En muchos países europeos se practica una gran variedad de sistemas de pastoreo trashumante, en los que los rebaños se desplazan según los ciclos estacionales que combinan tierras altas y bajas.

Se estima que la superficie de las tierras de pastoreo puede superar los 30 millones de hectáreas. En la Península Ibérica, entre España y Portugal, hay más de 3 millones de hectáreas de dehesas/montados o pastizales forestales. En Europa Central y Oriental, casi 7 millones de hectáreas de los Cárpatos están cubiertas por hábitats abiertos de pastizales seminaturales creados y mantenidos por sistemas de pastoreo tradicionales. Además, existe trashumancia transfronteriza, por ejemplo, entre Francia e Italia e Italia y Suiza en los Alpes, así como entre Francia y España a través de los Pirineos. Muchas de esas zonas se gestionan en común mediante sistemas cooperativos consuetudinarios, como los Rechtler_innen en Alemania, y las redes tradicionales de trashumancia siguen siendo utilizadas y a menudo protegidas por el gobierno, como las Vías Precarias en España y los Tratturi en Italia.

El pastoreo sigue siendo eficaz sobre todo en las zonas montañosas, las zonas áridas y las islas, donde los costos alternativos de la tierra y la mano de obra hacen que ésta sea una opción conveniente en comparación con otras formas de utilización de la tierra.

En las regiones árticas y subárticas de países como Suecia, Noruega y Rusia, el pastoreo de renos es practicado, principalmente por los pastores saami, pero también por otras comunidades.

El pastoreo en Europa está respaldado por la Política Agrícola Común (PAC). Además de generar alimentos y otros productos, la trashumancia en Europa proporciona una serie de bienes y servicios públicos que suelen ser muy valorados por la sociedad en general. Entre ellos figuran la preservación de pintorescos paisajes culturales que sirven de apoyo al turismo; la protección de la biodiversidad; la retención del carbono; la resistencia a los incendios (por ejemplo, la prevención de la invasión de arbustos, o de carreteras transitables que sirven de cortafuegos); y una serie de bienes sociales, como la diversidad cultural y el sentido de identidad regional de las personas.

Sin embargo, este medio de vida se enfrenta a problemas derivados de la falta de inversiones, lo que da lugar a la escasez de infraestructuras, la perturbación de las rutas de trashumancia, la promoción de la intensificación de la agricultura y el envejecimiento de la población que da lugar a la reducción del pastoreo o el abandono de las actividades, los conflictos con la conservación de la naturaleza y la deficiente prestación de servicios en las zonas rurales.

El Centro de Conocimiento Pastoril ha prestado apoyo a través de las siguientes iniciativas:

• Apoyo a la Red regional de Pastores Europeos en el refuerzo de capacidades, iniciativas de promoción de pastoreo y la mejora de la gobernanza de la propia red.
• En junio de 2015 se celebró en Coblenza (Alemania) una reunión regional de representantes de los pastores de 17 países europeos.
• En 2018, otra reunión regional de la sociedad civil con representantes de 12 países en Oloron St. Marie (Francia), con el apoyo de la inclusión de miembros de Europa oriental que no habían sido incluidos anteriormente.
• Iniciativas regionales de promoción como la Iniciativa CIHEAM-FAO para el apoyo a la red de pastoreo de Montaña y en el Mediterráneo, así como el apoyo a la promoción de la Política Agrícola Común.

El Centro participó en el Congreso Mundial de la Asociación Mundial de Pastores de Renos, celebrado en Suecia en agosto de 2017. La Red Europea de Pastores y la Asociación Mundial de Pastores de Renos forman parte de la red mundial de pastores, la Alianza Mundial para los Pueblos Móviles e Indígenas.