Programa de Manejo Integrado de Producción y Plagas en África
Photo: ©FAO/Riccardo Gangale

El programa de la FAO de Manejo Integrado de Producción y Plagas (MIPP) se basa en la formación, la divulgación y la participación comunitaria para ayudar a los agricultores a aumentar de manera sostenible la producción agrícola, reducir el uso de plaguicidas altamente tóxicos y comercializar sus productos de manera más eficaz.

Formación de facilitadores

Un elemento fundamental del modelo ECA es la formación de los agentes de campo, tanto existentes como nuevos, de las organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, paraestatales y de agricultores. Mediante la formación se convierten en los facilitadores encargados de las escuelas de campo.

La primera Formación de Facilitadores (FdF) en África Occidental, celebrada en Ghana en 1996, fue proporcionada por formadores de Indonesia y Filipinas. La formación se ha extendido a unos 30 países del África sub-sahariana. En los países francófonos de África occidental la formación de facilitadores se inició en 2001 con la implementación del programa de Manejo Integrado de la Producción y las Plagas (MIPP) en Burkina Faso, Malí y Senegal. Los participantes procedentes de África Occidental que habían sido formados en Ghana llevaron a cabo la actividad piloto de formación en los tres países. Actualmente la FdF se ha expandido a 10 países que están implementando el programa MIPP.

La formación tiene lugar a lo largo de toda la temporada de la ECA y se basa en la complementariedad y la sólida conexión entre práctica y teoría, bajo un enfoque no formal de la educación. El proceso de aprendizaje está estrechamente ligado a los contenidos de las ECAs que los facilitadores tendrán que conducir y a su desarrollo en el tiempo.

Los diversos contextos operativos de África Occidental requieren que la formación de facilitadores sea tan flexible como las propias ECAs. Con el fin de optimizar tiempo y costes el programa ha elaborado modelos específicos de FdF, con actividades de formación a lo largo de toda la temporada como tema unificador.

Existen dos modelos principales de FdF:

  1. FdF residencial, en la que los alumnos residen fuera de sus hogares durante periodos prolongados:
    • FdF residencial continua: los alumnos viven y trabajan en un centro de formación durante toda la temporada de cultivo (3-4 meses).
    • FdF residencial discontinua: los alumnos viven y trabajan en un centro de formación solamente en los periodos de la temporada que coinciden con los momentos clave para la gestión, alternándose con períodos de trabajo en sus lugares de origen, donde ponen en práctica lo que están aprendiendo.
  2. FdF localizada, en la que los alumnos no necesitan alejarse de sus residencias:
    • FdF localizada continua: los alumnos no salen de su lugar de residencia y la formación es continua durante toda la duración de la temporada de cultivos;
    • FdF localizada discontinua: los alumnos no salen de su lugar de residencia y la formación es intermitente a lo largo de la temporada de cultivos.

En todos los casos se intenta vincular la FdF con múltiples ECAs para que los facilitadores en formación pongan en práctica lo que aprenden en el contexto real de la capacitación de agricultores a lo largo de toda la temporada.

En África Occidental el programa ha dado especial importancia a la capacitación de agricultores locales como facilitadores, ya que éste ha resultado ser el mejor método de anclar el enfoque del programa dentro de la comunidad y a nivel de sub-distrito. Normalmente son las comunidades las que eligen a los agricultores que recibirán la formación, y se espera que al volver éstos a sus casas compartan las habilidades y conocimientos útiles adquiridos. Este grado de expectativa social genera una gran motivación en la mayoría de los agricultores en formación, lo que contribuye a un mayor nivel de logro de resultados.

El programa invita a cada comunidad a seleccionar a dos representantes, que deben ser agricultores activos, sanos y capaces de leer y escribir. Normalmente una FdF no supera los 30 alumnos. De los facilitadores capacitados hasta el momento en los siete países, cerca del 66 por ciento son agricultores (más de 3 200 facilitadores), de los cuales el 17 por ciento son mujeres.

Al término de la FdF los facilitadores recién capacitados entran a formar parte de la red de apoyo a la formación y comienzan a hacerse cargo de las ECAs en sus respectivas comunidades. En una primera fase esta tarea la realizan por parejas y normalmente durante el primer año cuentan con la supervisión de un formador de formadores.