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La Jefa de Servicio de América Latina y el Caribe Ekaterina Krivonos nos habla sobre su experiencia en la región, apoyándose en su conocimiento en política agrícola y temas de comercio, y la necesidad de soluciones para abordar los desafíos apremiantes en la región.

Háblanos de ti.

Crecí en la Unión Soviética, más concretamente en Almaty (Kazajistán) y Moscú (Rusia), donde mis padres estudiaron. Mi familia se mudó a Dinamarca cuando yo tenía 15 años, y allí terminé la escuela secundaria, obtuve mi B.Sc. en economía y trabajé para una firma de consultoría de ingeniería enfocada en temas ambientales y agrícolas.

Esta experiencia despertó mi interés en seguir una carrera en desarrollo. Después de viajar extensamente por todo el mundo, opté por una pasantía en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y luego comencé mis estudios de M.Sc. y Ph.D. en economía agrícola y de recursos en la Universidad de Maryland. Mientras estudiaba, también trabajé como consultora para el Banco Mundial y el BID en Washington, D.C., centrándome en comercio y mercados agrícolas. Mi tesis de doctorado fue sobre el comercio de café y sobre cómo los agricultores podrían obtener una mayor participación de los precios mundiales del café.

¿Cuándo te uniste a la FAO?

Después de mi doctorado, me mudé a Santiago, Chile, donde trabajé en la Comisión Económica Regional de las Naciones Unidas para América Latina, amasando mayor experiencia en mercados de commodities y cuestiones de comercio. Eventualmente llegué a la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe en 2009 como Oficial de Comercio para la región.

Varios años después, hice un movimiento lateral a la División de Mercados y Comercio en la sede de la FAO, y luego, a principios de 2023, me uní al Centro de Inversiones como Jefa de Servicio. Aporto al trabajo un entendimiento de las instituciones financieras internacionales y las prioridades en la región, así como conocimientos en política agrícola, mercados y cuestiones comerciales, donde trabajamos estrechamente con las divisiones técnicas. Es un momento emocionante. El Centro está ampliando su equipo, agudizando su enfoque geográfico y diversificando y fortaleciendo sus asociaciones.

Invertir en agricultura en América Latina y el Caribe es importante estratégicamente, ya que es la región exportadora neta más grande del mundo. Para 2032 se espera que la región contribuya con más del 30 por ciento a las exportaciones globales de maíz, soya, azúcar, carne de res y aves de corral. Al mismo tiempo, siguen existiendo grandes desafíos dentro del sector agroalimentario. Contar con un servicio para ello nos permite establecer un compromiso más profundo y a largo plazo con los países y socios para abordar los desafíos específicos que enfrenta la región.

¿Cuáles son algunos de esos desafíos?

Muchos países en América Latina y el Caribe sufren todavía hoy de inseguridad alimentaria, una situación agravada por la pandemia y la lenta recuperación económica. La pobreza está en aumento. Existen altas desigualdades dentro de los países y entre ellos, exacerbadas por ecosistemas degradados, deforestación e impactos climáticos cada vez más intensos y frecuentes. La región también tiene el coste de acceso a una dieta saludable más elevado del mundo.

¿Cómo puede el Centro de Inversiones ayudar a los países y socios a responder a esos desafíos?

Cuando nos involucramos en estos países, usamos nuestro conocimiento y redes, capitalizando nuestro trabajo continuo con socios financieros y una estrecha colaboración con las oficinas de país de la FAO y las divisiones técnicas, que buscamos intensificar. Nuestro trabajo a través de la iniciativa Mano de la mano nos ha permitido infundir nuestras contribuciones técnicas, tales como análisis económicos y financieros y conocimientos de la cadena de valor, para ser más impactantes como una sola FAO.

El pasado mayo visité la Oficina Regional de la FAO en Santiago, Chile, junto con nuestro Director del Centro y otros colegas, seguido de visitas a Honduras y Panamá. Fue una oportunidad para involucrarnos realmente con nuestros colegas regionales y de país y socios, para presentar nuestro Plan de Transformación y entender cómo el Centro de Inversiones puede ser más efectivo al proporcionar las soluciones de financiamiento e inversión '4+2'. Esto pasa por trabajar más con bancos de desarrollo nacionales y fomentar la financiación innovadora en colaboración con socios. Por ejemplo, hemos estado desarrollando una cartera de posibles prestatarios en cinco países del Caribe para un fondo de impacto financiado por la Unión Europea llamado AgriFI.

El Centro de Inversiones funciona impulsado por la demanda, por lo que tratamos de mantener sólidas capacidades técnicas que puedan movilizarse rápidamente cuando los países y socios las necesiten, como la capacidad de evaluar los impactos ambientales de las intervenciones en la agricultura.

Necesitamos soluciones efectivas para superar los desafíos apremiantes. Estamos introduciendo enfoques innovadores como, por ejemplo, combinar la inversión en protección social, agroforestería con acción climática, extensión agrícola y gestión de riesgos en áreas vulnerables en Colombia a través de una nota conceptual del Fondo Verde para el Clima. De forma más general, buscamos aplicar innovaciones sociales, tecnológicas y financieras para ayudar a los agricultores a acceder a mercados y así aumentar sus ingresos, a la vez que producen alimentos más diversos y gestionan sus granjas de forma sostenible.

Describe tu estilo de gestión.

Mantener líneas de comunicación fluidas es importante. Quiero que la gente sepa que puede hablar conmigo. Somos un equipo pequeño pero en crecimiento, y como todavía soy nueva en este rol, confío en los aportes técnicos, puntos de vista y experiencias de mis colegas trabajando con nuestros socios. También me centro mucho en los resultados, en la línea de la misión de nuestro equipo, buscando resultados de alta calidad, a menudo bajo la presión del calendario.

Me enriquece enormemente compartir conocimientos y experiencias con todo el equipo de gestión, desde los colegas más experimentados hasta otros más novatos como yo. Espero que podamos ser innovadores y creativos colectivamente en la forma en que nos interactuamos con nuestros socios y operamos internamente.

Sueño con que el Centro de Inversiones se perciba como un repositorio de servicios de inversión especializados, herramientas, enfoques y conocimientos que se puedan aplicar directamente a la inversión para mejorar la vida de las personas en un futuro previsible.

¿Puedes contarnos alguna curiosidad sobre ti?

Fuera del trabajo, lo que más disfruto es estar en la naturaleza con mi familia. Los fines de semana probablemente nos encuentres en las montañas, en la playa, caminando en uno de los parques nacionales o esquiando en invierno. Habiendo vivido en muchos lugares, hablo seis idiomas. También tenemos un hijo chileno y otro estadounidense, ya que nacieron mientras trabajaba en esos países.