El 6 de diciembre de 2021, el gobierno de Malí anunció la prohibición de las exportaciones de cereales −incluidos el arroz, maíz, mijo y sorgo−, hasta nuevo aviso. Esta medida se produce tras una reducción temporal de los aranceles de importación de alimentos básicos, incluidas 300 000 toneladas de arroz, que se impuso a mediados de noviembre. En medio de la inquietud por la escasez de alimentos tras la reducida producción de cereales en 2021, las medidas pretenden garantizar un suministro adecuado de cereales en el mercado interno y contener los precios. A pesar de la presión estacional derivada de la recolección de la cosecha en curso −que concluirá en diciembre−, los precios de los cereales han seguido una tendencia alcista iniciada a principios de 2021 y, en noviembre estaban entre un 10 y un 20 por ciento más altos en términos interanuales, apoyados por la elevada demanda y las perturbaciones del mercado provocadas por el conflicto.