Los efectos del cambio climático y la variabilidad del clima en los ecosistemas forestales son ya evidentes en todo el mundo y ulteriores impactos son inevitables, al menos a corto y medio plazo. Los posibles impactos varían entre las distintas regiones, y algunos tipos de bosques son más vulnerables que otros; algunos de ellos son un aumento y disminución del crecimiento de las plantas, un incremento de la frecuencia y la intensidad de incendios y enfermedades y un aumento de la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos como sequías, tormentas y viento. En algunos casos, el cambio climático perjudica la capacidad de los bosques para proporcionar productos madereros y no madereros y servicios medioambientales esenciales, como la protección de las cuencas hidrográficas, en detrimento de las condiciones de vida de los habitantes de los bosques, las comunidades dependientes de los recursos forestales y otras personas que se benefician de los bosques.
Responder a todos los desafíos que plantea el cambio climático requerirá ajustes en las estrategias forestales y cambios en los planes y las prácticas de gestión forestal. Los retrasos en la adopción de medidas aumentarán el costo y la dificultad de hacer esos ajustes.
Adaptación y mitigación en el sector forestal
La adaptación y la mitigación son las dos respuestas principales al cambio climático. Constituyen dos caras de la misma moneda: la mitigación se ocupa de las causas del cambio climático y la adaptación aborda sus impactos.
En el sector forestal, la adaptación abarca los cambios en las prácticas de gestión para disminuir la vulnerabilidad de los bosques ante el cambio climático y las intervenciones destinadas a reducir la vulnerabilidad de las personas frente al cambio climático.
Las estrategias de mitigación en el sector forestal se pueden agrupar en cuatro categorías principales, a saber: la reducción de las emisiones debidas a la deforestación; la reducción de las emisiones debidas a la degradación forestal; el incremento de los sumideros forestales de carbono y la sustitución de productos. La sustitución comprende la utilización de madera en lugar de combustibles fósiles para la producción de energía y el uso de fibras lignificadas en lugar de materiales como el cemento, el acero y el aluminio, cuya producción implica la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Se necesitan urgentemente medidas de mitigación del cambio climático, también en los bosques, para ayudar a reducir las interferencias del hombre en el sistema climático, pero esas medidas empezarán a tener efecto en la temperatura media de la superficie de la tierra sólo dentro de unos decenios. Por esta razón, será preciso adoptar medidas de adaptación en los bosques para garantizar el suministro continuo de bienes y servicios ambientales durante muchos años.
Cambio climático y GFS
Dado que las condiciones climáticas van más allá de los parámetros históricos, la adaptación y la mitigación al cambio climático precisarán el ajuste de los objetivos de gestón, los enfoques y los sistemas de monitoreo. Afortunadamente, la gestión forestal sostenible es coherente con la adaptación al cambio climático y su mitigación, y proporciona un marco integral que puede adaptarse a las circunstancias cambiantes. Los gestores forestales deberán incorporar el cambio climático en su planificación y, en consecuencia, ajustar sus prácticas de gestión a fin de reducir la vulnerabilidad y facilitar la adaptación al cambio climático.
Asimismo, los gestores forestales tendrán que poner mayor énfasis en la gestión de riesgos y examinar con atención los costos de los cambios en la gestión forestal en comparación con los posibles beneficios, teniendo en cuenta que los costos de las medidas de adaptación al cambio climático probablemente aumentarán cuanto más tiempo se retrasen. Los gestores forestales deberían tratar de optimizar los beneficios potenciales del cambio climático sacando provecho de la política de incentivos y los mecanismos de apoyo financiero a la adaptación al cambio climático y su mitigación.
El cambio climático plantea importantes desafíos, pero ofrece también nuevas oportunidades para el sector forestal. Los gestores forestales (y otras partes interesadas) tendrán que tomarlas en consideración y examinar las respuestas al cambio climático en el contexto de los múltiples bienes y servicios ambientales que los bosques proporcionan para satisfacer las diversas necesidades de una extensa gama de partes interesadas.