Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS)

Manejo de bosques plantados

El presente módulo sobre Manejo de bosques plantados ofrece información sobre buenas prácticas para el establecimiento y el manejo de los bosques plantados. Se podría considerar como un módulo destinado, principalmente, a la silvicultura de bosques plantados, empezando exactamente ahí donde finaliza el módulo sobre Material forestal reproductivo. Se complementa con los módulos sobre Aprovechamiento maderero, Madera fuente de energía, Plagas forestales, Agroforestería y Análisis y desarrollo de mercados para empresas forestales. Incluye orientaciones que van desde la selección del lugar y la elección del material de propagación hasta la plantación y los cuidados culturales.

Manejos de bosques plantados contribuye a los ODS:

Reconociendo que los bosques plantados se establecen para alcanzar diferentes objetivos de manejo –y que estos producen una amplia gama de productos y servicios– el presente módulo suministra información más detallada sobre los requisitos para establecerlos y manejarlos eficazmente para producir madera y proteger el medio ambiente. También se ofrecen enlaces a otros módulos especializados de este Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible, además de herramientas útiles para los gestores forestales, una variedad de casos de diferentes partes del mundo y algunos materiales de referencia importantes.

Los bosques plantados se establecen principalmente mediante la siembra de plantas o semillas. La plantación resultante es un tipo de bosque plantado cuya característica es que está compuesto por una o dos especies de árboles, regularmente espaciados y con manejo intensivo (FAO, 2018). En 2020, se estimó que la superficie mundial de bosques plantados era de 294 millones de hectáreas (ha), es decir, el siete por ciento de la superficie forestal mundial. De esta superficie, 131 millones de ha eran plantaciones, es decir, alrededor del 45 por ciento de la superficie total de bosques plantados (FAO, 2020).

Los bosques plantados se manejan a pequeña y gran escala y con una variedad de objetivos diferentes que incluyen la restauración de plantaciones ornamentales, la protección del medio ambiente, la biodiversidad, el secuestro de carbono y la producción de productos madereros y no madereros (Bauhus, van der Meer y Kanninen, 2010; Evans, 2009; Lamb, 2011; Stanturf, Palik y Dumroese, 2014). Si están manejados de manera sostenible, los bosques plantados tienen el potencial de suministrar importantes beneficios sociales y ambientales (FAO, 2010). Si se desea obtener estos beneficios, es importante que las plantaciones estén sometidas a ordenación responsable utilizando las mejores prácticas (FAO, 2006).

Plantaciones para la producción de madera

Plantaciones para la producción de madera

Se considera que las plantaciones representan cada vez más uno de los dos puntos extremos del gradiente de intensificación de la gestión forestal. Esto concuerda con las tendencias hacia la intensificación sostenible en la silvicultura para satisfacer la demanda de productos a base de madera y de fibras (Silva, Freer-Smith y Madsen, 2019). En la mayoría de los casos, las plantaciones se establecen con el objetivo de producir madera y pueden producir una amplia gama de productos madereros, incluidos trozas de aserrío, madera para pulpa y biomasa para combustible. En 2014, se produjo el 45 por ciento de la madera en rollo industrial a partir de bosques plantados (Jürgensen, Kollert y Lebedys, 2014). En muchos casos, las grandes plantaciones forestales son planificadas y manejadas por silvicultores profesionales con un alto nivel de conocimientos en materia de bosques. Estas, a menudo, se complementan con plantaciones establecidas por pequeños propietarios que también abastecen de madera las mismas plantas de procesamiento. Sin embargo, en algunos países (entre otros, la India, Viet Nam e Indonesia), las plantaciones pequeñas (<100 ha) y muy pequeñas (<10 ha) son un componente importante de la superficie total de plantación (Midgley, Stevens y Arnold, 2017). Los propietarios de las pequeñas plantaciones pueden recibir o comprar material de reproducción mejorado de extensionistas gubernamentales, grandes empresas o cooperativas. A veces, venden su cosecha madura a grandes empresas o cooperativas que tienen el tamaño suficiente para manejar molinos y otras plantas de procesamiento. Este modelo suele ser particularmente útil para estos pequeños propietarios de bosques con limitada capacidad financiera y forestal.

Otro objetivo común de las plantaciones forestales es mejorar los medios de vida de las poblaciones rurales. Las plantaciones forestales pueden ser fuentes de empleo para las comunidades que viven en torno a las grandes propiedades forestales, y pueden brindar oportunidades significativas para abordar la desigualdad de género, ya que ofrecen a las familias una diversidad de tipos de empleo. Las plantaciones también ofrecen oportunidades a los empresarios y familias que establecen y manejan plantaciones en sus propiedades, o suministran bienes y servicios como la venta de plantitas a los propietarios de las plantaciones. Por otro lado, la silvicultura puede ser una actividad perjudicial y se requieren buenas prácticas para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores forestales (OIT, 1998).

Bosques plantados para protección y producción de servicios ecosistémicos

Bosques plantados para protección y producción de servicios ecosistémicos

Muchos bosques plantados se establecen con el único propósito de producir madera pero, si están bien diseñados y bien manejados, estos bosques pueden también brindar una serie de servicios ecosistémicos (Bauhus, van der Meer y Kanninen, 2010). Si se manejan de forma adecuada, los bosques plantados pueden mejorar la calidad del agua producida por una cuenca hidrográfica o área de captación de aguas, además de proteger el suelo y servir como banda de amortiguación ante inundaciones y fenómenos meteorológicos extremos. Los bosques plantados también pueden complementar los valores de diversidad biológica de los bosques naturales, por ejemplo, sirviendo como corredores ecológicos y como hábitat y fuente de alimentos adicionales.

En los sistemas agrícolas, muchas veces se incluyen árboles plantados para otros fines, por ejemplo, para el enriquecimiento y la estabilización del suelo y la provisión de sombra. Incluso cuando la madera es el principal objetivo, hay casos en los que los cultivos agrícolas forman parte de la fase de desarrollo inicial de la plantación hasta que se produce el cierre del dosel (es decir, los sistemas taungya), o como cultivo a nivel del terreno (p.ej., cúrcuma, índigo, pimiento, café) después del cierre del dosel. En situaciones de agroforestería, los árboles suelen estar más espaciados que en rodales puros.

Además del suministro de madera y productos no madereros, los bosques plantados pueden ser eficaces para absorber grandes cantidades de carbono de la atmósfera y depositarlo en su madera. Si se manejan utilizando las mejores prácticas, la reforestación y la restauración forestal en áreas previamente forestadas pueden contribuir eficazmente a mitigar los efectos del cambio climático (véase el Informe especial 2020 del IPCC sobre cambio climático y tierra, pág. 27). Sin embargo, la eficacia a largo plazo de los bosques plantados como sumidero de carbono depende en gran medida de la duración de la rotación y la finalidad de la madera producida, además del uso de la tierra que precedió al bosque plantado. En cambio, la madera que se usa en la construcción puede continuar secuestrando carbono durante décadas o siglos y reemplazar materiales con alto contenido de carbono como el acero y el hormigón armado; mientras que la madera utilizada para la producción de energía de biomasa, o productos de celulosa, puede capturar carbono solo durante meses o años (Oliver et al., 2014). Si se establecen plantaciones reemplazando bosques u otra vegetación natural establecida desde hace mucho tiempo, la emisión de carbono a corto plazo, durante el establecimiento, debe equilibrarse con la absorción a largo plazo en la madera; en algunos casos, el balance del carbono sigue siendo desfavorable durante décadas.

Condiciones favorables para el establecimiento de bosques plantados

Condiciones favorables para el establecimiento de bosques plantados

Como inversión a largo plazo (es decir, de años o décadas) con la capacidad de suministrar múltiples bienes y servicios a las personas y al medio ambiente, es importante contar con un marco sólido de gobernanza y manejo para fomentar y sostener la inversión en los bosques plantados (FAO, 2010). Por tanto, para quienes invierten su tiempo y dinero en el establecimiento de las plantaciones, la tenencia segura de la tierra y los árboles es un requisito previo para las plantaciones, así como la planificación financiera para sufragar el cuidado y la protección de la inversión. Hay enfoques de ordenación del paisaje y la silvicultura, bien establecidos, para lograr un equilibrio entre los diferentes bienes y servicios que suministran los bosques plantados (véanse, por ejemplo, Carnus et al., 2006; Stanturf, Palik y Dumroese, 2014). Los requisitos previos para su implementación son objetivos de manejo claros y a largo plazo para el bosque plantado, y un manejo estable durante el ciclo de vida de la plantación.