Empleo rural decente

Desarrollo de habilidades

En cierta medida, se puede atribuir el desempleo, el subempleo y la pobreza juvenil crónica al limitado acceso a oportunidades de adquisición de aptitudes que tienen los jóvenes. En muchos países en vías de desarrollo, la educación tradicional no entrega a los jóvenes los conocimientos ni las habilidades que requieren para aprovechar las pocas oportunidades de empleo productivo y decente que se les presentan. Esto también limita la capacidad de los jóvenes para dedicarse a alternativas de medios de vida realizables, incluyendo la creación de sus propias empresas rurales.

Mientras tanto, los programas de Enseñanza y formación técnica y profesional (TVET, por sus siglas en inglés) suelen ignorar las características específicas de los mercados laborales rurales y no satisfacen las necesidades de capacitación profesional específicas de los trabajadores rurales. Incluso cuando las instituciones de TVET ofrecen educación que es pertinente al sector agrícola y a las zonas rurales, los jóvenes rurales enfrentan dificultades para aprovechar tales oportunidades de desarrollo de habilidades porque las instituciones se encuentran muy alejadas o bien porque la educación tiene un costo muy alto.


Para resolver este problema, la FAO ha elaborado la metodología de Escuelas de campo y de vida para jóvenes agricultores (JFFLS), un enfoque innovador que entrega a jóvenes rurales en situación de vulnerabilidad las habilidades agrícolas, sociales y de negocios que requieren para ganarse la vida en forma digna y tornarse en miembros más productivos y activos de sus comunidades. Dirigidos por un facilitador, los participantes de las JFFLS aprenden sobre temas y técnicas agrícolas y de negocios y posteriormente las vinculan con lecciones y habilidades sociales más generales. Por ejemplo, los estudiantes pueden aprender a proteger sus cultivos de enfermedades y luego utilizar dichos conocimientos como base para aprender a protegerse ellos mismos de otras enfermedades que pueden afectar de manera similar a sus medios de vida y bienestar.

El contenido específico de un curso de capacitación dictado en una JFFLS es determinado por el facilitador en función de las necesidades locales, lo que es posible gracias a la flexibilidad y adaptabilidad de las escuelas. Esta adaptabilidad ha permitido a las JFFLS ofrecer apoyo eficaz y contextualizado a más de 25000 mujeres jóvenes en más de 20 países hasta la fecha.