FAO en Paraguay

Proyecto Emergencia por sequía: Sistema de captación de agua de lluvia para fortalecer la producción y garantizar el acceso a alimentos

Foto: ©FAO
12/08/2023

Doña Porfiria resalta la importancia de contar con agua de manera permanente. Asistencia del MAG y FAO por sequía en los departamentos San Pedro y Caazapá.

La provisión de agua en épocas de sequía era una de sus preocupaciones para mantener su huerta familiar, que está a unos metros de su vivienda, donde también se encuentran corrales de aves y cerdos. Más alejado está su terreno de plantaciones, que comprende, principalmente, maíz y mandioca.

El sistema de colecta de agua de lluvia instalado en el techo de su casa, a través de una asistencia técnica implementada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) le genera alivio y mucha alegría.

Doña Porfiria Centurión muestra orgullosa a sus vecinos y a un equipo técnico que la visita, la primera colecta de agua que logró durante la pasada lluvia. Para ello, abre una de las canillas y el agua cae en una latona que usa como fuente para sus animales. De fondo, está el tanque en el que se almacenó el agua de lluvia de hace una semana. «Esto nos ayudará a mantener nuestra huerta y a cuidar a nuestros animales; este sistema realmente es muy útil», comenta en un jopará (mezcla de castellano y guaraní).

El abastecimiento de agua, especialmente por la última pasada dura sequía, es uno de los mayores problemas de la agricultura familiar en el departamento de San Pedro. Lo es en la localidad de doña Porfiria, la ciudad de Choré, San Pedro Norte, de ese departamento, así como en varias zonas del país, como Caazapá, donde también hubo intervención del MAG y la FAO.

Junto a su esposo, don Gerardo, doña Porfiria trabaja en la agricultura familiar desde hace bastante tiempo. Su experiencia y la confianza de otras mujeres de la comunidad hicieron que, desde el 2015, se convierta en la presidenta del Comité de productores San Roque, desde donde promueven la cooperación de sus integrantes para la producción de autoconsumo y venta.

La familia de doña Porfiria y don Gerardo forman parte de las 1.500 familias agricultoras participantes del proyecto de Emergencia por sequía en los departamentos de San Pedro y Caazapá, desarrollado por pedido del MAG a la FAO, luego de la sequía del 2019-2020 que afectó a miles de familias agriculturas.

El proyecto tuvo como objetivo fortalecer el sistema agroalimentario, implementando mecanismos y herramientas para la preparación, respuesta y rehabilitación de los medios de vida. Inició con la entrega de semillas por la sequía, pero la iniciativa fue ampliándose con una activa participación de las familias que, junto con los técnicos del MAG y la FAO, fueron identificando oportunidades que les permitirá fortalecer la producción de autoconsumo y venta.

Se trabajó en 8 municipios: San Pedro del Ycuamandyyú, Chore, Guajayvi y San Estanislao (departamento de San Pedro); Caazapá, General Morínigo, San Juan Nepomuceno y Tavaí (departamento de Caazapá).

El proyecto consistió en la entrega de semillas de autoconsumo y de venta, preparación y mantenimiento de suelo, capacitación técnica para mejorar la producción, protección de semillas autóctonas, captación de agua de lluvia, y, finalmente, la construcción de curvas de nivel.

Para nosotros es muy importante contar siempre con agua, porque dependemos de la producción que logremos en nuestra huerta, sobre todo para la alimentación”, señala doña Porfiria, quien resalta, además, el trabajo realizado en su finca con la construcción de las curvas de nivel que servirán para la conservación del suelo en épocas de lluvia.

En su carácter de presidenta del Comité local, destaca el trabajo que realizan diariamente las familias agricultoras y señala que los implementos agrícolas entregados en la comunidad serán de mucha ayuda, porque les permitirá agilizar los trabajos que realizan en sus fincas.

Antecedentes

En Paraguay, alrededor de 1 millón de personas en áreas rurales están en alto riesgo de inseguridad alimentaria. En 2022, se estimó que la producción de alrededor de 210.000 agricultores se vería afectada en niveles severos y extremos. El número representa el 80% de los agricultores familiares de los aproximadamente 264.000 que existen en el país.

Los departamentos de San Pedro y Caazapá se encuentran entre las zonas con mayor cantidad de familias afectadas, en cuanto a la pérdida de la producción que afecta la inseguridad alimentaria y la disminución de ingresos de las familias en la agricultura familiar.

Entrega de semillas e implementos agrícolas

Como una de las primeras medidas en el marco del proyecto de Emergencia fue la entrega de semillas, que se realizó en dos momentos. Las familias recibieron asistencia con kits de semillas desde julio del 2022. En una primera etapa, fueron entregadas semillas de hortalizas de producción para autoconsumo y, en una segunda tanda, de granos básicos y frutas para autoconsumo y renta. La selección de los distritos para hacer efectiva la entrega de los kits se hizo a través de la Dirección de Extensión Agraria, del Departamento de Gestión Territorial, y la Unidad de Gestión de Riesgos, las dos instancias del MAG que lideraron el proyecto.

Antes de realizar las entregas, técnicos de campo de estas dependencias del MAG llevaron a cabo capacitaciones técnicas, dando un énfasis relevante a las buenas prácticas agrícolas. Estas capacitaciones fueron muy valoradas por las familias, ya que se realizaron en campo. Se entregaron 14 variedades de semillas entre las cuales están acelga, cebolla, lechuga, perejil, pimiento, remolacha, repollo, tomate, zanahoria y zapallito.

Igualmente, las familias recibieron implementos agrícolas que les permitirá trabajar de una manera más innovadora en sus fincas.

Sistema de captación de agua

En materia de fortalecimiento del sistema de agua, el proyecto desarrolló alternativas de sistemas hídricos resilientes en fincas de la agricultura familiar campesina, cada una con características únicas, pero con el aspecto común de la necesidad de incrementar la cobertura del suelo y uso de abonos verdes de tal manera a aumentar el contenido de materia orgánica, reducir la erosión y facilitar la infiltración de agua. Los planes desarrollados incluyeron alternativas de conservación, construcción y restauración de sistemas hídricos.

Curvas de nivel

Si no es la sequía, es la lluvia. Esa fue una frase repetida en las reuniones con familias campesinas. Fueron precisamente las mismas familias las que con los técnicos del MAG y especialistas de la FAO realizaron un estudio sobre cuáles son los principales problemas para la producción familiar. Básicamente son dos: falta de agua o los efectos de la lluvia.

El deterioro de suelo en la época de lluvia genera otro grave problema. Analizando la situación y diversas experiencias, se consideró la necesidad de instalar curvas de nivel en los terrenos de producción. Una curva de nivel se realiza en terrenos con pendientes, para evitar la erosión del suelo. Varias fincas fueron seleccionadas para realizar una primera experiencia en la agricultura familiar y serán replicadas en otras de distintas zonas.

Guardianes de semillas

Las semillas para el consumo familiar son afectadas por el cambio climático y otros factores, y están en riesgo de desaparición. Ante esto, se consideró de suma importancia la conservación de ellas. En el marco del proyecto, se decidió impulsar la acción denominada “Guardianes de semillas”, para promover custodios de las especies, principalmente en las comunidades campesinas.

El objetivo de la capacitación fue contribuir al fortalecimiento de capacidades y habilidades de agricultores familiares y técnicos extensionistas del MAG en la producción y conservación de diferentes variedades de semillas.

La capacitación se realizó en comunidades de Caazapá y San Pedro comprendidas en el marco del proyecto. Participaron agricultores y agriculturas familiares, así como técnicos extensionistas que podrán ampliar los conocimientos en otras comunidades. El programa se desarrolló en tres jornadas en campo, para abordar temas como características de las semillas, producción, conservación y almacenamiento, importancia y tipos de bioinsumos.

Mesas técnicas agroclimáticas

El proyecto también contempló el desarrollo de capacitaciones para el fortalecimiento de capacidades técnicas e institucionales, para la implementación de mesas técnicas agroclimáticas en estos territorios priorizados. En la misma línea, los trabajos se enfocan también en que el Gobierno cuente con un sistema nacional de información para la evaluación de daños y pérdidas por desastres en producción agrícola en base a metodología desarrollada por FAO.

Uno de los productos del proyecto es el fortalecimiento de un sistema nacional de información para la evaluación de daños y pérdidas por desastres en producción agrícola, a través del desarrollo de una APP para reporte de datos de daños y pérdidas en la agricultura, así como una asistencia técnica para operativizar el sistema de monitoreo de sequía agrícola Agriculture Stress Index Sistem (ASIS) desarrollado por la FAO y aplicado en otros países de la región.

Trabajo coordinado

A consideración del ingeniero Édgar Mayeregger, Coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos, la concreción del proyecto fue muy importante para el Ministerio porque, además de apoyar a las familias afectadas por la sequía con la entrega de semillas para garantizarsu seguridad alimentaria, fue posible desarrollar capacitaciones técnicas para fortalecer su capacidad de respuesta frente a eventos climáticos y replicar esta experiencia en otras comunidades.

Para el Representante de la FAO, Agustín Zimmermann, el trabajo realizado entre el MAG y la FAO es de suma importancia para asegurar la alimentación y nutrición de un sector vulnerable.

Para la FAO fue un ejemplo de cómo, a partir del impacto del cambio climático en los sistemas agroalimentarios, a partir de atender esa emergencia, que fue la sequía, fuimos en conjunto con los actores locales y el Ministerio de Agricultura añadiendo y abordando otras problemáticas como la captura de agua, semillas y el manejo sostenible de los suelos”, expresó.

Lograr que las familias logren salir de la pobreza es uno de los objetivos que se busca con este tipo de proyectos que tienen una característica no asistencialista, sino de formación de capacidades, reflexiona Fabiola Alcorta, Oficial a Cargo de la Oficina de la FAO en Paraguay.

“Deseamos seguir apoyando a las instituciones para disminuir sobre todo el hambre y mejorar las condiciones socioeconómicas de las familias”, agrega, para luego insistir: “Que una familia salga de su condición de pobreza ya es un gran logro porque indica que las acciones que se realizan tienen un efecto positivo. Debemos continuar para que las familias repliquen las buenas prácticas”.