Program of Brazil-FAO International Cooperation

La iniciativa de escuelas sostenibles de El Salvador es certificada en el concurso Fundación Banco do Brasil

La Alcaldía de Atiquizaya, en el Departamento de Ahuachapán, logró la certificación de su iniciativa de alimentación escolar, por parte de la Fundación Banco do Brasil, como buena práctica internacional.

Foto: FAO El Salvador

Brasília, Brasil 10 de agosto de 2017 - La iniciativa de Escuelas Sostenibles desarrollada por la Alcaldía de Atiquizaya, en el Departamento de Ahuachapán, en El Salvador, ha sido seleccionada entre las 12 buenas prácticas internacionales certificadas por el Premio de Tecnología Social de la Fundación Banco do Brasil 2017.

Con esta certificación, la iniciativa en alimentación escolar de la Alcaldía Atiquizaya pasa a formar parte del Banco de Tecnología Social (BTS) de la Fundación que, actualmente, cuenta con 995 iniciativas aptas para su replicación. El BTS es una base de datos en línea que reúne metodologías reconocidas que promueven  la solución de problemas comunes en diversas comunidades. Los interesados en conocer todas las tecnologías pueden acceder a la página web de la Fundación.

Las iniciativas certificadas fueron reconocidas como soluciones que tienen un impacto positivo y eficaz en la vida de las personas, que ya se han aplicado a nivel local, regional o nacional, y que pueden replicarse a mayor escala y a nivel nacional.

El próximo 15 de agosto el comité de la Fundación dará a conocer los tres finalistas. En noviembre se llevará a cabo la gala de premiación en la que se anunciará el nombre del ganador.

Este año se lleva a cabo la novena edición del Premio de Tecnología Social. Por primera vez, se abrieron las postulaciones a las iniciativas internacionales en una categoría especial que incluye los temas: agua y medioambiente, agroecología o ciudades sustentables, todos ellos relacionadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

Celebrado cada dos años, el premio es considerado uno de los principales del tercer sector en Brasil. Para la edición 2017, el concurso cuenta con la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Brasil y el apoyo de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Para la coordinadora regional del proyecto de Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, de la Cooperación Internacional Brasil-FAO, Najla Veloso, las innovaciones tecnológicas en el marco de las políticas de alimentación escolar inciden en diversas áreas de la vida de los estudiantes, especialmente, en la salud y la educación, lo que también favorece el alcance de los ODS en los países de la región. 

El Salvador

Desde el 2013, la Alcaldía de  Atiquizaya, en el Departamento de Ahuachapán, lleva a cabo la iniciativa municipal de Escuelas Sostenibles, con el objetivo de establecer una referencia para la implementación de Programas de Alimentación Escolar Sostenibles (PAES) por medio de la articulación entre los distintos sectores y sectores relacionados a la alimentación escolar; la participación social; la educación nutricional y alimentaria para la promoción de hábitos saludables por medio de huerto escolares; la adopción de menús adecuados; bien como la compra de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.

Participan de la iniciativa 22 centros escolares del municipio, beneficiando a 7.034 estudiantes en edad escolar inscritas en el sistema de educación pública.

Según la Alcaldesa de Atiquizaya, Ana Luisa Rodríguez de González, el impulsar una política de Alimentación y Seguridad Alimentaria Nutricional ha sido un gran reto para este gobierno local, ya que lograr los cambios actitudinales en la población requiere un esfuerzo integral de todos los actores locales, esfuerzo que a la fecha ha tenido los resultados deseados. “Para que estos resultados sean sostenibles se ha asegurado la creación de una ordenanza para la seguridad Alimentaria y nutricional del Municipio de Atiquizaya, la cual fue impulsada y apoyada por la FAO y Gobierno de Brasil, que le da el marco legal y el respaldo jurídico al programa, y que permite contar con una fuente de recursos dentro del presupuesto municipal, para la ejecución de programas de seguridad alimentaria y nutricional”. 

Apoyo técnico y un conjunto de actores involucrados 

Para su implementación, la Alcaldía creo la Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutricional, que brinda apoyo y seguimiento técnico a los centros escolares participantes en este proceso. Un coordinador de área,  un agrónomo y una nutricionista, conforman el equipo técnico que desarrolla acciones  en conjunto con otros socios como el Ministerio de Educación de nivel municipal y Ministerio de Agricultura (Centro Nacional Técnico Agrícola (CENTA). 

En términos de educación alimentaria, se lleva a cabo la actividad de huertos escolares pedagógicos con el objetivo de involucrar los estudiantes, docentes, madres y padres de familia y comunidad en general, como ha sido el caso del Centro Escolar Pepenance, en el municipio de Atiquizaya.

Están involucrados en la iniciativa de Escuelas Sostenibles en Atiquizaya 320 directores y directoras y docentes de los centros escolares, bien como 4.849 padres y madres de familia.

“Nuestra visión es avanzar hacia el desarrollo integral de los habitantes del municipio por medio de la innovación productiva nutricional, considerando que la seguridad alimentaria es uno de los ejes fundamentales junto a la educación y salud para el desarrollo integral del municipio”, señaló la Alcaldesa de Atiquizaya.

En el municipio, son 10 menús reforzados con el aporte de la compra de alimentos y las madres preparadoras del refrigerio escolar recibieron capacitación adecuada en temas de inocuidad de alimentos y manipulación apropiada con el fin de promover los hábitos higiénicos dentro de la cocina de cada centro escolar.

Para la comercialización de los productos de la agricultura familiar para la alimentación escolar, se han involucrado 79 productores y productoras.

Además, se invirtió en la mejoría de la infraestructura y del equipamiento escolar para el almacenamiento, preparación y el consumo de los alimentos, especialmente cocinas, bodegas y comedores, con el objetivo de garantizar condiciones adecuadas y fortalecer comportamientos alimentarios saludables. La comunidad educativa participó desde el aporte financiero hasta la construcción de la obra, supervisión y mantenimiento de los espacios.

La base sobre la que se han desarrollado las Escuelas Sostenibles en Atiquizaya se fundamenta en la premisa de que las escuelas son espacios privilegiados de convergencia de la comunidad, y de que el desarrollo social y económico de un pueblo está asociado a la inclusión educativa.