Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO

Sistemas de captación y potabilización de agua lluvia en Leticia, Amazonas, son modelo a seguir

05/03/2020

El acceso al agua es un derecho humano: “todos los seres humanos deben tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona/ día) y que sea segura, aceptable y asequible”. 

No obstante, en el mundo 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, lo que implica que la escasez de agua ya afecta a cuatro de cada diez personas. 

Esta premisa ha sido el principal motivador para el desarrollo de los Sistemas de Captación y Aprovechamiento de Agua Lluvia (SCALL) en el marco del Programa Mesoamérica Sin Hambre (MsH), una iniciativa conjunta de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID). 

Los SCALL llegaron a Leticia posibilitando el acceso a agua potable a las comunidades indígenas de La Libertad, Zaragoza y San Martín de Amacayacu. Hoy 353 familias de los pueblos tikuna y yagua, asentadas en Leticia (1575 personas), disfrutan del suministro con la producción de 6.000 litros diarios de agua potable.

Cada familia recibe semanalmente 40 litros de agua, tratada por las mismas comunidades en la planta de potabilización que recolecta agua lluvia y la purifica para su distribución en botellones de 19 litros. 

Para hacer sostenible esta iniciativa, delegados de las comunidades han recibido una capacitación inicial brindada por la FAO sobre el manejo técnico y un proceso de formación por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), quien los ha formado para el manejo adecuado y las buenas prácticas. 

El agua embotellada genera una rentabilidad que las comunidades, ya que desde el momento de la inauguración han conformado un fondo rotario, por cada comunidad, a partir del costo inicial del botellón y el que posteriormente genera cada recarga de estos. Con los ingresos económicos instauran han podido contar con los recursos para el mantenimiento de las plantas de potabilización y el pago de los operarios que las manejan. 

La puesta en marcha de los SCALL ha generado beneficios económicos para las comunidades, pues la venta inicial del botellón tiene un costo de 2 mil pesos y la recarga, programada para los días martes y jueves, cuesta 500 pesos por cada botellón, montos muy bajos si los comparamos con el valor comercial que estos tienen en el municipio: 28 mil pesos el botellón nuevo y 2500 cada recarga.

En materia de salud, la iniciativa ha dejado un incremento en la salubridad y muestra de ello ya se ha comenzado a ver el impacto en la salud de los habitantes, pues enfermedades diarreicas en la población infantil han disminuido considerablemente, tal como se reflejó en un estudio realizado recientemente por el Centro de Salud de Zaragoza, adscrito a la Secretaria de Salud Municipal, en el que se encontró una disminución del 95 por ciento de casos de diarrea infantil, respecto del estudio previo a la instalación del SCALL, realizado en el 2017. 

“La mejoría ha sido notable, nuestros niños ya no se enferman y ya no tenemos que pagar un alto costo. El agua es fuente de vida y hoy nos brinda salud” afirma Alirio Caisana, autoridad indígena de la comunidad yagua. 

Todos estos resultados fueron constados por la delegación del Programa MsH, integrada por Alejandra Icela Martínez Directora General del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica AMEXCID, la Coordinadora del Plan Fronteras de la Dirección para el Desarrollo y la Integración Fronteriza del Ministerio de Relaciones Exteriores Jenny Londoño, y el Representante de la FAO en Colombia, Alan Bojanic. 

“Es una gran satisfacción ver que las soluciones aportadas por Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO a la gente del Amazonas tienen sostenibilidad social y económica. Estamos seguros de que próximamente se generarán políticas públicas que fortalezcan estas acciones que benefician a las comunidades rurales e indígenas”, agregó Alejandra Icela Martínez, Directora General del Proyecto Integración y Desarrollo para Mesoamérica, de la AMEXCID. 

“Los SCALL instalados con apoyo de Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO ayudan a cubrir una necesidad básica: el acceso a agua potable. Esto contribuye a resolver problemas gastrointestinales, de tipo infeccioso y parasitario, y también al desarrollo de las comunidades”, declaró Alfredo Mayén, Oficial de Programa de la FAO para “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO”. 

La visita de seguimiento al funcionamiento y sostenibilidad de los tres SCALL, implementados en Leticia, tuvo lugar los días 19 y 20 de febrero de 2020 y contó además con el acompañamiento de funcionarios de la Gobernación del Amazonas. 

Estas acciones se enmarcan en la alianza estratégica lograda entre el Plan Fronteras de Cancillería, la FAO y el Programa MsH, en el marco del proyecto “Seguridad alimentaria, producción para autoconsumo y acceso a mercados con productores rurales en departamentos de frontera”.