FAO en Paraguay

“Guardianes de semillas” en Paraguay: Compromiso de proteger la cultura y asegurar la alimentación familiar

©FAO
01/11/2023

Experiencia positiva en el marco de un proyecto de emergencia por sequía.

Asunción, 1 de noviembre. El primer objetivo de las familias agricultoras es asegurar la alimentación de sus integrantes. Y para ello, deben mantener una producción estable, principalmente de aquellos productos que puedan cultivar en sus fincas para consumo. A partir de este desafío, el uso, cuidado y protección de las semillas tradicionales se convierte en un eje principal. Así, entonces, se necesitan guardianas y guardianes de semillas, para mejorarlas y asegurar que perduren.

Buena parte de las familias de los departamentos de San Pedro y Caazapá quedó bastante golpeada por una dura sequía de los últimos años, perdiendo su producción tanto de autoconsumo como de venta.

Para revertir este problema y tratar de prever situaciones similares se desarrolló el proyecto de Emergencia por sequía que fue implementado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En ese marco, se desarrolló la iniciativa denominada Guardianes de semillas, que tuvo como objetivo específico capacitar a familias agricultoras y técnicos de campo en el manejo y protección de semillas criollas o autóctonas, las conocidas como tradicionales, como maíz, poroto, tomate, cebolla, locote, etc., para proteger la cultura y lograr la seguridad alimentaria.

«Guardianes de Semillas es una metodología preparada por la Fundación Tesâi Reka y fue implementada en el marco del proyecto que fue desarrollado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la FAO», explica Leticia Cáceres, coordinadora del proyecto. Detalló que la cooperación técnica incluyó la entrega de semillas de autoconsumo y de renta, capacitaciones para manejo de suelo, instalación de sistemas de captura de agua de lluvia, entrega de implementos agrícolas, y la construcción de curvas de nivel, entre otros.

«Todas las semillas nativas o criollas que tenemos en el país están en manos de los pequeños productores, y ellos son los guardianes de esas semillas. Con estas capacitaciones buscamos incentivar a que ellos puedan mejorar esas semillas y para que en el futuro tengamos la seguridad de las semillas y la seguridad alimentaria», describe Ismael Saucedo, uno de los instructores de la capacitación, técnico de campo de la Organización Campesina Regional de Concepción.

Generalmente, las familias deben adquirir las semillas para sus cultivos, lo que genera un egreso bastante elevado, a más de los plaguicidas. «Las semillas soy muy caras, y algunas veces no prenden; y nuestras semillas sí salen, prenden, por eso es importante para nosotros el cuidado», dice el agricultor Leopoldo Ortiz, integrante del Comité Joahu, de la Colonia San Cosme.

La serie de capacitaciones precisamente tuvo como objetivo mostrar cómo cuidar las semillas, el suelo, la elaboración de abono y de plaguicidas caseros.

«Estamos muy contentos porque eso va a ser de provecho para nosotros. Gastamos mucho dinero para los cuidados. Yo era luego guardiana de semillas y ahora soy más porque conozco más cómo voy a cuidarlas», dice en un cerrado guaraní Isidora Godoy, agricultora de la zona de Liberación Norte, San Pedro.

En los encuentros de capacitación se generaron intercambio de experiencias, se analizaron las variedades de cultivos, los tipos de suelos y de semillas.  La experiencia fue bastante interesante ya que participaron agricultores de distintos municipios, así como técnicos de campo del MAG.

La técnica del Centro de Desarrollo Agropecuario de Caazapá, María Isabel Bareiro, cuenta su experiencia: «Los conocimientos que tenía eran más generales, pero con las capacitaciones, se profundizaron sobre varios temas como tratamiento de humedad, del manejo de suelo. Estos conocimientos llevaré a mis bases de comités para ampliar la cantidad de Guardianes de semillas».

Y hay más descripciones sobre la experiencia. «Aprendí bastante. No sabíamos cuál era la función de la semilla, cómo debemos preparar y eso es fundamental», cuenta a su turno Elvio Mereles, agricultor del Comité San Cayetano, Arroyo Porâ.

«Nosotros aprendimos muchas cosas importantes para manejar nuestro suelo y nuestras plantas», enfatiza Eva Casco, agricultora Comité San Cosme.

Para Elvia Villar, agricultora de Caazapá, una de las cosas que les sorprendió y ayudará bastante es la preparación de abono. «Esto que aprendimos vamos a compartir con nuestro comité», adelantó, así como todos participantes, en el sentido de hay un compromiso para ampliar en sus respectivas zonas los conocimientos para lograr mayor cantidad de Guardianes de semillas.

El proyecto del MAG y la FAO

El objetivo principal del proyecto fue implementar mecanismos y herramientas para la preparación, respuesta y rehabilitación de los medios de vida afectados por la sequía, con un enfoque centrado en fortalecer la resiliencia del sistema agroalimentario. Para lograrlo, se implementaron tres componentes principales. Por un lado, asistencia para la recuperación de los medios de vida y la producción de alimentos de 1500 familias de la agricultura familiar campesina con enfoque de resiliencia frente a la sequía y riesgos encadenados.

Se trabajó, igualmente, para que técnicos del MAG y agricultores amplíen sus capacidades técnicas para la implementación de mesas técnicas agroclimáticas en territorios priorizados, y se cuente con un sistema nacional de información para la evaluación de daños y pérdidas.