El Gobierno keniano ha anunciado la concesión de subvenciones temporales a las importaciones de maíz y la venta de maíz importado a los molineros a un precio medio de 2 300 Kes (21,87 USD) por saco de 90 kg de harina de maíz, frente al coste medio de más de 4 000 KES (USD 38) en el mercado local. Los molineros identificarán la harina con la etiqueta del Gobierno de Kenya y la venderán en paquetes de 2 kg a un precio no superior a KES 90 (USD 0.86), por debajo de los KES 140 (USD 1,33) señalados en abril. El Gobierno había permitido ya a los molineros importar maíz de cualquier país y eximido a la harina de maíz del impuesto sobre el valor añadido (FPMA-Políticas alimentarias). Estas medidas tienen por objeto reducir los precios al por menor del maíz, que están subiendo desde principios de 2017. Los precios alcanzaron niveles récord o casi récord en abril, respaldados por la reducción de los suministros de la cosecha de la segunda temporada de lluvias cortas de 2016 y la inquietud sobre la próxima cosecha de lluvias largas de 2017, debido a la sequedad inicial de la temporada y a las infestaciones de orugas. Con el fin de mitigar la disponibilidad reducida y los altos precios de otros alimentos básicos, el Gobierno ha eliminado también los impuestos sobre el azúcar y la leche en polvo importados. El aumento general de los precios alimentarios llevó la inflación de los precios al consumidor a un 11,5 por ciento interanual en abril, su nivel máximo en casi cinco años.