Alianzas para lograr los ODS: la Directora General Adjunta Beth Bechdol explica el motivo por el cual es necesario colaborar con el sector privado para crear el mundo que queremos


02/02/2021 - 

Los Miembros de la FAO aprobaron la nueva Estrategia para la colaboración con el sector privado (2021-25) durante el último período de sesiones del Consejo, en diciembre de 2020. En la Estrategia queda patente la novedosa visión de futuro de la Organización para el fortalecimiento de la colaboración con el sector privado en aras de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En calidad de miembro principal del equipo directivo superior que ha encabezado las consultas y negociaciones sobre la nueva Estrategia, la Directora General Adjunta de la FAO, Sra. Beth Bechdol, aclara por qué resulta tan importante colaborar con el sector privado para el logro de los ODS.

 

2020 marcó el inicio de un Decenio de acción —un llamamiento para acelerar los avances hacia la consecución de los ODS para la fecha límite de 2030—. Desde el punto de vista asociativo, ¿que necesitamos para cumplir la Agenda 2030?

Los 17 ODS solo pueden alcanzarse si todos colaboramos en los distintos sectores. Las asociaciones estratégicas son fundamentales para promover las soluciones innovadoras y generar cambios transformadores, y hemos de alentar las colaboraciones que complementen las fortalezas mutuas.

La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) no ha hecho sino poner de relieve la importancia de asociarse y la necesidad de aunar nuestros conocimientos, innovaciones y recursos para responder a los desafíos que enfrentamos como comunidad mundial. A lo largo del próximo decenio, habremos de adoptar un enfoque para las asociaciones innovador, dirigido y controlado por los países, que orientará nuestra colaboración con los principales actores de la alimentación y la agricultura.

Con objeto de cumplir nuestros compromisos para 2030, tendremos que ser más ágiles, proactivos y estratégicos a fin de asociarnos con todos los actores que contribuyen a nuestros sistemas alimentarios, como los agricultores familiares, la sociedad civil, los pueblos indígenas, el mundo académico, las organizaciones filantrópicas y, en particular, el sector privado.

¿Por qué el sector privado es un asociado tan importante para el logro de los ODS?

El sector privado es esencial para cualquier economía y sociedad y en ningún ámbito es su repercusión tan evidente como en los sistemas agroalimentarios mundiales. La alimentación y la agricultura ocupan un lugar central en la Agenda 2030. Ambos sectores nos ayudan a responder a algunos de los mayores desafíos del mundo que van desde proporcionar alimentos asequibles, accesibles y nutritivos a una población en aumento hasta afrontar los efectos del cambio climático, conservar nuestros recursos naturales y combatir las amenazas emergentes que suponen las plagas y las enfermedades.

El sector privado es asimismo un asociado estratégico para el desarrollo. Está a la vanguardia de numerosos métodos de innovación y cumple un papel único en el comercio, las finanzas y la inversión. Una colaboración más estrecha con este sector implica poder aunar conocimientos en busca de soluciones que permitan incrementar la resiliencia, sostenibilidad e inclusividad de nuestros sistemas alimentarios, lo que nos acercaría al logro de los ODS.

¿En qué esferas de la labor de la FAO percibe que las asociaciones con el sector privado han tenido una mayor repercusión?

El sector privado puede desempeñar un papel decisivo para ayudar a subsanar las principales deficiencias en materia de financiación que impiden la consecución de los ODS. En particular, el desarrollo agrícola y el desarrollo rural no agrícola requerirán mayores niveles de inversión de dicho sector. Para la FAO, esto implica no hacer tanto énfasis en la recaudación, sino en la dotación de fondos. Nuestra finalidad consistirá en movilizar y combinar diferentes fuentes de financiación de diversos inversores y estructurarlas de modo que puedan aportar los recursos que se precisan para ayudar con las necesidades y prioridades nacionales.

El acceso a los datos y la tecnología es otra esfera en la que el sector privado puede realizar una importante contribución a nuestra tarea. Durante el último año, hemos sido testigos justamente de cuán crucial es el acceso a los datos para ayudar a los Miembros a preservar los alimentos, la agricultura y los medios de vida de las amenazas emergentes, ya sea en forma de plagas transfronterizas, como la del gusano cogollero del maíz o la langosta del desierto, o de consecuencias económicas de la pandemia mundial. En esta era digital tiene un valor inconmensurable poder acceder a los datos del sector privado sobre producción, comercio, mercados y otros ámbitos de la cadena de valor. La colaboración con el sector privado en esta esfera nos brindará la oportunidad de generar incluso más conocimientos, datos e información sobre los mercados y mejores prácticas en tiempo real.

Desde su llegada a la FAO, ha liderado el intenso proceso de consultas y negociaciones para formular una nueva estrategia de colaboración con el sector privado. ¿Por qué es importante contar ahora con una nueva estrategia?

Tradicionalmente, la FAO ha colaborado con el sector privado en algún que otro aspecto clave, mediante diálogos sobre políticas, la promoción y la comunicación, el desarrollo de las capacidades, la movilización de recursos, la cooperación técnica y contribuciones a los conocimientos y la capacidad de investigación de la Organización. Las colaboraciones de este tipo siguen revistiendo importancia. Nos permiten incorporar la pericia del sector privado en las distintas esferas de nuestro trabajo y alentar a las industrias a que adopten normas y estándares, como el Código Internacional de conducta para el uso y manejo de fertilizantes que constituye un referente para el establecimiento de normas industriales.

Sin embargo, en el futuro, queremos ampliar nuestra colaboración con el sector privado de una forma que pensamos incrementará la repercusión de nuestra labor, basada en el fomento de la innovación, la promoción del intercambio y la difusión de datos, el aumento de las inversiones acordes con los ODS en los sectores alimentario y agrícola y la intensificación de los esfuerzos colectivos de múltiples partes interesadas para ofrecer soluciones innovadoras dirigidas y controladas por los países.

La nueva Estrategia es fruto de un proceso inclusivo de consultas, basado en las necesidades manifestadas por los Miembros de la FAO y en las recomendaciones y opiniones recibidas de los representantes del sector privado y el personal de la Organización. El pasado año organizamos una amplia serie de consultas virtuales, cuyos participantes provenían de más de 75 entidades del sector privado, durante las cuales discutimos sobre las mejores prácticas y la experiencia adquirida, así como sobre los desafíos y la manera de mejorar futuras colaboraciones.

La nueva Estrategia de la FAO para la colaboración con el sector privado, aprobada por nuestros 194 Estados Miembros, sienta las bases para las colaboraciones que pueden conllevar cambios transformadores e innovación, así como unas repercusiones y beneficios cuantificables y sostenibles. Estas actividades de colaboración pueden realizarse utilizando diferentes modalidades, entre ellas las asociaciones, a medida que diversificamos el modo de colaborar con el sector privado.

Cuándo hablamos del sector privado, solemos pensar en grandes multinacionales. ¿Es el sector con el que nos proponemos colaborar?

El panorama del sector privado es muy diverso —desde luego que las grandes corporaciones y las instituciones financieras cumplen un papel, pero igualmente ocurre con las empresas emergentes y los emprendedores, las asociaciones industriales y comerciales y las fundaciones filantrópicas—. Las asociaciones de la FAO deben reflejar esta misma diversidad y tener también en cuenta el valor estratégico desde el punto de vista sectorial y geográfico (local, nacional y regional).

Buscamos especialmente una mayor colaboración con las microempresas y pequeñas y medianas empresas locales y nacionales. De hecho, uno de nuestros acuerdos de asociación más recientes se firmó con Paradise Foods Ltd., una empresa privada local de Papua Nueva Guinea. Esta colaboración permitirá que los pequeños productores de cacao se beneficien de la experiencia del sector privado para mejorar la calidad de sus productos y acceder a mercados más exigentes y rentables, lo que les generará ingresos mejores y más estables.

En la nueva Estrategia se reconoce asimismo que los agricultores —incluidos los pequeños productores y los agricultores familiares— y las organizaciones de agricultores son una parte importante, no solo como entidades del sector privado y agentes de cambio, sino también como beneficiarios de la colaboración con ese sector.

No existe un enfoque único para asociarse. Las colaboraciones y, en definitiva, las soluciones deben adaptarse a las distintas necesidades, los diferentes contextos y entornos y los distintos resultados previstos. Con estas asociaciones pretendemos no solo ayudar a nuestros Miembros a erradicar el hambre y la pobreza, sino también a cumplir nuestra aspiración de no dejar a nadie atrás mediante la transformación de los sistemas alimentarios a fin de garantizar una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores. Al fin y al cabo, se trata de buscar asociaciones armonizadas con los ODS que tengan una verdadera repercusión sobre el terreno.

Al recabar la colaboración del sector privado, ¿ve la FAO peligrar su neutralidad o imparcialidad?

El aumento de la colaboración con el sector privado sin duda implicará cierto riesgo, pero es un riesgo que puede gestionarse. Ese es el enfoque que debemos adoptar si queremos comenzar a dialogar y fomentar la confianza y las colaboraciones orientadas a los resultados con el sector privado.

La FAO se ha comprometido plenamente a salvaguardar su neutralidad e imparcialidad, especialmente en lo que respecta a su labor de elaboración y fijación de normas. La Organización debe proteger su reputación e integridad de influencias indebidas, reales o percibidas, motivo por el cual nuestra colaboración con el sector privado se rige por principios claros que nos ayuden a gestionar eficazmente los riesgos y a velar por que se cuente con las garantías adecuadas para asegurar la plena independencia de los procesos de toma de decisiones de la FAO.

Una parte fundamental de la nueva Estrategia es una guía exhaustiva para el personal de la Organización sobre la colaboración con el sector privado, que nos ayudará a seguir reduciendo al mínimo los riesgos facultando a nuestro personal para colaborar con este sector sin contravenir nuestros valores de las Naciones Unidas.

Por último, ¿por qué el sector privado debería asociarse con nosotros? ¿Qué ofrece la FAO?

En cuanto líder mundial en los ámbitos de la alimentación y la agricultura y defensora de la innovación en los sistemas agroalimentarios, la FAO puede conectar a sus Miembros con las entidades del sector privado pertinentes en torno a prioridades e inversiones comunes relacionadas con la alimentación y la agricultura, lo que ayuda a brindar a las personas a lo largo de toda la cadena de valor oportunidades como la capacitación, el desarrollo de las capacidades y el acceso a financiación, tecnología y soluciones para infraestructuras.

Asimismo, tenemos entendido que el sector privado valora a la FAO por ser un intermediario honesto para las alianzas multidisciplinarias. Como promotores del conocimiento independientes, objetivos y neutrales, ayudamos a establecer conexiones —no solo entre los gobiernos y el sector privado, sino también con el sector financiero, las cooperativas y el mundo académico—. Por ejemplo, en Ghana, hemos reunido a funcionarios gubernamentales, financieros privados y otras partes interesadas de los sistemas agroalimentarios con el fin de sopesar opciones para el diseño y la integración de instrumentos innovadores de financiación y gestión de riesgos, por ejemplo, los seguros de cosechas, como parte de los planes de inversión agrícola del país.

Por último, y más importante, la FAO prevé normas y estándares mundialmente reconocidos que pueden ayudar a las empresas privadas a armonizarse mejor con los ODS, desarrollando su capacidad para planificar y desarrollar actividades en los sectores agroalimentarios y cuantificar y notificar sus efectos.

Si pretendemos lograr los ODS para 2030, no tenemos tiempo que perder; ansiamos colaborar con el sector privado a fin de cumplir cuanto antes nuestras ambiciones comunes de cara a la agricultura, la seguridad alimentaria, la nutrición, el desarrollo rural y la utilización sostenible de los recursos naturales del mañana. ¡Urge una acción conjunta, congruente y decisiva!

Más información: Estrategia de la FAO para la colaboración con el sector privado (2021-25)