Pilares y principios de la gobernanza forestal
El Marco para la evaluación y el seguimiento de la gobernanza forestal se basa en la idea de que un marco analítico exhaustivo y ampliamente aceptado puede facilitar los esfuerzos en y entre los países para mejorar la gobernanza de los bosques. Los tres pilares fundamentales establecidos en este marco son: 1) marcos políticos, jurídicos, institucionales y reglamentarios; 2) procesos de planificación y de toma de decisiones; 3) implementación, aplicación y conformidad.
El marco identifica los siguientes seis principios que cortan transversalmente los tres pilares (véase la figura) y abordan la calidad de la gobernanza:
- Responsabilidad – la gente y las instituciones deberían ser responsables de sus acciones.
- Eficacia – los mecanismos de gobernanza deberían lograr los fines que persiguen.
- Eficiencia – la gobernanza debería funcionar con un mínimo de recursos.
- Imparcialidad/equidad – los beneficios y la carga de trabajo de un recurso forestal deberían realizarse en un modo que sea percibido, en general, como justo.
- Participación – todas las personas interesadas deberían tener la oportunidad de ser consultados y de consultar o de participar en las decisiones fundamentales que afectan los bosques.
- Transparencia – la información sobre los bosques y su gestión debería estar disponible, razonablemente, para todos.
En el siguiente texto se analizan con mayores detalles cada uno de los tres pilares y se brindan orientaciones sobre la función de los gestores forestal
1. Marcos políticos, jurídicos, institucionales y reglamentarios
1. Marcos políticos, jurídicos, institucionales y reglamentarios
Es ampliamente aceptado que la gobernanza eficaz de los bosques se basa en las políticas y normas forestales que promueven una gestión forestal eficaz, eficiente y legal, además de resultados justos y equitativos derivados de dicha gestión. Políticas y normas forestales eficaces producen sistemas claros y coherentes que facilitan la gestión y el uso sostenibles de los recursos forestales. Una buena política forestal produce una visión a largo plazo del sector forestal –coherente con los compromisos y obligaciones internacionales– y guía el desarrollo y la implementación de los marcos jurídicos e institucionales. Las leyes eficaces contribuyen a implementar la política forestal. Por ejemplo, las políticas y las leyes forestales deberían estipular normas claras y coherentes sobre quien tiene los derechos, y quien se beneficia, de los recursos forestales y arbóreos y de los ingresos que éstos generan. Se debería promover la transparencia sobre todo en presencia de leyes del derecho tradicionales, traslapadas o contradictorias sobre la propiedad de los bosques y la distribución de los beneficios. Asimismo, se deberían establecer mecanismos institucionales apropiados para permitir la revisión periódica de las políticas y normas y su adaptación a las circunstancias en continuo cambio.
La FAO elaboró las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional para ofrecer orientaciones sobre los principios, normas y prácticas internacionalmente aceptados sobre la gobernanza responsable de la tenencia. Estas directrices ofrecen un marco de trabajo que pueden utilizar los gobiernos durante la elaboración de las estrategias, políticas, normas, programas y actividades relativas a la tenencia. Este documento ofrece también una guía práctica sobre cómo mejorar la gobernanza de la tenencia forestal.
Muchas personas e instituciones se benefician de los bosques y los utilizan para diversos fines; razón por la cual es inevitable que surjan conflictos sobre su utilización. El manual de capacitación Gestión colaborativa de conflictos para el fortalecimiento de los programas forestales nacionales y la guía de capacitación sobre Técnicas de negociación y mediación para la ordenación de los recursos naturales son ejemplos de herramientas que ayudan en la gestión de los conflictos forestales.
Una buena gobernanza de los bosques garantiza que las políticas de otros sectores –p.ej., minería, agricultura, transporte, biodiversidad y cambio climático– sean coherentes con las políticas forestales. La conversión forestal –es decir, el raleo de los bosques naturales para utilizar esas tierras para otros fines tales como agricultura, plantaciones, pasto para ganado o minería– es un ejemplo de los efectos negativos que los incentivos o políticas de otros sectores pueden tener sobre los bosques y su manejo sostenible, si no existe complementariedad. La buena gobernanza de los bosques garantiza el establecimiento de un mecanismo de incentivos para que la GFS sea económicamente factible y sea, además, una opción llamativa de utilización de la tierra.
Función del gestor forestal
- Los gestores forestales poseen un conocimiento técnico importante sobre los usuarios de los bosques y los usos forestales, que pueden aportar a fin de formular políticas forestales y marcos jurídicos e institucionales eficaces. Por tanto, estos actores deberían contribuir a los diálogos sobre los marcos de gobernanza forestal que persiguen la gestión sostenible y técnicamente factible de los bosques.
- Si se organizan en asociaciones profesionales y organizaciones de productores, los gestores forestales podrían estar en mejor posición para plantear sus opiniones e influir durante la elaboración de los marcos de gobernanza. Esta representación puede ayudar a que los gestores forestales participen eficazmente en la negociación de las prioridades políticas junto con otras partes interesadas, por ejemplo, las comunidades y autoridades locales, el sector privado, la sociedad civil y otros sectores. (Véanse los módulos Política forestal y Tenencia forestal, si se desea mayor información al respecto.)
2. Procesos de planificación y de toma de decisiones
2. Procesos de planificación y de toma de decisiones
La contribución de las partes interesadas, la transparencia y responsabilidad, y la capacidad y acción de estas partes interesadas, son importantes para una buena gobernanza de los bosques. En este sentido, un indicador de buena gobernanza es el grado hasta el cual todos los actores que tienen intereses en los bosques son capaces de participar en las decisiones sobre los bosques; siendo otro indicador, la calidad y el alcance de esta participación. De importancia fundamental es, también, el grado hasta el cual los segmentos marginados y vulnerables de la sociedad (p.ej., las mujeres, los pueblos indígenas, la juventud y los adultos mayores) son capaces de participar en estos procesos. Por su lado, el gobierno puede tener también una función importante al fomentar procesos de diálogo que brinden espacio a las opiniones, expectativas y preocupaciones de todos los actores. Guatemala es un buen ejemplo al respecto, ya que ha creado mesas redondas subnacionales (mesas de concertación y política forestal) que abarcan la participación de representantes del gobierno central, autoridades locales, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, a la par de empresas privadas en el campo de la producción, conservación, protección y utilización de los bosques. Sin embargo, a pesar de su importancia estratégica, siempre es difícil mantener estas plataformas de diálogo, ya que conllevan el reconocimiento y apoyo continuo a las partes interesadas y, posiblemente, costes significativos.
En materia de gobernanza forestal, la creación de plataformas para la amplia participación es una piedra angular de los programas forestales nacionales, por ejemplo, REDD+ y la iniciativa UE-FLEGT. Dichos programas e iniciativas ilustran la forma en que los procesos internacionales de gobernanza pueden apoyar las iniciativas locales de gobernanza forestal.
Otro indicador importante de una buena gobernanza de los bosques es el grado hasta el cual los gobiernos producen o fomentan mecanismos de solución de controversias. Los principios y mecanismos del “consentimiento libre, previo e informado”, por ejemplo, se están demostrando fundamentales para garantizar mayor voz a los pueblos indígenas y las comunidades locales en los procesos de gobernanza.
Garantizar espacio para la participación es, solamente, una cara de la moneda: de igual importancia es garantizar que estos grupos cuenten con los medios para aprovechar eficazmente ese espacio. Véase, en el módulo Política forestal del conjunto de herramientas para la GFS, un listado de herramientas para garantizar una participación eficaz.
La transparencia y la responsabilidad son principios fundamentales de una buena gobernanza, además de ser elementos clave para los procesos eficaces de planificación y de toma de decisiones. La transparencia se ha definido como “el proceso de revelación de acciones de tal forma que terceros puedan verificarlas… Entre los atributos de la transparencia se incluyen la exhaustividad, puntualidad/oportunidad, disponibilidad e inteligibilidad de la información, además del dinamismo de los esfuerzos para informar a los grupos interesados”. Otro de los indicadores de buena gobernanza forestal es el grado hasta el cual el marco jurídico sobre los bosques apoya el acceso público a la información, promueve debates sobre las políticas forestales basados en la evidencia e impone sanciones a los organismos que incumplen las obligaciones de divulgación de la información.
La transparencia es de importancia fundamental en los procesos que determinan a los beneficiarios de los ingresos generados por la utilización de los recursos forestales. Las operaciones y finanzas de los órganos forestales estatales se deberían auditar regularmente, tanto interna como externamente, y se deberían poner a disposición del público los resultados de dichas auditorías. De la misma forma, se deberían auditar las operaciones y las finanzas de las empresas, otras entidades corporativas y organizaciones de la sociedad civil que tengan que ver con los bosques, para garantizar la transparencia y la responsabilidad. Algunas empresas, por ejemplo, carecen de permisos para el raleo de los bosques que realizan. Estas lagunas jurídicas podrían causar pérdidas de ingresos por billones de dólares a los gobiernos y a sus ciudadanos (a nivel nacional y mundial); y la falta de detección debilita el estado de derecho, produciendo graves consecuencias económicas, sociales y medioambientales. Las auditorías independientes son un mecanismo para detectar estos aspectos y para promover la aplicación del estado de derecho.
Un desafío crucial es garantizar a todas las partes interesadas –incluyendo las vulnerables y marginadas– igual acceso a la información; y la tecnología digital ofrece oportunidades para aumentar la divulgación de la información. Por ejemplo, la Iniciativa de transparencia forestal –coordinada por el Instituto de Recursos Mundiales– está realizando esfuerzos para poner en línea la información sobre las operaciones forestales de las empresas y concesiones forestales, al alcance de todos por medio de la Internet. Ésta, y muchas otras iniciativas similares, conllevan la colaboración de las organizaciones de la sociedad civil, del sector privado y del gobierno, a fin de mejorar el acceso público a la información. La participación de los actores no gubernamentales en el monitoreo de las operaciones forestales es un componente esencial, porque agrega credibilidad a la información. Las organizaciones internacionales y de la sociedad civil pueden también tener una función importante como guardianes, sin embargo, en muchos países, se necesitan esfuerzos para crear capacidad sobre el monitoreo independiente de las operaciones forestales.
En fin, otro indicador importante de la buena gobernanza es el grado hasta el cual los entes privados que operan en el sector forestal participan en el planeamiento, toma de decisiones e implementación de las actividades forestales y, además, cumplen con los mecanismos voluntarios o de mercado sobre el abastecimiento legal y sostenible de la madera y de los productos madereros. La triangulación de datos de diferentes fuentes (p.ej., inventarios forestales, registros de cosechas, encuestas de mercado, encuestas poscosecha, registros de exportaciones, encuestas sobre la cubierta forestal e inventarios forestales, si se realizan de manera sistemática) se puede utilizar, por ejemplo para indicar la sobrecosecha.
Función del gestor forestal
- Los gestores forestales, aunque en general no son responsables de asegurar que se tomen en cuenta las opiniones de todas las partes interesadas en los procesos de toma de decisiones importantes sobre los bosques, pueden abogar para que esto se realice. En algunos casos, los gestores forestales pueden consultar directamente a las comunidades forestales a fin de facilitar su participación y contribuir a asegurar una representación igualitaria y el reparto de los beneficios, además de mejorar el proceso de formulación de políticas. Pueden también ayudar a mediar entre las comunidades locales y las empresas.
- Los gestores forestales podrían pensar que tienen poco que ver con la formulación de políticas y la toma de decisiones. Sin embargo, las decisiones que se toma “desde arriba” siempre afectarán la gestión forestal cotidiana y, por lo tanto, los gestores forestales deberían demandar su participación en el proceso, al menos por medio de los órganos representativos. La participación de la población que tiene experiencia en los bosques contribuirá a garantizar que las políticas, reglamentos y demás decisiones sean aplicables, sensibles y favorables para la GFS.
- Los gestores forestales pueden tener una función primordial en la consolidación de la responsabilidad y la transparencia, defendiendo en sus propias empresas u organizaciones el cumplimiento de todas las normas de sostenibilidad y legalidad y promoviendo un enfoque abierto de intercambio de información.
3. Implementación, aplicación y conformidad
3. Implementación, aplicación y conformidad
La aplicación y conformidad de la ley son dos aspectos relacionados con la buena gobernanza forestal. La conformidad probablemente será baja si no hay aplicación, y una aplicación rigurosa de las normas no siempre contribuye a las actividades forestales legales y sostenibles. En algunos países, la carencia de leyes crea los principales obstáculos para la gobernanza de los bosques. En otros, la aplicación se ve afectada por la carencia de derechos de uso o por la falta de acceso a la información sobre los requisitos de legalidad. Las normas pueden ser poco claras, contradictorias y poco realistas y, por lo tanto, difíciles de aplicar; pueden ser también vulnerables a la explotación por intereses creados. El derecho a los recursos traslapado o contradictorio (p.ej., derecho consuetudinario vs. reglamentario) y la desigual distribución de los beneficios, representan otros desafíos ante la aplicación y conformidad eficaces de la ley. La claridad jurídica es fundamental tanto para la conformidad como para la aplicación de la ley.
En general, una coordinación eficaz entre los gobiernos nacional, subnacional y local es un requisito previo para la buena gobernanza de los bosques. Puede ser valiosa también la implementación de compromisos internacionales relativos a los bosques, y la eficaz colaboración transfronteriza en materia de delitos forestales transnacionales. Por ejemplo, los gobiernos de Belice y Guatemala están combinando energías para combatir las actividades forestales ilegales en sus esfuerzos transfronterizos para reducir la tala ilegal, con ayuda de las organizaciones de la sociedad civil.
A pesar de los heroicos esfuerzos, la corrupción todavía paraliza muchas administraciones forestales y, como resultado, algunos aspectos fundamentales sobre la gobernanza forestal ocurren sólo sobre el papel. Controles internos eficaces, además de las auditorías internas y externas en las agencias forestales pública y privadas, a la par de penas severas para los transgresores, pueden contribuir a reducir la corrupción.
Función del gestor forestal
- Los gestores forestales pueden promover la aplicación de las leyes suministrando información sobre las operaciones forestales que se desarrollan en sus bosques, por ejemplo, como parte de procedimientos de verificación de los procesos de conformidad y legalidad de la certificación y compartiendo sus conocimientos y experiencias sobre los desafíos que enfrenta la aplicación de las leyes sobre el terreno.
- Los gestores forestales pueden suministrar información valiosa de lo que sucede sobre el terreno. Por ejemplo, los pequeños productores podrían carecer de acceso a la información básica sobre el cumplimiento de los mecanismos reglamentarios. En este sentido, informar a los responsables de la toma de decisiones sobre la exigencia de capacitación y de creación de capacidad puede contribuir a promover la conformidad con la ley.