Centro de inversiones de la FAO

Invertir en campesinas y campesinos

América Latina y el Caribe presentan sus éxitos en el desarrollo de capital humano agrícola
22/09/2021

Invertir en los agricultores, lo que se conoce como 'capital humano agrícola', es crucial para hacer frente a los principales desafíos en los sistemas agroalimentarios globales, ya sea alimentando a una población en constante aumento con alimentos inocuos, saludables y nutritivos, o haciendo que la agricultura sea climáticamente más inteligente. 

Pero, ¿cuáles son las mejores formas de invertir en los campesinos?

En un reciente seminario virtual se presentaron algunas iniciativas de América Latina y el Caribe que están fortaleciendo las habilidades y capacidades de los agricultores, especialmente los de pequeña escala.

Estos hallazgos son parte de un estudio global más amplio sobre inversiones en capital humano agrícola que han llevado a cabo el Centro de Inversiones de la FAO y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), con el apoyo de la Unidad de Investigación y Extensión de la FAO y el Programa de Investigación del CGIAR sobre Políticas, Instituciones, y Mercados (PIM).

El estudio global, que verá la luz este otoño, analiza las tendencias más recientes, como los cambios en la financiación y el aumento de la digitalización. También presenta nueve estudios de caso, junto con 11 iniciativas prometedoras más breves. Los estudios de caso de Chile y Perú ya están publicados, mientras que los siete restantes se lanzarán a finales de este año.

En su discurso de apertura, Frank Place, Director de PIM, señaló la necesidad de un mayor conocimiento sobre quién está invirtiendo y cómo, y sobre alternativas de alto impacto para invertir en agricultores, especialmente mujeres, jóvenes, y aquellos más afectados port la pobreza.

“Debemos continuar evaluando diferentes enfoques y métodos de inversión en capital humano agrícola que tengan en cuenta los rendimientos económicos, pero también los impactos sociales, humanos y ambientales”, apuntó.

Añadió que, con el aumento de la agricultura digital y su potencial para promover el espíritu empresarial de los jóvenes rurales, es importante entender los beneficios y las limitaciones de los enfoques digitales para crear capital humano y la infraestructura rural necesaria para que esto suceda.

Lecciones de Chile y Perú

El informe global halló que fortalecer las habilidades de los pequeños productores contribuye a mayores ingresos rurales, mejor salud y nutrición, cohesión social y una mayor inclusión de mujeres y jóvenes.

En Perú, por ejemplo, los promotores locales conocidos como Yachachiq ayudaron a impulsar las capacidades productivas y empresariales de los pequeños agricultores al combinar nuevas habilidades con saberes ancestrales.

Desde 2013 el programa Haku Wiñay/Noa Jayatai, que significa 'vamos a crecer' en quechua y shipibo-conibo, respectivamente, ha llegado a más de 300.000 hogares agrícolas e invertido más de 500 millones de dólares estadounidenses.

Alexandra Arca Zimmermann, experta en políticas públicas e investigación cualitativa, aseguró que los agricultores expresaron sentirse menos marginados y excluidos gracias a este apoyo, y que el programa ha ayudado a empoderar a las mujeres para que lancen sus propios negocios. 

En Chile el Programa de Alianzas Productivas promueve vínculos comerciales sostenibles entre los pequeños agricultores y las empresas más grandes orientadas a la exportación. Lograr cumplir con los altos estándares de calidad y seguridad requeridos, incluso para el Comercio Justo y los productos orgánicos, ha abierto a los productores las puertas de nuevos mercados.

Rodrigo Pérez Silva, profesor asistente del Centro de Economía y Política Social de la Universidad Mayor de Chile, dijo que la mejora de las capacidades y las alianzas de comercialización han dado como resultado “ingresos más estables” para los productores.  

Mayor investigación, mayor inversión

El director del Centro de Inversiones de la FAO, Mohamed Manssouri, indicó que “a medida que el mundo se enfrente a las nuevas alteraciones, los desafíos y las oportunidades en el futuro, las necesidades de capital humano seguirán cambiando, lo que requerirá de una mayor investigación e inversión. Necesitamos una mayor inversión en programas innovadores y rentables que fortalezcan y midan el desarrollo del capital humano, especialmente en las comunidades rurales ”.

“Esperamos que este estudio sea solo el comienzo y suscite un mayor interés e inspire más investigación y análisis para ayudar a los responsables políticos, las instituciones financieras internacionales y otros socios de desarrollo a realizar más y mejores inversiones en capital humano agrícola”, agregó.