Los árboles han sido tradicionalmente una parte integral de las tierras agrícolas europeas y traerlos de vuelta podría ser una respuesta a algunos de nuestros desafíos ambientales urgentes. Asger Mindegaard y Celia Nyssens presentan a los lectores las posibilidades de una mayor agricultura agroecológica proporcionada por la agroforestería en Portugal.

Herdade do Freixo do Meio está a una hora en vehículo al este de Lisboa. Las 500 hectáreas de tierra agrícola han pertenecido a la misma familia durante seis generaciones y desde que Alfredo Sendim se hizo cargo de la tierra en la década de 1990, el objetivo ha sido el establecimiento de una agroforestería agroecológica. El enfoque combina el conocimiento tradicional del antiguo sistema portugués de "montado" con prácticas agronómicas avanzadas e investigación.

La agroecología y el concepto de comunidad son los valores principales que son la base de la producción en Freixo do Meio y, en enero, la granja comenzó una transición de una empresa privada a una cooperativa de 35 socios. La cooperativa produce una amplia gama de cereales, vegetales y cultivos orgánicos permanentes (frutas, nueces, aceitunas, bellotas), sin mencionar las razas tradicionales de ganado vacuno, ovino, porcino y pollos. La cooperativa se divide en siete áreas de producción diferentes, que incluyen una panadería, aceite de oliva y varios productos cárnicos y vegetales. El sitio incluye un restaurante, una biblioteca abierta, un hotel ecológico y un parque de células solares. La cooperativa también colabora con varios institutos nacionales de investigación.

Los productos agrícolas se venden principalmente como parte de un programa de agricultura apoyada por la comunidad local (CSA), pero también a través de una tienda en línea, dos tiendas agrícolas y boutiques en Lisboa. La crisis del coronavirus ha despertado el interés del consumidor en comprar alimentos de pequeños productores sostenibles en toda Europa

El Freixo do Meio es, en muchos sentidos, es un buen ejemplo de lo que podría ser un futuro agroecológico en Europa. Agricultura diversificada guiada por un profundo conocimiento de los procesos ecológicos y profundamente arraigada en la cultura local, la comunidad y las condiciones ambientales.

La agrosilvicultura ecológica fortalece la resiliencia de las granjas porque los árboles protegen los suelos y los cultivos, retienen el agua, enfrían el microclima y rompen vientos fuertes. Además, la diversificación de la producción hace que las empresas agrícolas y la seguridad alimentaria regional sean menos dependientes de unos pocos cultivos y, por lo tanto, menos vulnerables a los fenómenos meteorológicos que afectan a ciertos cultivos en particular.

Con respecto a la biodiversidad, la agrosilvicultura es particularmente beneficiosa cuando es parte de una operación agrícola diversificada, sin pesticidas y con muchos "elementos del paisaje" (como setos y franjas de flores). Una biodiversidad más rica aumenta la presencia de enemigos naturales (incluidas las aves y los insectos depredadores), lo que refuerza la lucha biológica contra los parásitos. Finalmente, los árboles a menudo actúan como barreras físicas para la propagación de enfermedades y hongos.

Eduardo Santos de la Liga para la Protección de la Naturaleza afirma que es esencial que la política agrícola común de la UE después de 2020 reconozca adecuadamente el valor natural, económico y social de la agrosilvicultura ".