Después de que se iniciara la guerra, Larysa y su nieto tuvieron que abandonar Mariúpol, su ciudad natal. Viajaron durante cinco días hasta llegar a Pushkarivka, en Ucrania oriental, donde la FAO les ayudó a empezar a cultivar para mantenerse a sí mismos. © FAO/Oleksandr Mliekov
La guerra sorprendió a Larysa Zueva mientras estaba haciendo su turno en un hospital psiquiátrico en Mariúpol, en Ucrania sudoriental. Permaneció más de un mes con su nieto en el refugio del hospital junto con unas 200 personas más. A pesar de los ataques, su trabajo en el hospital continuaba. Cuando se cortó el suministro de gas, recurrieron a una hoguera para cocinar, logrando así seguir alimentando y cuidando a sus pacientes.
“Los bombardeos eran muy intensos, por lo que no pudimos abandonar la ciudad durante la primera evacuación, pero el 22 de marzo, finalmente lo conseguimos”, dijo Larysa.
Larysa y su nieto viajaron cinco días hasta llegar a Pushkarivka, en la provincia de Dnipropetrovsk, al norte de Mariúpol, donde los bombardeos no eran constantes. Natalia, una antigua compañera de trabajo de la hija de Larysa, les recibió y les ayudó a establecerse.
“Mi apartamento en Mariúpol quedó totalmente destruido. No hay ningún sitio al que podamos volver. Nuestra hermosa y moderna ciudad, así como nuestro hogar, han desaparecido”, explica Larysa.
Ahora, ella y su nieto han alquilado una casa y ya han comenzado a cultivar la tierra. Poco a poco se van acostumbrando a su nuevo hogar, el huerto y los nuevos paisajes.
Ella nunca había trabajado como agricultora, pero los vecinos le ayudaron y le dijeron qué tenía que hacer y cómo.
“La gente aquí es muy atenta; nos dan consejos sobre cómo cultivar la tierra. Ayer plantamos fresas. Y también hemos comprado semillas de pepino y tomate. Hoy hemos recibido de la FAO patatas de siembra, que vamos a plantar. Estamos plantando hortalizas, ya que nadie sabe qué sucederá a continuación”, añadió Larysa.
En total, se han entregado 862 toneladas de patatas de siembra a 17 740 hogares en 10 de las provincias del país. La distribución de la FAO llegó a tiempo para la temporada de siembra de patata de primavera, lo que garantizará que esta fuente de alimento tan nutritiva se pueda cosechar en septiembre. © FAO/Oleksandr Mliekov
De la distribución de la FAO, Larysa recibió 50 kg de patatas de siembra que ayudarán a cultivar en torno a 600 kg de patatas para consumo familiar propio o para su venta.
Aunque no prevé que pueda regresar a su Mariúpol natal, sigue sin perder la esperanza y agradece sinceramente la asistencia y los insumos agrícolas.
“En cuanto acabe la guerra, me gustaría comprar esta casa”.
En total, la FAO ha entregado 862 toneladas de patatas de siembra a 17 740 hogares en 10 provincias del país, en el este, el sur, el centro y el oeste de Ucrania. La distribución llegó a tiempo para la campaña de siembra de patata a mediados de mayo, lo que garantizará que esta fuente de alimento tan nutritiva se pueda cosechar en septiembre.
La familia de Larysa es uno de los 3 690 hogares en Dnipropetrovsk que han recibido asistencia del Programa de respuesta humanitaria de la FAO. La distribución de patatas de siembra se realizó en colaboración con el Servicio de asesoramiento agrícola de la Organización Pública Regional de Dnipropetrovsk, un asociado local para la ejecución.
Tras el inicio de la guerra, la FAO ha dispuesto un Plan de respuesta rápida para prestar asistencia agrícola y garantizar la seguridad alimentaria a las personas más afectadas por el conflicto. © FAO/Oleksandr Mliekov
“En este momento, es absolutamente crucial ayudar a los agricultores, en particular agricultores en pequeña escala, que cultivan en huertos domésticos y producen alimentos para su propio consumo”, declaró el Sr. Pierre Vauthier, Oficial designado responsable de la FAO en Ucrania. “La respuesta de la FAO incluye el suministro de insumos agropecuarios junto con dinero en efectivo para ayudar a los pequeños agricultores y ganaderos más afectados a respetar los plazos del calendario agrícola. Este apoyo permitirá a los hogares producir hortalizas, cereales, leche, carne y huevos para alimentarse”.
La FAO trabaja en Ucrania desde 2003. Tras el inicio de la guerra, la Organización ha dispuesto un Plan de respuesta rápida para ofrecer asistencia agrícola y garantizar la seguridad alimentaria a las personas más afectadas por el conflicto.
En el marco del Plan de respuesta rápida, la FAO ha pedido un total de 115,4 millones de USD para ofrecer apoyo a 979 320 agricultores en pequeña escala y productores medianos de aquí a diciembre de 2022.
Hasta la fecha, se han recibido contribuciones financieras de Australia, Bélgica, el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) (proyectos de respuesta rápida), Francia, la Fundación Louis Dreyfus, el Fondo Humanitario para Ucrania, el Japón, la Oficina de Asistencia Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Unión Europea.
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