Las mujeres son las principales guardianas de la diversidad ganadera


Un nuevo estudio sostiene que para conservar con éxito las razas, hay que empoderar a las mujeres

05/11/2012 - 

Las mujeres que crían ganado en todo el mundo deben ser consideradas las principales protagonistas en los esfuerzos por detener el declive de las razas autóctonas, cruciales para la seguridad alimentaria rural y la zoogenética, según sostiene un nuevo estudio de la FAO.

Sin embargo, la contribución de las mujeres a la cría y conservación del ganado autóctono está infravalorada y poco documentada, según advierte el estudio Guardianas invisibles: las mujeres gestionan la diversidad ganadera.

De los 600 millones de criadores pobres de ganado en el mundo, alrededor de dos terceras partes son mujeres, cuyos maridos a menudo han emigrado a las ciudades. Las mujeres se quedan en casa con los hijos y viven de los cultivos y del pequeño ganado autóctono, como pollos o cabras, o en ocasiones, una vaca.

Las razas autóctonas están adaptadas a condiciones locales a menudo duras, son resistentes a la enfermedad, sobreviven con forrajes fáciles de obtener a nivel local y en general cuidar de sí mismos. Estas razas no producen una gran cantidad de carne, leche o huevos, pero requieren escasos cuidados por parte de mujeres rurales pobres que están siempre muy atareadas.

Estas razas son también una reserva de material genético irremplazable. A menudo tienen rasgos como resistencia a la enfermedad que pueden ser importantes para los programas de mejora genética. Y en un mundo amenazado por el cambio climático, las razas que son resistentes a la sequía, el calor extremo o las enfermedades tropicales tienen un gran valor potencial.

Los problemas pueden surgir cuando existen proyectos o autoridades nacionales que tratan de introducir razas exóticas o cruces para tratar de aumentar la producción de carne, leche y huevos para satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos. Estos animales necesitan piensos especiales y a menudo caros, deben ser alimentados en lugar de alimentarse por sí mismos, necesitan costosos cuidados veterinarios y no pueden sobrevivir a la sequía prolongada u otras condiciones meteorológicas extremas.

Los criadores rurales pobres de ganado, y en particular las mujeres, a menudo no pueden conseguir los insumos o el tiempo necesario para criar a estos animales con éxito. En caso de que la introducción de estas razas y la intensificación de la producción tenga éxito y se convierta en una importante fuente de ingresos en efectivo, las mujeres a menudo pierden su papel como criadoras de ganado.