a la vanguardia del cambio transformador y de la innovación en un país agropecuario como es el caso de Paraguay.

Importante para esto, es buscar el establecimiento de una asociación amplia para ganar – ganar, entre los agricultores familiares, medianos productores y los grandes empresarios del agro, que permita la transferencia de tecnología, una mejor conexión de los productores con el mercado e, incluso, ampliar mercados agrícolas en el país y en otras regiones del mundo. Esto podría constituirse en una gran transformación en el medio rural, que es esencial en la promoción de la inclusión social y económica, y el camino hacia una actividad más sostenible.

Además de la agricultura, el sistema agroalimentario como un todo se encuentra ante el reto de ser más sostenible en lo económico, ambiental y social, al tiempo de proporcionar alimentos suficientes, asequibles y nutricionalmente adecuados para una población mundial que está creciendo, día a día. No se puede avanzar con este fin, si no se establecen fuertes líneas de cooperación con el sector privado.

Creemos que esto es posible en América Latina y el Caribe, y lograrlo es imperativo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y dar cumplimiento al Acuerdo de París.

Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las asociaciones con el sector privado son fundamentales para trabajar por un mundo basado en una agricultura y sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos y resilientes.

La Estrategia de la FAO para la colaboración con el sector privado 2021-2025, refleja una nueva visión de futuro para el fortalecimiento de la colaboración estratégica, a fin de lograr los ODS.

La visión general de esta Estrategia está orientada a que la cooperación de la FAO sea fortalecida por la asociación con el sector privado, de manera transparente, bajo el acuerdo general de la Organización con el Gobierno, propiciando alcances sustantivos para el país y la sociedad en general, sobre todo para los sectores más vulnerables, dando lugar a cambios e innovaciones transformadoras que logren beneficios sostenibles y cuantificables, para “que nadie se quede atrás”.

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Artículo publicado en el diario ABC Color el 09/julio/2021 https://bit.ly/2T4jEjV