Seguridad en la pesca

Búsqueda y salvamento

Los enfoques eficaces para la seguridad en el mar en cualquier parte del mundo y a todos los niveles se basan en las tres líneas de defensa siguientes:

Prevención: Esta primera línea de defensa es la más importante y salvará muchas vidas si se gestiona adecuadamente. La información y la sensibilización, así como la provisión de equipo y formación adecuados y asequibles, ayuda a los pescadores y demás gente de mar en cuanto a la toma de decisiones informadas y a evitar ponerse en peligro, en primer lugar.

Supervivencia y salvamento propio: La segunda línea de defensa es el resultado de actividades de prevención bien gestionadas. Una persona en peligro usará mejor sus capacidades, formación, equipo y actitudes necesarios para sobrevivir y realizar un salvamento propio cuando las cosas empiezan a empeorar.

Búsqueda y salvamento (SAR): Es la tercera y última línea de defensa y se incorpora en sistemas de alerta, búsqueda y salvamento a los que se recurre cuando fallan las dos primeras líneas de defensa.

Cada línea de defensa está encaminada a disminuir el número de vidas perdidas en el mar y forma parte del sistema general de búsqueda y salvamento. La prevención es sin duda la actividad más importante, aunque normalmente todas las líneas de defensa están integradas en la cartera de tareas de una organización de búsqueda y salvamento. Idealmente, la organización de búsqueda y salvamento que sea más eficaz no tendrá que poner en marcha su capacidad de búsqueda y salvamento.

En el artículo 98 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM) se establece que: “Todo Estado ribereño fomentará la creación, el funcionamiento y el mantenimiento de un servicio de búsqueda y salvamento adecuado y eficaz para garantizar la seguridad marítima y aérea y, cuando las circunstancias lo exijan, cooperará para ello con los Estados vecinos mediante acuerdos mutuos regionales”.

Las medidas de búsqueda y salvamento constituyen un aspecto esencial de la seguridad en el mar y exigen la máxima atención tanto de las personas que se hacen a la mar como de las administraciones. La cooperación entre pescadores debería fomentarse y ellos deberían recibir apoyo gubernamental adecuado. Los pescadores pueden facilitar las operaciones de búsqueda y salvamento de muchas maneras, tales como:

  • asegurando que su formación en materia de seguridad está actualizada;
  • marcando sus buques pesqueros adecuadamente para facilitar la identificación;
  • teniendo el equipo de emergencia (por ejemplo, chalecos salvavidas, aros salvavidas, reflectores de radar, bengalas) preparado y en buenas condiciones de mantenimiento;
  • llevando sistemas de comunicación apropiados (por ejemplo, radios de ondas métricas, radiobalizas);
  • informando a familiares/amigos/colegas sobre sus planes de viaje;
  • colaborando activamente en las operaciones de los servicios de búsqueda y salvamento.

El Convenio Internacional sobre búsqueda y salvamento marítimos (1979) de la OMI, cuyas últimas enmiendas entraron en vigor en 2006, proporciona una herramienta esencial para los encargados de elaborar y poner en marcha los servicios de búsqueda y salvamento.