FAO en Colombia

¿Qué necesita Colombia para avanzar hacia el desarrollo rural sostenible?

31/07/2023

Hacer del campo un espacio de desarrollo y bienestar ha sido una meta contemplada en diferentes instrumentos como la Reforma Rural Integral –punto uno del Acuerdo de Paz-, los Planes Integrales de Desarrollo con Enfoque Territorial (PIDARET), y más recientemente, en el Plan Nacional de Desarrollo (PND): Colombia potencia mundial de la vida. 

 

 

Y es que, para Colombia, un país de vocación agrícola, donde el sector agropecuario se ha destacado por ser uno de los pilares de la economía; el campo ha sido también el escenario donde se han condensado todas las problemáticas del país. Conflicto armado, distribución inequitativa de la tierra y diversas carencias en salud, educación y trabajo, entre otras. 

Al respecto, y con una mirada propositiva, más de 20 representantes de Gobierno Nacional, el Congreso de la República, la cooperación internacional, la academia y organizaciones de la sociedad civil se dieron cita en el foro Construcción de Políticas Públicas para el Agro Colombiano, para dialogar sobre los nuevos desafíos de la agricultura y el desarrollo rural, el pasado 21 de julio, en el marco de la edición número 24 de Agroexpo, que este año tuvo como tema central: Colombia Potencia Mundial Agroalimentaria

Gills Bertrand, embajador de la Unión Europea en Colombia, destacó la importante relación que existe entre el desarrollo rural y la construcción de paz. “Reducir las brechas y desigualdades; generar fuentes dignas, justas y legales de ingresos y empleos; conectar los territorios rurales más apartados con el resto del país; y garantizar la vida y defensa de los derechos de líderes y lideresas sociales y ambientales; deben ser prioridades para el país en la transformación del campo”, afirmó. 

Apuestas por la que como acompañantes del punto uno del Acuerdo de Paz, la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto con la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), vienen trabajando desde el Programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II). 

El proyecto brinda apoyo al Gobierno de Colombia a través de los Ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural, y el de Ambiente y Desarrollo Sostenible, así como a sus entidades adscritas, con el propósito de contribuir en el crecimiento inclusivo y sostenible en zonas rurales marginadas y afectadas por el conflicto. 

“Buscamos el desarrollo rural sostenible desde 3 puntos de vista: ambiental, social y económico, para que sea real y de largo plazo, con una mirada incluyente que permita a mujeres, jóvenes y pueblos étnicos avanzar de manera participativa en la modernización del campo”, expresó Furio Massolino, director del Programa DRET II en la AICS. 

“Las soluciones para mejorar la productividad y el bienestar de las comunidades rurales están dadas, y nacen justamente desde la gente, es el campo donde debemos fijar la mirada para encontrar un crecimiento sostenible del agro haciendo que el país atractivo para la inversión”, así lo manifestó Diego Mora, representante asistente de la FAO en Colombia. 

Para Nelson Lozano, director (e) de Innovación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), el agro está pasando por un momento de importante relevancia, con oportunidades de desarrollo, pero en el que también debe enfrentar retos como el ordenamiento del territorio y la adaptación al cambio climático. 

“Para lograr un crecimiento articulado y sostenido del sector agropecuario, es necesario fortalecer cada uno de los eslabones de producción; temas como el acceso a la tierra, la planificación de las cosechas, la orientación agroclimática, el impulso a los circuitos cortos de comercialización y modelos sostenibles como la agroecología, permitirán avanzar en la meta de hambre cero”, concluyó Lozano.
 

Avances en innovación para cerrar brechas del agro Colombiano 

“No puede haber innovación y productividad si no trabajamos para la inclusión social y productiva, con una visión social, educativa y tecnológica”, afirmó Laura Vásquez, directora de Extensión Agropecuaria de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) al explicar que la entidad tiene en desarrollo dos principios trazadores del nuevo modelo de extensión agropecuaria: la territorialización e ir más allá de la cobertura. 

Ideas reforzadas por Arlex Angarita, desde la visión de la academia, quien destacó tres posibles escenarios para innovar y desarrollar procesos competitivos: 1) llevar al territorio el concepto de competitividad, para que la institucionalidad pueda co-construir con las organizaciones; 2) promover el trabajo digno en el campo, ampliando oportunidades para la juventud rural; y 3) promover la participación desde la institucionalidad con la oferta articulada de servicios.
 

Proyecciones de la Reforma Rural Integral (RRI) 

Con la firma del Acuerdo de Paz, en 2016, se dio apertura al desarrollo del país en suma a la construcción de territorios sostenibles, con la promesa de no repetición de escenas de violencia y el cierre de brechas urbano-rurales; sobre estas se habló en el foro, con la revisión de oportunidades actuales y en apoyo desde la cooperación internacional. 

"Colombia como potencia mundial de la vida, ha considerado importante el desarrollo del agro, la producción de alimentos, el uso de tierras y de aumentar la productividad en el campo que se da con la seguridad jurídica de las tierras y de los territorios", destacó Nury Luz Peralta, directora de Acceso a Tierras de la Agencia Nacional de Tierras. 

En representación de la sociedad civil, Belisario Gil, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), manifestó la importancia que tiene el conocimiento de la RRI por toda la ciudadanía, sin importar que no sean habitantes rurales, pues esta es la hoja de ruta clara para el país con las contribuciones del campo en materia de desarrollo, la economía y la seguridad alimentaria. 

Por su parte, Alejandra Vega, especialista senior del área de tenencia y gobernanza de tierras de FAO Colombia, expresó que “la Jurisdicción agraria de cara al desarrollo y la RRI, debe verse como un todo; la seguridad debe ser jurídica, económica y ecológica; por ende, la articulación debe ser completa para constituir este momento histórico en una oportunidad para regularizar el uso y la tenencia de la tierra”. 

Temas en los que la cooperación internacional ha estado presente, brindado su apoyo para que el desarrollo rural sostenible, la reducción de la pobreza rural y el derecho a la alimentación adecuada sean una realidad en el país. Así lo manifestaron Furio Massolino de la Agencia Italiana AICS; Marcos Rodríguez Fazzone, especialista senior de agricultura familiar y mercados inclusivos de FAO Colombia y Andrea Fantini, especialista de la Universidad de Bolonia; en conversación con Ángela Guevara, oficial de cooperación de la Unión Europea en Colombia, en el tercer panel del foro.
 

Enfoque territorial y trabajo intersectorial por el campo colombiano 

En los últimos años estos han sido elementos clave para que las contribuciones de la cooperación internacional sean exitosas y lleven a la efectividad el desarrollo de sus acciones, promoviendo una mayor participación de diferentes actores (sociedad civil, institucionalidad, sector privado, academia e investigación). 

Enfocados en el campo, Massolino destacó el desarrollo de una agenda interministerial entre agricultura y ambiente, en la que el Programa DRET II ha tenido diferentes acciones con entidades territoriales, la ANT y la ADR, a través de las rutas territoriales en las que se escuchan las voces del territorio y se ponen en marcha esas iniciativas que a nivel local permiten validar las políticas públicas para el desarrollo del campo. 

Desde la dirección de innovación del MADR, Lucero Rodríguez, resaltó el trabajo desarrollado con la cooperación en materia de extensión agropecuaria, agricultura climáticamente inteligente, acuerdos de cero deforestación, agroecología, mujer rural, ganadería sostenible y articulación de saberes ancestrales. 

Para Marcos Rodríguez, desde la FAO, agencia técnica en desarrollo rural con más de 190 países miembro en el mundo, la gestión del conocimiento es uno de los elementos clave para la asesoría a gobiernos nacionales en el diseño y desarrollo de políticas públicas, ejerciendo el rol articulador para convocar y conectar diferentes actores en la sociedad. 

Partiendo de las experiencias desarrolladas, Catalina Hoyos, Oficial de programas de la Embajada de Suecia; Juan Carlos Gallego, asesor de la dirección ejecutiva de Agrosavia; Laura Vásquez de la ADR y José Gómez Franco, líder de inclusión productiva de FAO Colombia, conversaron sobre las Apuestas territoriales para el desarrollo sostenible

El enfoque y la transformación territorial, son dos enfoques que contempla la política pública colombiana, lo que, en palabras de José Gómez “abarca los mayores retos para lograr el desarrollo del campo colombiano, creando participativamente las soluciones desde cada territorio para que los proyectos de vida rurales sean posibles”. 

Así lo ha realizado la alianza Suecia-FAO, como lo presentó Catalina Hoyos al hablar sobre la experiencia de las Redes Locales Integración Productiva RLIP, un modelo aplicado que ha dado ya excelentes resultados, logrando una mayor vinculación de actores a nivel local en procura del desarrollo de estos. 

Iniciativa en la Agrosavia se ha sumado en diferentes departamentos, donde –como lo manifestó juan Carlos Gallego, “las redes RLIP permiten trabajar con actores de manera sinérgica, partiendo del reconocimiento de las capacidades de actores en territorio y optimizando los recursos económicos, humanos y ambientales para el desarrollo de procesos de articulación y transformación”.
 

¿Qué camino sigue para el campo colombiano? 

¿Cómo lograr garantías eficaces en el marco del reconocimiento constitucional del campesinado como sujeto especial de derechos?, en un espacio  integrado por la embajadora de México en Colombia, Martha Ruíz; Martha Carvajalino, viceministra de Desarrollo Rural; la senadora Lorena Ríos, coordinadora del Frente Parlamentario contra el Hambre (FPH) ; y Nilson Liz, presidente de la ANUC; con la moderación de Margarita Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, se abordaron las oportunidades que se presentan actualmente para el campo colombiano. 

La reciente aprobación del reconocimiento del campesinado como sujeto especial de derechos, y la creación de la Jurisdicción Agraria y Rural, están dando apertura a un nuevo capítulo para el campo; que debe continuar con la sanción de la Ley estatutaria, una apuesta en la que el FPH, integrado por más de 70 congresistas y con el apoyo del Programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO, ha propuesto trabajar en este periodo legislativo (que inició el 20 de julio). 

Para la viceministra Carvajalino, “la hoja de ruta no es el PND, sino cómo poner en práctica una reforma agraria de hace 29 años se construyó con el legislativo bajo la Ley de 160 de 1994; reforzando su estructura, ampliando la vinculación de actores y mandatos para que materialice en la reactivación”. 

Con un desafío de implementación muy grande, el camino está abierto para que, con la integración de todos los sectores, el campo vuelva a tener esperanza, y con ello la nación en conjunto.
 

Reviva la transmisión del foro aquí:
Jornada am: https://www.youtube.com/live/XybooFl4oGA?feature=share
Jornada pm: https://www.youtube.com/live/7Ugl0IpH8Uk?feature=share


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