FAO and the Green Climate Fund (GCF)

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Vanuatu. ©FAO/Rudolf Hahn

Impulsar la acción por el clima en los pequeños Estados insulares en desarrollo

Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático debido a su reducida superficie geográfica, su aislamiento y sus limitados recursos naturales. La subida del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes, suponen una grave amenaza tanto para las personas como para los ecosistemas en los que se basan sus medios de vida y su bienestar. Invertir en una agricultura resiliente al clima es fundamental para aumentar la seguridad alimentaria, nutricional e hídrica de las comunidades vulnerables de los PEID.

La FAO colabora con los PEID para catalizar la financiación relativa al cambio climático destinada a proyectos transformadores del FVC que mejoren la resiliencia climática y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

 Puntos clave del proyecto IRES en Cuba

Aumento de la resiliencia climática de los hogares y las comunidades rurales mediante la rehabilitación de los paisajes productivos en localidades seleccionadas de la República de Cuba (IRES)

  • 119,9 millones de dólares en inversiones climáticas para acciones de adaptación y mitigación.
  • Unas 300 000 personas se beneficiarán de una mayor seguridad alimentaria gracias a la mejora de los servicios ecosistémicos y al aumento de la resiliencia climática de la producción agrícola.
  • Se evitarán 2,7 millones de toneladas de emisiones mediante técnicas de producción más resistentes al clima, la agrosilvicultura, los sistemas silvopastorales, la reforestación y la regeneración natural asistida de los bosques.
  • Grupo prioritario del FVC: Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Aumentar la resiliencia climática en Cuba

La FAO ha colaborado estrechamente con el Gobierno de Cuba para lograr que el sector agrícola del país sea más inclusivo, sostenible y resiliente a los efectos del cambio climático, por medio del proyecto denominado “Incremento de la resiliencia de las familias y comunidades rurales frente al clima mediante la rehabilitación de territorios productivos en distintas localidades de la República de Cuba (IRES).

Como pequeño Estado insular en desarrollo, Cuba es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. El aumento de las temperaturas medias, los períodos prolongados de sequía y la disminución de las precipitaciones tendrán un efecto negativo en la producción agrícola —especialmente en los cultivos básicos como el arroz y los frijoles— y amenazarán los medios de vida de los hogares agrícolas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria.

Con un total de 119 millones de USD en subvenciones y financiación conjunta asignados al proyecto, el IRES tiene un enorme potencial para fomentar una producción agrícola más resiliente ante el clima en siete municipios vulnerables al cambio climático en Cuba.

La restauración de territorios productivos y la preservación de servicios ecosistémicos aportarán múltiples beneficios a las personas —unos 52 000 agricultores familiares— y al medio ambiente, al aumentar la seguridad alimentaria y nutricional, mejorar el acceso al agua, crear oportunidades de empleo y fortalecer los sistemas locales de producción de alimentos. La introducción de prácticas agroforestales en 35 000 hectáreas también permitirá al país reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.