Aplicación del artículo 6 del Tratado
La diversidad de los cultivos es uno de los recursos más importantes que existen sobre la faz de la tierra y del cual dependen la seguridad alimentaria, la nutrición y el bienestar de las personas. La comunidad mundial, reconociendo las amenazas que plantean los cambios globales, ha tomado medidas con el fin de garantizar la conservación adecuada y la utilización sostenible de la diversidad genética de los cultivos.
La aplicación de los artículos 5 y 6 es un tema prioritario permanente en el programa del Órgano Rector del Tratado Internacional, cuyo objetivo es promover un enfoque integrado para la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (RFAA) entre las Partes Contratantes.
En los artículos 5 y 6 del Tratado Internacional se ofrece orientación a los países sobre las medidas y actividades que deberán emprenderse para fomentar la conservación y la utilización sostenible de los RFAA. Un componente importante del artículo 5 (Conservación, prospección, recolección, caracterización, evaluación y documentación de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura) es la caracterización y evaluación de los cultivos y de los rasgos que pudieran resultar útiles y que serían necesarios para obtener nuevas variedades de cultivos. En el artículo 5 también se destaca la importancia de adoptar un enfoque complementario entre la conservación in situ y ex situ. El artículo 6 (Utilización sostenible de los recursos fitogenéticos), se centra especialmente en la importancia de mantener diversos sistemas agrícolas y en aplicar métodos participativos al fitomejoramiento. Asimismo, fomenta la gestión de la diversidad de los cultivos en las fincas, a fin de reducir la erosión genética y aumentar la producción alimentaria de forma sostenible. En este artículo se propone una serie de medidas para promover la utilización sostenible de los RFAA y se insta a las Partes Contratantes a elaborar y mantener medidas normativas y jurídicas apropiadas para este fin.
Pertinencia del Tratado para la utilización sostenible
Pertinencia del Tratado para la utilización sostenible
Los recursos fitogenéticos desempeñan una función importante a la hora de hacer frente a los desafíos de la seguridad alimentaria local, regional y mundial, ya que nos permiten optimizar los cultivos según nuestras necesidades.
Las cosechas de semilla son, por tanto, esenciales para el desarrollo de nuevas variedades vegetales y constituyen un componente integral de los esfuerzos por:
- satisfacer las necesidades humanas relativas a la seguridad alimentaria, sanitaria y económica;
- reducir la presión agrícola (insumos químicos, labranza, etc.) sobre el medio ambiente;
- adaptarse a los cambios en el clima (sequía, salinidad) y a las plagas y enfermedades en constante evolución.
La diversidad de especies, variedades y prácticas de cultivo ha permitido a la agricultura resistir al cambio climático moderado durante los últimos 10 000 años. Aunque los agricultores siempre han adaptado sus sistemas de cultivo a las condiciones climáticas y ambientales adversas, la rapidez y complejidad del cambio climático suponen un problema de mayor magnitud. La adaptación de las variedades de cultivos a las condiciones ecológicas locales puede reducir el riesgo derivado del cambio climático, pero hay una urgente necesidad de germoplasma adaptado, lo que exige la caracterización, evaluación y disponibilidad de materiales.
Efectos del cambio climático en la diversidad de cultivos
Efectos del cambio climático en la diversidad de cultivos
El cambio climático está creando una demanda nueva y mayor de recursos fitogenéticos. Los programas de mejoramiento nacionales e internacionales relativos a varios cultivos ya persiguen nuevas variedades adaptadas a las sobrecargas climáticas incipientes y futuras. Es probable que estos esfuerzos por producir rasgos necesarios para los desafíos tanto actuales como futuros incrementen la demanda general de recursos fitogenéticos diversos. Aunque la demanda de estos recursos sea mundial, su distribución natural se limita a los centros de origen y diversidad de los cultivos, a menudo subregiones concretas de los distintos continentes.
La situación actual y las condiciones cambiantes acentúan la necesidad de conservar los recursos disponibles y su diversidad a fin de evitar una pérdida irreparable. Con ese fin, es importante que la conservación in situ y en fincas se lleve a cabo siguiendo estrategias de desarrollo agrícola.
El Tratado Internacional promueve firmemente la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos, dos de sus principales objetivos. La firma y posterior ratificación del Tratado Internacional por 150 países significa que la mayoría de los gobiernos reconoce la importancia de los recursos fitogenéticos, incluidas las amenazas que pesan sobre la continuidad de la existencia y disponibilidad de estos recursos, y la necesidad de elaborar políticas específicas para conservarlos y promover una mayor utilización de esos recursos. Los recursos fitogenéticos ocupan un lugar firme en la agenda internacional y han despertado la atención de los encargados de la formulación de políticas, los políticos y una amplia variedad de partes interesadas.