A pesar del reconocimiento mundial del papel de la protección social para el desarrollo socio-económico, en los debates a escalas regional y nacional siguen presentes preguntas relacionadas con la dependencia, la falta de incentivos laborales y las repercusiones negativas sobre la dinámica de género.

Los datos fácticos producidos por la FAO han demostrado que, en lugar de crear dependencia, las transferencias sociales generan efectivamente una repercusión económica y productiva. Por ello, los resultados de la FAO y del Proyecto de transferencias contribuyeron a cambiar las narrativas nacionales en materia de políticas de protección social, mejorando así la ampliación de los programas y abordando las interpretaciones erróneas relativas a las transferencias en efectivo.

La FAO ha coordinado el diálogo en África, pero actualmente está expandiéndose a otras regiones del mundo en el ámbito de la protección social. Asimismo, sigue promoviendo la expansión de los programas para llegar de forma efectiva a los grandes porcentajes de personas pobres residentes en zonas rurales y para garantizar que se aborden sus vulnerabilidades.

Una parte clave del trabajo FAO en la protección social es la difusión de conocimientos para que los mensajes lleguen al público adecuado y promover el intercambio de experiencias y las buenas prácticas para que se conozca mejor qué es la protección social y cómo puede reducir la pobreza rural e impulsar el crecimiento económico y social.

La FAO promueve y organiza actos de alto nivel para difundir y crear oportunidades de colaboración y fijar el plan de acción sobre protección social.