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Los bosques son especialmente importantes para la seguridad alimentaria y nutricional, así como también son proveedores de combustible para cocinar. Gran cantidad de componentes de la dieta diaria de familias rurales provienen directamente de frutas silvestres, tubérculos, viñas, hongos comestibles y legumbres de hoja, animales e insectos recolectados de los bosques. Todo lo anterior provee un suplemento nutricional que es vital para la seguridad alimentaria.
Combinando productos forestales y del campo, los agricultores familiares evitan incurrir en la compra de material esencial para construcción, alfombras, material de revestimiento, canastas, herramientas e implementos agrícolas. La combinación de bosques y explotaciones agrícolas permite también que los agricultores familiares reúnan, procesen y comercialicen productos, desde maderas hasta una sorpréndete variedad de productos forestales no madereros tales como plantas medicinales y ornamentales, frutos silvestres, hongos comestibles, miel, insectos comestibles, pescados, carne de caza y muchos otros cultivos y productos hortícolas.
Considerando que los pequeños agricultores producen alrededor del 70% de los alimentos del planeta, los agricultores familiares y los agricultores de los bosques son probablemente los actores más grandes del sector privado – al menos en proporción rural con respecto a la población mundial. Sin embargo, los agricultores familiares, las comunidades silvícolas y los pequeños propietarios forestales enfrentan la amenaza de la conversión de la tierra ante los proyectos industriales a gran escala, ya sean para maderas, biocombustibles, cultivos o el arrendamiento de tierras agrícolas. Así mismo, afrontan a menudo desafíos para obtener acceso a mercados, precios justos por productos y compensación por los servicios del ecosistema, de los cuales son parcialmente responsables del mantenimiento.
Al unirse a organizaciones de productores agrícolas y forestales, las familias obtienen mayores beneficios. La vinculación de manera tradicional, formal e informal de productores agrícolas y forestales en organizaciones ayuda a que estos logren: compartir conocimiento y experiencias; participar en la promoción de políticas públicas; seguridad de los derechos de la tenencia y acceso a los bosques, tierra y recursos naturales; mejorar la gestión sostenible de bosques y explotaciones agrícolas; expandir mercados; construir empresas; y finalmente incrementar el ingreso y el bienestar.
Estimular a los productores de las comunidades silvícolas y agricultores de los bosques al acceso a servicios financieros y de desarrollo de empresas puede ayudarlos a alcanzar una sostenibilidad ambiental, económica y social.