3 de diciembre de 2021, Roma- Los consumidores, con el apoyo de las organizaciones de consumidores, pueden ser clave para garantizar que se cumplan los derechos humanos de todas las personas, según un nuevo informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La publicación, que explora los vínculos entre las organizaciones de consumidores y la realización del derecho a una alimentación adecuada, destaca que los consumidores son parte de la solución para la transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios.

Las organizaciones de consumidores representan a millones de personas, incluidas las comunidades de los países menos adelantados y las zonas de conflicto, y tienen la capacidad de supervisar cuestiones como los aumentos repentinos de los precios, las prácticas alimentarias injustas e inseguras y la publicidad inadecuada para niños.

Estas organizaciones son socios fundamentales en el diseño e implementación de políticas de seguridad alimentaria y nutrición, y sus demandas deben ser escuchadas en la toma de decisiones.

“Si bien ha habido un progreso significativo desde el cambio de siglo en la realización del derecho a la alimentación, debido a la pandemia mundial y al aumento del hambre y la pobreza, quizás ahora más que nunca, sea el momento de volver a examinar los ideales de los derechos alimentarios universales”, afirma Benjamin Davis, Director de la División de Transformación Rural Inclusiva e Igualdad de Género de la FAO, en el prólogo de la publicación. “Es hora de involucrar a más y más actores en las demandas de un mundo en desarrollo sostenible que no deje a nadie atrás y respete los derechos humanos de todos”, agrega.

El informe busca apoyar el trabajo de las organizaciones de consumidores desde una perspectiva de derechos humanos. Las organizaciones de consumidores ejercen presión sobre los gobiernos y el sector privado para lograr una protección del consumidor más estricta frente a cuestiones como alimentos peligrosos y de mala calidad y prácticas comerciales abusivas e injustas. También trabajan para promover dietas saludables y un mejor etiquetado de los alimentos, o concienciar sobre el comercio justo y el trabajo decente.

Informan a los consumidores sobre sus derechos y responsabilidades, conectándose con organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y organizaciones internacionales. Todo esto ayuda a impulsar el derecho a una alimentación adecuada. Con su trabajo, las organizaciones de consumidores pueden demostrar a los consumidores que sus acciones, más allá de su consumo individual, tienen impacto y pueden mejorar los derechos humanos de los demás.

Logros en todo el mundo

El informe viene acompañado de Organizaciones de consumidores en acción, una colección de buenas prácticas sobre cuestiones alimentarias de las organizaciones de consumidores, miembros de Consumers International, de todo el mundo.

El conjunto de experiencias tiene como objetivo fomentar las redes de organizaciones de consumidores y las asociaciones entre ellas y otras partes interesadas, incluidos académicos y parlamentarios. Por ejemplo, muestra cómo las organizaciones de consumidores en Tailandia y México han llevado a cabo campañas a favor de la prohibición de las grasas trans y la fijación de un impuesto sobre el azúcar en las bebidas, respectivamente; y en Côte d’Ivoire, contra el vertido ilegal de alimentos de baja calidad como el arroz dañado.