Gobiernos sahelianos y de África occidental, inmunes a las sorpresas gracias al seguimiento estacional

El CILSS realiza un seguimiento constante en la región procurando fomentar la capacidad de resistencia en un ecosistema frágil que suministra medios de vida a millones de personas.

Datos clave

El calendario del Comité Permanente Interestatal para la Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS) está fijado con mucha antelación. El CILSS, rama técnica de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), vigila la seguridad alimentaria de 17 países sahelianos y de África occidental, dirige un gran centro de datos satelitales y ha establecido un protocolo de eficacia comprobada para que los países recopilen sus datos sobre seguridad alimentaria. Al principio, a la mitad y al final de cada campaña agrícola, los países miembros del CILSS y sus asociados se reúnen en talleres regionales y utilizan los datos para determinar la situación de la agricultura y la seguridad alimentaria. Los “balances cerealeros” preparados para cada país miembro tienen fama de ser precisos a efectos de prever y explicar los resultados de cada campaña agrícola. La FAO, que en 1973 respaldó la fundación del CILSS en medio de una sequía larga y devastadora, ha seguido desde entonces prestando apoyo al desarrollo de su capacidad. El CILSS siempre se ha propuesto movilizar a los países sahelianos y a la comunidad internacional para fomentar en la región la capacidad de resistencia a la sequía manteniendo la autonomía nacional y reduciendo la dependencia de la ayuda exterior.

En 2011 varias organizaciones internacionales pronosticaron una escasez de alimentos aguda que afectaría a la seguridad alimentaria en el Sahel. Sin embargo, cuando el Comité Permanente Interestatal para la Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS) analizó los datos reunidos en su centro de datos satelitales, sumados a los datos agrícolas suministrados por los países, llegó a otra conclusión. El CILSS determinó que, en realidad, la cantidad de alimentos producidos sería suficiente. El problema tenía que ver más bien con el “acceso”, es decir, con que las personas no tendrían suficiente dinero para comprar los alimentos disponibles. El pronóstico del CILSS resultó certero.

Este es el tipo de resultado que, con el tiempo, se ha esperado por parte de esta organización, cuyo lema es jamais surpris, “nunca por sorpresa”. El CILSS, fundado por la FAO en respuesta a una prolongada sequía en el Sahel declarada a fines de los años sesenta, constaba en un principio de los nueve países sahelianos. Su actual mandato, en calidad de rama técnica de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), comprende los países costeros de África occidental.

El CILSS se esfuerza sistemáticamente por que sus miembros nunca se vean sorprendidos por variaciones climáticas o del mercado que puedan afectar a su seguridad alimentaria nacional.

En el marco de la colaboración entre la FAO y el CILSS, iniciada hace cuatro decenios, la FAO aporta conocimientos técnicos y apoyo financiero. La secretaría del CILSS, situada en Burkina Faso, estuvo emplazada originalmente en la sede de la FAO en Roma. Al día de hoy, el CILSS es un comité regional permanente de lucha contra la sequía provisto de un riguroso temario que propugna el análisis, los pronósticos y la adopción de medidas para mitigar los efectos de la sequía en los 17 países sahelianos y de África occidental que lo integran.

Seguimiento moderno garantizado por talleres regionales estacionales

El CILSS está mejorando su capacidad de seguimiento en tiempo real de la seguridad alimentaria de la región mediante técnicas que van de sistemas punteros de satélites y gestión de datos a misiones de supervisión efectuadas con asociados técnicos en cada uno de los 17 países en el curso de las sucesivas campañas agrícolas. Celebra al año cinco talleres regionales sobre prevención y gestión de las crisis alimentarias con el objeto de que los países presenten
los resultados de sus evaluaciones de los cultivos y lleguen a un consenso. Todas la información se incorpora en “balances cerealeros”, que son informes preparados por el CILSS para cada país miembro.

En estos balances se computan la producción nacional, las importaciones previstas y la ayuda alimentaria y las reservas alimentarias disponibles, todo lo cual se compara con el consumo. En el último taller regional del año, el CILSS reúne a la OCDE y otros asociados con expertos técnicos de la FAO en agronomía, estadística y mecanismos de alerta. Esta red de prevención de las crisis alimentarias en el Sahel y África occidental examina todos los balances cerealeros y otros datos para determinar el posible apoyo que podrían necesitar los países en la siguiente campaña a fin de preparar intervenciones de ejecución rápida cuyo objeto es que no empeoren las situaciones malas.

La FAO ha respaldado con firmeza al CILSS en la preparación de su Cadre Harmonisé (marco armonizado), herramienta empleada en los países para complementar el balance clasificando la situación en materia de seguridad alimentaria, actual y prevista, en función de una escala uniforme para toda la región. La escala se basa en la Clasificación integrada de la seguridad alimentaria y la fase humanitaria (CIF), herramienta elaborada por la FAO para comparar la gravedad de la inseguridad alimentaria en distintos momentos y lugares.

El componente de capacitación del CILSS contribuye a la capacidad regional de resistencia a la sequía

La seguridad alimentaria va ligada en todo el Sahel a la capacidad de resistencia a la sequía. El CILSS ha pasado de una fase inicial centrada en la conservación de suelos y aguas a la posterior adopción de complejos sistemas de información y comunicación de datos. El CILSS realiza un seguimiento constante en la región procurando fomentar la capacidad de resistencia en un ecosistema frágil que su ministra medios de vida a millones de pastores y agricultores.

El CILSS dirige en el Níger un centro regional de formación en el que los agricultores y técnicos pueden seguir estudiando. El centro, conocido como AGRHYMET (por los cursos dictados en él sobre agricultura, hidrología y meteorología), tiene un plan de estudios con cursos en materia de ordenación de los recursos naturales, adaptación al cambio climático y protección fitosanitaria, y da igual importancia a estudios sobre gestión de la información y sistemas de información. La FAO ha ayudado al CILSS a armonizar los reglamentos para el control de los plaguicidas mediante su Comité Saheliano sobre Plaguicidas, que sirve de centro coordinador para todos los plaguicidas que llegan al Sahel.

Actualmente, el CILSS sigue siendo una institución regional fuerte e independiente de capacidad reconocida para garantizar que la seguridad alimentaria de sus miembros no se vea afectada por sorpresas (jamais surpris!).

Compartir esta página