Inclusive and Sustainable Territories and Landscapes Platform

"Si se hacen políticas sólo para una ciudad, o sólo para el ámbito rural o sólo para el ámbito urbano, se están perdiendo muchísimas ventajas y oportunidades para el país"

En nuestra sección OPINIONES TERRITORIALES tenemos el placer de conversar con Anna Wellenstein, Directora Gerente de la Práctica Global de Urbano, Rural y Social para América Latina-Caribe del Banco Mundial, quien comparte con nosotros el enfoque territorial que está aplicando el Banco en sus proyectos, y la oportunidad que representa el abordaje del desarrollo rural-urbano de manera integrada.

:30/04/2015

1. En este año se espera que se llegue a un 80% de la población de América Latina-Caribe viviendo en zonas urbanas. ¿Qué impacto tendrá ese hecho en la sostenibilidad de la región, en términos ambientales y también sociales?

El crecimiento de las ciudades podría ser muy positivo para la sostenibilidad. Si el crecimiento se lleva a cabo de manera adecuada, puede ser fuente de crecimiento económico, una oportunidad de promover inclusión social y de protección del medio ambiente. Pero si el crecimiento no ocurre de manera sostenible puede tener como resultado la exclusión social, el aumento del sector informal, polución industrial, el aumento de residuos, el deterioro de la tierra. Por tanto, los impactos de la urbanización dependerán de cómo ocurra esta urbanización y cómo se realice la gestión de áreas urbanas.  Esperemos que sea para la región una oportunidad y que haya más conciencia de la importancia de las políticas urbanas, que se sustituya la creencia de que los mercados fijarán todo. Será importante que consolidemos la importancia del planeamiento urbano y espacial, incluso en países que no están tan urbanizados pero que también están empezando a promover políticas urbanas y desarrollo regional como elementos centrales de su planeamiento. Pienso también que es positivo tener procesos de urbanización que apoyen a las regiones en la consideración por ejemplo de los costos ambientales, la necesidad de servicios, de salud, de inclusión social, la búsqueda del potencial de la región, así como en la priorización de inversiones. Y por todo ello, creo que los procesos de urbanización pueden ser muy positivos para la región. Es una oportunidad, si se hacen bien las cosas.

Lo que es fabuloso en América Latina es que existen gobiernos locales fuertes, y,  alcaldes sólidos. Esta característica no la encontramos en algunas  de las otras regiones del mundo, donde los estados son mas centralizados; contar con una representación local fuerte conlleva a que sean tenidos en cuenta aspectos locales, como por ejemplo el ordenamiento del territorio, las inversiones estratégicas que generen crecimiento, y políticas de atención a grupos desfavorecidos. 

 

2. Los actuales enfoques de desarrollo territorial proponen la construcción de una malla territorial que interrelacione áreas urbanas y rurales y sustituya la competencia entre ambas por la complementariedad y la búsqueda de sinergias. ¿Nos podría explicar de qué manera el Banco Mundial está alentando y apoyando a los gobiernos a desarrollar estrategias territoriales de equilibrio rural-urbano?

Quiero creer que ya no existe esa competencia en América Latina. En estos momentos nuestro trabajo en la región (por ejemplo en Colombia, Brasil, Bolivia, México) consiste en considerar sistemas de ciudades en cada país, para revisar los sistemas de crecimiento urbano. Nuestra mirada se dirige a ciudades individuales pero también a cómo se relacionan entre ellas y también con el interior del territorio. Porque si se hacen políticas sólo para una ciudad, o sólo para el ámbito rural o sólo para el ámbito urbano, se están perdiendo muchísimas ventajas y oportunidades para el país . 

Por lo tanto nuestro trabajo analítico considera espacios urbanos y la conexión entre ellos, así como mecanismos de planificación, y de financiación. Este abordaje ha sido  muy útil y de gran ayuda para muchos países. Por ejemplo, las ciudades de Colombia, tal como revelaron nuestros estudios, operan independientemente, y,  como resultado, no están muy especializadas. ¿En qué medida podemos reforzar esa conexión entre ciudades para promover la especialización y con ello el crecimiento y una eficiencia de las ciudades?. Estudiamos por ejemplo cómo están conectadas las ciudades, si  se están facilitando cadenas de valor que faciliten a las zonas rurales beneficiarse de los mercados de la ciudad. Para todo ello estamos ofreciendo herramientas que permitan a los gobiernos empezar a pensar en estos temas. 

En países como Perú, que hay un dominio de la capital respecto al resto del país, y estamos explorando  cómo el crecimiento de la capital se puede extender a otras partes del territorio del país. Ello pasa por entender las diferentes partes del país, y cómo conectarlas en términos de movimientos migratorios,  considerando políticas en un marco más amplio.

He visto menos una posición en la que los gobiernos miren sus políticas con un foco en uno u otro ámbito espacial (urbano o rural), eso está desapareciendo afortunadamente. Por ejemplo, en Colombia el Plan de Desarrollo Nacional es un buen ejemplo; y países  como Bolivia o Guatemala, están revisando también sus políticas nacionales para adoptarlas con un enfoque más integrado.

Respecto al Banco, hemos consolidado en una única Práctica Global técnica los temas de desarrollo rural-urbano, lo cual nos da la oportunidad de considerar grandes ciudades y pequeños pueblos, como también la manera en cómo se interrelacionan. Esto nos ofrece una visión mucho más amplia de lo que está sucediendo.

 

3. ¿Existen metodologías o indicadores con los que el Banco Mundial esté trabajando en este ámbito que puedan ser utilizados por gestores públicos de la región en su desarrollo de iniciativas cohesionadoras de su territorio?

La referencia que más usamos es el  Informe “Planificar, conectar y financiar ciudades hoy” , editado por el Banco en 2013, en el cual se analizan cambios espaciales utilizando los puntos de vista de la historia económica y la investigación reciente y se proponen una serie de metodologías. El “Informe  del Banco Mundial sobre el desarrollo mundial 2009: Una nueva geografía económica”, es otra buena referencia.

 

4. ¿Qué peso tiene la mejora de la conectividad de las áreas rurales remotas en la disminución de la pobreza? ¿Qué papel juegan en ese “rescate” las áreas urbanas más cercanas?

Depende del contexto local, pero en general, lo que intentamos hacer es asegurarnos de que  las áreas rurales tengan acceso servicios básicos: educación y salud fundamentalmente, que es lo que permite a la población estar sana y tomar decisiones. Lo básico debe ser ofrecido en cualquier lugar. Pero también se ha de cuidar el acceso a los mercados, al empleo,  y también a las atracciones sociales, de manera que los pueblos puedan entrar en redes más amplias, o en redes de grupos de ingresos. Sólo así puede evitarse la creación de círculos viciosos y facilitar el acceso a lugares con mayor prosperidad. 

La conectividad siempre da opciones de progreso. Por supuesto, determinadas opciones de conectividad o de desarrollo se pueden dar lógicamente sólo cuando se alcanza un determinado nivel de población. La conectividad es fundamental, y a menudo difícil de ofrecer. 

 

5. Entre los desafíos que presenta el balance entre zonas rurales y urbanas, se han señalado los relacionados con la gobernanza o la inclusión social. ¿Cuáles son, a su juicio, las principales herramientas que han de ser utilizadas para promover esquemas de desarrollo territorial integrado

Uno de los mayores retos y oportunidades está en el acceso a información y los datos espaciales. Hoy tenemos información muy valiosa, de todo tipo de bases de datos que generan datos espaciales que nos dan información precisa sobre áreas edificadas, sobre dónde tiene lugar la actividad económica y cómo cambia en el tiempo… Los datos espaciales constituyen una herramienta estratégica, y sin embargo falta en muchos países. Tener datos es uno de las cosas más importantes. Permite saber cómo las políticas y las personas interactúan en un área física determinada. Entender eso es un primer paso. Los gobiernos están entendiendo la importancia de la información espacial. Ello ha cambiado la manera en cómo hacemos desarrollo con enfoque territorial y le ha dado robustez. Poner los datos en primer lugar y ayudar al desarrollo de herramientas básicas en torno al ordenamiento del territorio es sumamente importante.

Por otra parte, además de los datos para la planificación territorial, diría que los mecanismos de coordinación intersectorial para conseguir la correcta implementación de las políticas son otra herramienta poderosa en el territorio, y de enorme ayuda.

 

Author: TCIC

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