Global Forum on Food Security and Nutrition (FSN Forum)

Leidy Casimiro Rodríguez

Universidad de Sancti Spíritus
Cuba

Es necesario reconocer a nivel mundial el protagonismo de las familias campesinas que alimentan en gran parte y de una forma sostenible a la humanidad, a partir de un modo de vida digno, necesario y dotado de un vínculo especial con la naturaleza. Las políticas públicas que apoyen la resiliencia socioecológica de la agricultura familiar y que faciliten el acceso a la tierra y al agua, la mejora de los medios de vida de las comunidades campesinas, la contextualización de tecnologías apropiadas para el uso de los recursos localmente disponibles, etc., sustentarán una producción agropecuaria sobre bases agroecológicas y la seguridad y soberanía alimentaria de un territorio o de un país.

Más allá de la implementación de prácticas agroecológicas y la materialización de sus principios, para que la agroecología se convierta en una realidad palpable a mayor escala en fincas familiares, las familias campesinas deben sentirse estimuladas hacia el diseño y manejo agroecológicos de sus sistemas desde todos los puntos de vista. Para ello necesita de la estimación y valorización general, además de políticas públicas que la fomenten, pues sus características como forma de vida y unidad socioeconómica multifuncional no solo la dotan de una gran capacidad de adaptación y de innovación ante nuevas circunstancias socioculturales y ecológicas, sino además que le adjudican una alta importancia para la seguridad y soberanía de una nación.

En la actualidad existen infinidad de intentos, acciones y proyectos enfocados en lograr hacer una agricultura más acorde con la naturaleza y con la opinión pública generalizada en apoyo de alimentos más sanos y de una mayor cantidad de estos; a ello contribuiría la transición agroecológica de la agricultura campesina. Además, apoyaría la mitigación y adaptación al cambio climático y la resiliencia socioecológica de las fincas familiares. Las fincas campesinas deben recibir mayor apoyo estatal para que viabilicen producciones a mayor escala sobre bases agroecológicas, e incrementen los niveles de biodiversidad y eficiencia, garantizando la inocuidad y la calidad de los alimentos, sin pérdidas por ineficiencia en el beneficio, conservación, empaque y transportación de los mismos, y tratando en lo posible disminuir la cadena de intermediarios en su comercialización, para que lleguen más frescos y asequibles económicamente al consumidor final.

Qué reglamentos y normas, qué instrumentos, procesos y mecanismos de gobernanza se necesitan para crear un entorno propicio para el desarrollo e implementación de la agroecología familiar, en nuestro criterio entre otros elementos se deben tener en cuenta lo siguiente:

  • Reevaluar políticas que posibiliten créditos blandos y con bajas tasas de interés para las familias campesinas.
  • Establecer mecanismos preferenciales de financiamiento para los agricultores familiares, facilitándoles la adquisición de medios de producción y tecnologías apropiadas.
  • Implementar un Seguro Agrícola a la AF para una mayor cobertura frente a los riesgos (climáticos, de mercado, etc.).
  • Propiciar el acceso a los servicios de asistencia técnica y de extensión rural, promoviendo además una interacción eficaz entre el conocimiento tácito de los agricultores y el conocimiento, tanto empírico como científico, de los mediadores, de forma que se complementen.
  • Promover y ejecutar las actividades y tecnologías que generan más valor agregado a las producciones familiares, de forma tal que se amplíe el porta folio de productos que estas puedan ofertar en el mercado local, se amplíen las etapas de los procesos de producción dentro de sus fincas y la capacidad productiva, a la vez que generen un autoempleo familiar y comunitario más eficiente.
  • Adecuar los programas, leyes y capacidades que se formen sobre la base de la resiliencia socioecológica de la finca familiar, que afiancen la independencia del mercado externo a sus agroecosistemas y la capacidad de innovación y validación de tecnologías agroecológicas apropiadas para cada contexto.
  • Priorizar los circuitos cortos que disminuyan las distancias físicas y los costos de transacción, educando a la sociedad en general para el consumo solidario y responsable, sobre la base de una cultura alimentaria acorde a los gustos y a la salud.
  • Definir políticas de precios diferenciados, acorde a los costos de producción familiar.
  • Promover actividades y acciones para la certificación popular de las producciones de alimentos provenientes de la AF.
  • Incentivar la participación de los jóvenes en la agricultura con apoyo para el acceso de recursos productivos y con un enfoque integral a sus necesidades que los motiven a la vida familiar en el campo.
  • Mejorar la infraestructura y los servicios en el entorno rural que favorezcan los medios de vida de las familias campesinas, como el acceso al agua, mejoras del estado constructivo de sus viviendas, de vías de acceso y transporte público, comunicaciones y acceso a las tecnologías de la información, actividades recreativas, entre otras, que garanticen niveles de calidad de vida similares e incluso superiores a aquellos de las poblaciones urbanas.
  • Empoderar a la mujer campesina, facilitando su intervención en la toma de decisiones y su participación equitativa.
  • Involucrar a la AF, no solamente con prácticas productivas de alimentos, sino también en otras actividades no agrícolas que afiancen las relaciones campo-ciudad y con otros actores de la sociedad, como la educación agroecológica, el turismo rural y el desarrollo de mini-industrias.

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Leidy Casimiro Rodríguez

Ph.D. Agroecología

Universidad de Sancti Spíritus

Cuba