La labor y la visión de la FAO se pusieron de relieve en varios paneles, así como en el comunicado final
El Economista Jefe de la FAO, Máximo Torero, modera una sesión de trabajo sobre transformación de sistemas agroalimentarios.
©FAO
Berlín – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha subrayado hoy la crucial importancia de adoptar medidas concretas para acelerar el acceso de las personas a dietas saludables mediante la transformación de los sistemas agroalimentarios para que estos sean más resilientes, eficientes, sostenibles e inclusivos.
“Tenemos que aumentar la resiliencia; es decir, la capacidad de prevenir, la capacidad de absorber y la capacidad de reconstruir mejor”, dijo el Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO, que moderó una sesión paralela en una reunión ministerial del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura centrada en “La transformación de los sistemas agroalimentarios: una respuesta mundial a múltiples crisis”.
Entre los temas subrayados por muchos países y organizaciones en la sesión, se abordó la necesidad de contar con unos mercados y un comercio agroalimentarios abiertos, transparentes y libres, elementos esenciales para hacer frente a los actuales problemas de seguridad agroalimentaria.
Otro de los puntos clave fue la similitud existente entre los desafíos a los que se enfrenta el sector agrícola en varías partes el mundo, que incluyen los fenómenos climáticos extremos –como las inundaciones y las sequías–, la escalada de los precios de los insumos agrícolas, las repercusiones de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la guerra en Ucrania.
Se señaló la necesidad de impulsar la resiliencia
Para abordar estas cuestiones, se insistió en la necesidad de impulsar a nivel nacional la resiliencia de los agricultores y especialmente de los productores agrícolas en pequeña escala, así como en la importancia de conceder un lugar central a los sistemas agroalimentarios en las próximas conversaciones sobre cambio climático de la COP 28. La agricultura contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, es vulnerable al cambio climático; de ahí que los sistemas agroalimentarios deban ser un tema clave en los próximos debates.
En el comunicado final del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura se destacó el papel del Sistema de información sobre el mercado agrícola (SIMA) interinstitucional; se pusieron de relieve asimismo varias iniciativas en las que la FAO desempeña un destacado papel, entre ellas: el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, el Marco de acción en materia de biodiversidad para la alimentación y la agricultura de la FAO, la labor de la FAO sobre la cartografía del suelo y el establecimiento del Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios hospedado en la FAO.
Debates sobre la financiación y la alimentación urbana
Durante la reunión de tres días del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura, la FAO participó en un panel de alto nivel y organizó varios paneles de expertos, entre ellos el que llevaba por título: “Financiar la transformación sostenible en los sistemas agroalimentarios: brechas y oportunidades”. En este acto se hizo hincapié en el hecho de que, entre 2000 y 2018, la agricultura y la utilización de la tierra recibieron solo el 26 % de los flujos mundiales de financiación para el clima destinados a la totalidad de los sectores. En este contexto, es esencial impulsar la inversión para transformar los sistemas agroalimentarios del mundo, así como apoyar el acceso de los países a la financiación para el clima y garantizar que lleguen recursos suficientes a los productores de alimentos en pequeña y mediana escala.
Aprovechar los sistemas alimentarios urbanos y locales para la transformación sostenible de los sistemas alimentarios. La urbanización, junto con el cambio climático y los avances tecnológicos, contribuye a un cambio radical en la manera en que producimos y consumimos nuestros alimentos, y por consiguiente las ciudades y las administraciones locales necesitan más apoyo para lograr una transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios. Habida cuenta de que el 70 % de los alimentos mundiales se consume en las zonas urbanas, el acto se centró en analizar formas innovadoras de reforzar el papel y la función de los sistemas alimentarios locales y urbanos. El informe principal de la FAO sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo de 2023, que se publicará en julio, abordará la misma cuestión.
En el Foro de la Innovación, enmarcado en el Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura, la FAO presentó los esfuerzos desplegados por la Organización para ayudar a fortalecer el vínculo entre la ciencia, la investigación y el desarrollo y facilitar el desarrollo y la ampliación de los procesos de innovación (como el Codex Alimentarius, las escuelas de campo para agricultores, y la plataforma geoespacial de la Iniciativa Mano de la mano).
Entre otras herramientas innovadoras se incluyen la base de datos de acceso libre sobre la productividad del agua (WaPOR) —cuya finalidad es hacer un seguimiento de la productividad del agua con fines agrícolas mediante datos satelitales—, eLocust3 —un instrumento innovador de alerta temprana para posibles brotes de langostas—, y la Iniciativa de las aldeas digitales. La Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO presentó también proyectos encaminados a acelerar la adopción de medidas en favor de sistemas agroalimentarios respetuosos con el clima.
Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]