Técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay presentan a EMBRAPA y FAO resultados de parcelas demostrativas de cultivo de algodón.

Especialistas de Embrapa Brasil, técnicos involucrados en investigación,  extensionistas agrarios y técnicos docentes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), evalúan resultados de ensayos y parcelas demostrativas para la sostenibilidad de los sistemas de producción de algodón.

La utilización de tecnologías renovadas y las buenas prácticas implementadas (como los  sistemas de rotación con maíz y mucúna y otros rubros alimenticios), lograron conservar la fertilidad del suelo y aportaron al fortalecimiento de las capacidades técnicas para la producción de algodón en el país.

A tres años de la implementación del Proyecto Más Algodón, las Unidades Técnicas Demostrativas (UTDs), ubicadas en fincas de productores familiares y escuelas agrícolas brindan un panorama completo y detallado del comportamiento del algodón con un enfoque ecosistémico, bajo un manejo de rotación de cultivos asociados con abonos verdes y maíz. 

Los investigadores del Instituto Paraguayo de Investigación Agraria (IPTA) y de Embrapa, destacan la productividad alcanzada a partir del manejo adecuado de  los cultivares de algodón paraguayo y brasileño, resultado de técnicas de adaptación de los materiales a las condiciones locales combinadas a la densidad de plantas de algodón por área.

Las parcelas demostrativas, situadas en seis departamentos del país, fueron un medio de transferencia de tecnologías y buenas prácticas para demostrar las técnicas adecuadas de producción de algodón en el marco de un sistema sostenible.

“Trabajamos con estudiantes agrícolas y productores familiares con el propósito de generar propuestas técnicas que permitan aumentar la productividad del cultivo mediante la recuperación de la fertilidad del suelo”, afirmó Julio Díaz, punto focal del MAG. 

Al inicio del proyecto, el algodón tenía una media de productividad de 800 kg/ha y al cabo de 3 campañas con aplicación de buenas prácticas se logra resultados de hasta 2900 kg/ha, en la zafra 2018-2019. 

“La combinación de técnicas de cultivo, el uso de variedades adaptadas a las condiciones del país y la capacitación de productores  y técnicos hacen con que los resultados en productividad del algodón aparezcan”, comentó  Tarcisio Gondim, especilista de Embrapa.

Para Adriana Gregolin, coordinadora regional del proyecto y representante de la FAO, a través de la iniciativa Más Algodón, de la cooperación Brasil-FAO-Paraguay, está siendo posible intercambiar conocimientos estratégicos para el fortalecimiento del sector algodonero paraguayo, que es el objetivo principal de los 4 años de cooperación, visando la organización de la cadena productiva. 

Especialistas internacionales y técnicos del MAG reunidos esta semana en Paraguay trabajan para establecer las mejores recomendaciones técnicas a partir de las respuestas obtenidas en campo y en las unidades de investigación del IPTA.

Todos coinciden que aplicar las recomendaciones de buenas prácticas es un factor decisivo para la sostenibilidad del sector algodonero  en el país. “El estudio de las variables que intervienen en el proceso productivo del algodón genera información de calidad que puede ayudar al diseño de políticas públicas adecuadas para el rubro”, dijo Juan Carlos Cousiño, ingeniero del IPTA.

Proyecto +Algodón

A nivel global hay 35 millones de hectáreas sembradas con algodón en 60 países, lo que lo vuelve uno de los cultivos no alimentarios más importantes del mundo. En América Latina y el Caribe este rubro es clave para la agricultura familiar, ya que el 80 % de sus unidades productivas de algodón pertenecen a este sector.

El gobierno paraguayo implementa el proyecto +Algodón, a través de la Dirección de Educación Agraria (DEA) y la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) del MAG, el Instituto Paraguayo de Tecnologías Agropecuaria (IPTA), y cuenta con el apoyo técnico de la empresa brasileña Embrapa.

Desde el Proyecto +Algodón, se considera que el rubro algodón no solo hace parte de un sistema de producción, sino también de una cadena de transformación, agregación de valor, comercio y consumo.