Global Forum on Food Security and Nutrition (FSN Forum)

Today we cannot make correct considerations about food security if we do not sufficiently take into account its indissoluble relationship with climate change and the sustainability of agricultural systems. The carbon footprint produced by the processes of food production, transport and processing should not be disregarded. However, in the context of global considerations, in which in which partnerships very diverse actors participate -many of them closely linked to industrial production and food trade, there is a tendency to minimize this fundamental angle in aim to reach consensus.

From this perspective, food security should more emphatically incorporate the vital importance of the biological and cultural diversity encompassed by the surviving traditional agroecosystems, which, despite all the FAO efforts and those of some governments, are now more than ever threatened.

The precepts contained in the Voluntary Guidelines on the Right to Foodwould have to be promoted with greater force, especially in a global context in which the new governments of countries that were, until recently, leaders in the development of national measures and legislations that helped to eliminate food poverty for millions, are no suffering enormous setbacks, due to the alignment of political decisions with the great economic interests of industrial agriculture. For this reason, not only the speech of the HLPE should be clearer and more emphatic, but should be accompanied by proposals to develop and enact binding political, legal and economic commitments in aim to prevent setbacks such as those we are now witnessing.

The growing tendencies to develop industrial agricultural systems to produce large quantities of food with the least possible intervention of people, even to develop an agriculture without farmers -based on the large technological display backed on enormous economic support imply, on the other hand, a great concentration of information and power. This developments should be pointed out clearly as potential threats to food justice, even if they probe highly productive.

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El día de hoy no podemos hacer consideraciones correctas sobre seguridad alimentaria si no destacamos suficientemente su relación con dos temas, ahora indisolubles: el cambio climático y la sustentabilidad de los sistemas agrícolas. La huella de carbono producida por los procesos de producción, el transporte y el procesamiento de alimentos son criterios que no pueden ser omitidos. Sin embargo en las consideraciones globales, en las que intervienen actores muy diversos; muchos de ellos vinculados a sectores vinculados con la producción industrial y el comercio de los alimentos, existe la tendencia a minimizar este ángulo fundamental.

Desde esta perspectiva, la seguridad alimentaria debería incorporar más enfáticamente la importancia vital de la diversidad biológica y cultural que engloban los agroecosistemas tradicionales, los que, pesa a todos los esfuerzos de FAO y de algunos gobiernos, se encuentran ahora más que nunca, amenazados.

Los preceptos contenidos en las Directrices Voluntarias sobre el Derecho a la Alimentacióntendrían que ser impulsadas con mayor fuerza, sobretodo en un contexto mundial en el que los nuevos gobiernos de países que fueron, hasta hace poco, punteros en el desarrollo de medidas y legislaciones nacionales que coadyuvaron a eliminar la pobreza alimentaria en millones de personas, ahora sufrirán enormes retrocesos, debido a la alineación de decisiones políticas con los grandes intereses económicos de la agricultura industrial. Por esta razón, no sólo el discurso de del HLPE debe ser más claro y enfático, sino que debe estar acompañado de propuestas para el desarrollo de compromisos políticos, jurídicos y económicos vinculantes que impidan retrocesos como los que ahora estamos atestiguando.

Las crecientes tendencias a desarrollar sistemas agrícolas industriales para producir grandes cantidades de alimentos con la menor intervención de personas posibles, incluso una agricultura sin campesinos, desarrolladas con un gran despliegue tecnológico y enorme respaldo económico implican, por otro lado, una gran concentración de información y poder. Estas deberían explícitamente ser analizadas como amenazas potenciales a la justicia alimentaria, aun si resultan muy eficaces en la producción de alimentos.