La gestión forestal sostenible para el desarrollo social
Los bosques y los árboles suministran una amplia gama de productos y servicios, y su función vital en el apoyo a los medios de vida rurales y la seguridad alimentaria requiere un enfoque de la silvicultura centrado en las personas. Los bosques generan ingresos mediante la venta de productos forestales que también pueden complementar los ingresos de otros sectores como la agricultura. Asimismo, los bosques son fuentes de alimentos, medicamentos y combustible para más de mil millones de personas en todo el mundo; y aproximadamente 2 400 millones de personas utilizan leña para cocinar.
La dimensión social de la GFS abarca conceptos como participación, equidad, acceso, derechos de uso, seguridad de los trabajadores, igualdad de género y gestión de conflictos en comunidades afectadas por los bosques. Estos aspectos deben recibir la debida atención en los esfuerzos de GFS, ya que la equidad es crucial en la distribución de beneficios y costos en las zonas forestales rurales. La implementación de la GFS debe apuntar a reducir la desigualdad, promover empresas de propiedad local y mejorar las condiciones laborales.
Quienes están directamente involucrados o afectados por la gestión forestal deberían tener voz y voto en el planteamiento de objetivos de manejo de los bosques. Las decisiones impuestas a las partes interesadas sin consulta carecen de legitimidad y pueden provocar conflictos. Reconocer a la población local como parte interesada clave e involucrarla en la toma de decisiones fomenta resultados positivos para los medios de vida, el desarrollo rural y la conservación de los bosques. Garantizar una distribución equitativa de los beneficios puede requerir inversiones en viviendas, educación, atención médica y asignación de derechos sobre los recursos.
La implementación de la GFS implica un monitoreo continuo de los indicadores sociales y abordar los impactos negativos, como los conflictos sobre la distribución de beneficios. El concepto de silvicultura comunitaria tiene por objetivo aumentar la participación local en la gobernanza y el manejo de los recursos forestales. Los responsables de las políticas tienen grandes expectativas para la silvicultura comunitaria, a saber, afrontar el cambio climático, mejorar la aplicación de la ley, promover la restauración forestal, etc. La silvicultura comunitaria tiene el potencial de contribuir a los objetivos sociales de la GFS y mejorar los medios de vida locales.