El Gobierno de Marruecos ha anunciado que mantendrá a lo largo de 2016 los derechos de aduana del tipo reducido del 30 por ciento sobre las importaciones de trigo blando, que en principio expiraban a finales de abril. El arancel se redujo desde el 50 por ciento a finales de diciembre, debido a la preocupación por el impacto de una prolongada sequía en la producción nacional de 2016, y a finales de abril, el panorama sigue siendo desfavorable. La medida tiene como objetivo garantizar un suministro adecuado en el mercado y mantener los precios estables. Marruecos ha utilizado tradicionalmente los aranceles sobre las importaciones de trigo para proteger a los productores locales de la competencia extranjera y revisa estos impuestos de forma periódica en función de la situación de la oferta y la demanda en el país.