REDD+ Reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques

Visión general

El cometido de REDD+ es estimular a los países en desarrollo para que contribuyan a los esfuerzos de mitigación del cambio climático mediante: i) la reducción de las emisiones de GEI con la ralentización, detención y reversión de la pérdida y degradación de los bosques; y ii) el aumento de las remociones de GEI de la atmósfera terrestre por medio de la conservación, gestión y expansión de los bosques. 

Se requiere de los países interesados en REDD+ que avancen en tres etapas, que están estrechamente ligadas entre sí (Decisión 1/CP.16 de la CMNUCC, Párrafo 73):

  • Etapa de preparación, con la elaboración de estrategias o planes de acción, acciones de mitigación de REDD+ y el desarrollo de capacidades;
  • Etapa de ejecución de las estrategias nacionales y de las actividades de demostración basadas en los resultados, poniendo en marcha acciones REDD+ y estrategias o planes nacionales, que podrían involucrar nuevas actividades de desarrollo de capacidades, desarrollo y transferencia de tecnología y actividades de demostración basadas en los resultados
  • Etapa de ejecución de medidas basadas en los resultados que deberían ser objeto de la debida medición, notificación y verificación.

Cinco actividades de REDD+, acordadas a nivel mundial, contribuyen a las medidas de mitigación en el sector forestal:

  1. reducción de las emisiones debidas a la deforestación;
  2. reducción de las emisiones debidas a la degradación forestal;
  3. conservación de las reservas forestales de carbono;
  4. incremento de las reservas forestales de carbono 
  5. ordenación forestal sostenible;

Estas cinco actividades se pueden implementar –individual o colectivamente– por medio de un conjunto de Políticas y Medidas (PYM) coordinadas, definidas por cada uno de los países e incorporadas en sus estrategias y planes de acción nacionales. Estas actividades pueden ofrecer también importantes beneficios colaterales de adaptación al cambio climático. La adaptación hace referencia a la resiliencia de los ecosistemas, así como de las sociedades. 

Allá donde los bosques no han sufrido degradación, la población cuenta con mayor protección frente a desastres naturales  como inundaciones o corrimientos. En las zonas costeras, los manglares pueden proteger de las tormentas y el oleaje. Los bosques en buen estado también reducen la vulnerabilidad, ofreciendo alimentos, refugio, medicamentos y apoyo a los medios de vida de algunas de las personas más pobres del planeta.