Programa de Cooperação Internacional Brasil-FAO

Alimentación escolar en América Latina y el Caribe trayectoria y perspectivas

Brasília, Brasil.
13-11-23 - 14-11-23

1. Antecedentes
La publicación sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2023 (FAO et al., 2023) indica que el aumento de la prevalencia de la desnutrición y de la inseguridad alimentaria moderada o grave observado en los últimos años se ha estancado, tanto a escala global y en América Latina y el Caribe. Sin embargo, en el Caribe ha aumentado la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave.


En este escenario se observa que persiste el desafío es reducir las desigualdades que afectan particularmente a las mujeres, las poblaciones de zonas rurales, los afrodescendientes y los pueblos indígenas, en todas las áreas, inclusive en la educación y desarrollo social.

La América Latina y el Caribe mostró la reducción más significativa en la prevalencia del hambre a nivel mundial: el número de personas que padecen hambre disminuyó de 45,6 millones de personas (el 7 por ciento de la población de la región) en 2021 a 43,2 millones de personas (el 6,5 por ciento de la población de la región) en 2022. Sin embargo, el número de personas que enfrentan hambre sigue siendo 7,2 millones más que en 2019. En 2022, 247,8 millones de personas (37,5 por ciento de la población) experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que representa una reducción del 40,3 por ciento en 2021.


Además, la inseguridad alimentaria sigue siendo más prevalente entre las mujeres que entre los hombres, afectando al 41,8 por ciento de las mujeres adultas de la región, lo que representa una brecha de 9,1 puntos porcentuales. En 2022, la inseguridad alimentaria moderada o grave afectó al 40,4 por ciento de los adultos que viven en zonas rurales, frente al 38,6 por ciento en las zonas periurbanas y el 32,1 por ciento en las urbanas de la región, lo que equivale a una brecha de 8,3 puntos porcentuales entre zonas rurales y urbanas.


Datos de 2022 indican que el retraso en el crecimiento afecta a 5,7 millones de niños menores de cinco años en la región (11,5 por ciento), y es especialmente prevalente entre los niños cuyas madres no han recibido educación formal y que pertenecen al quintil de ingresos más bajo. Asimismo, la prevalencia de sobrepeso afecta a 4,2 millones de niños menores de cinco años (8,6 por ciento), equivalente a 3 puntos porcentuales por encima de la prevalencia global. Datos de 2016 muestran que 106 millones de adultos viven con obesidad (aproximadamente el 24,2 por ciento de la población adulta de la región), y es más prevalente entre las mujeres, con una brecha de género de al menos 10 puntos porcentuales.


Hay factores que afectan directamente las cifras de desnutrición como el alto costo de las dietas saludables en América Latina y el Caribe, equivalente a USD 4,08 PPA por persona por día en 2021. En este año, 133,4 millones de personas (22,7 por ciento de la población de la región) no pudieron permitirse una dieta saludable, lo que representa un aumento de 11,5 millones de personas en comparación con 2020.

2. Justificación
Los programas de alimentación escolar en toda la región han sido considerados programas transversales, dada su capacidad de interactuar con otras políticas y alcanzar múltiples áreas como educación, salud, agricultura, desarrollo social y ambiental. Se trata de programas que ofrecen una amplia gama de beneficios, entre ellos i) la posible mejora de la nutrición y la salud de millones de niños, adolescentes y jóvenes; ii) la reducción del ausentismo, especialmente entre niños de familias con mayor vulnerabilidad, y iii) la garantía de mejores condiciones para el desarrollo cognitivo. Además de estos, otros dos beneficios importantes son: la provisión de educación alimentaria y nutricional, como una oportunidad para desarrollar una base de hábitos alimentarios saludables y la provisión de un mercado garantizado para los agricultores familiares como proveedores de alimentos saludables y variados cultivados localmente.


Sumado a esto, el conjunto de experiencias y capacidades brasileras desarrolladas que han representado una importante oportunidad para intensificar el intercambio y la cooperación en beneficio mutuo de los países participantes, así como de otros países de la región y del mundo. Entre estas políticas, la experiencia brasileña del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), aplicado e institucionalizado desde hace más de 67 años, continúa siendo una referencia importante para la región de América Latina y el Caribe, promoviendo el desarrollo de la experiencia y capacidades de los países.

El Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO en alimentación escolar nació de esta experiencia y del interés del gobierno brasileño en compartir sus aprendizajes y promover el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de manera conjunta con los demás países. En estos últimos 14 años, esta cooperación entre países en desarrollo ha creado e impulsado innovaciones en los conceptos y estrategias de acción regionales en el tema de alimentación escolar.

Desde 2009, la ABC y el Fondo Nacional de Desarrollo Educativo (FNDE), junto con la FAO, en el marco de la Cooperación Trilateral Sur-Sur, vienen estableciendo relaciones de intercambio de experiencias con países de América Latina y el Caribe para promover importantes movimientos y avances en la Educación y programas de alimentación escolar, especialmente en el sentido de reconocerlos como acciones de protección social y garantías del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada como uno de los componentes claves del desarrollo sostenible a largo plazo.


Las acciones iniciadas en 2009, en el marco del Proyecto GCP/RLA/180/BRA, Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar en el marco de la iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025, operó especialmente en 13 países (Costa Rica, El Salvador, Guatemala , Honduras, Paraguay, Perú, República Dominicana, Belice, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas) culminó con la firma del proyecto “Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe” – GCP/RLA/223/BRA, en 2017.


Este proyecto viene operando de diferentes formas en la región, con el objetivo de consolidar y fortalecer los Programas de Alimentación Escolar. En 2018, el gobierno brasileño decidió crear e implementar la Red de Alimentación Escolar Sostenible - RAES, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) - a través de la Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe. El mencionado proyecto concluye su plazo de vigencia en el mes de noviembre de 2023.
Considerando los avances en el tema de alimentación escolar en la región de América Latina y el Caribe, el Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO reconoce la necesidad de difundir los logros alcanzados y de seguir atendiendo a la demanda de los países apoyando la consolidación de una agenda regional de alimentación escolar en a través de la ampliación de acciones y expansión territorial de la RAES a otros países de la región.


Por los resultados alcanzados, el gobierno de Brasil decidió dar seguimiento a las acciones de cooperación técnica internacional en ALC, buscando lograr más avances en el tema, no solamente en la estructura de los programas que garantizan la oferta de alimentos en la escuela, sino que también en estimular el dialogo respeto a la construcción de políticas nacionales de alimentación, que consoliden los esfuerzos de los gobiernos en mantener esta acción, de forma sostenible, como parte de las responsabilidades de los Estados.