El Mecanismo para la Restauración de Bosques y Paisajes

Madagascar

A pesar del rico patrimonio natural que alberga Madagascar, es uno de los países más pobres del mundo, y el 92 % de las familias malgaches viven bajo el umbral de la pobreza. Madagascar es muy vulnerable a los riesgos naturales y a los efectos nocivos del cambio climático debido a su alto riesgo de exposición a amenazas externas, a la gran vulnerabilidad de su infraestructura y a su escasa capacidad de reacción y de adaptación. Los constantes ciclones y sequías, junto con la destrucción de los recursos naturales y la deforestación, dificultan la correcta gestión de los recursos hídricos. Como consecuencia, disminuye la producción agrícola y ganadera, lo que repercute negativamente en la calidad de la nutrición y en la salud de las comunidades. 

Además, el cambio climático está agravando las seguías, por lo que cada vez más comunidades locales están pasando de subsistir gracias a la agricultura a depender de la pesca, aumentando así la presión sobre los recursos costeros. Las sequías, cada vez más frecuentes, y las consecuentes migraciones están ocasionando conflictos sociales por el uso de los recursos de la tierra. A pesar de las reformas en las políticas de gestión de los recursos forestales que se llevan haciendo desde los años noventa, el ritmo de la deforestación y la degradación de los bosques no parece ralentizarse. 

La presión que ejerce la expansión agrícola sobre los bosques malgaches es cada vez mayor, ya que las comunidades, cada vez más numerosas, intentan aumentar la producción de alimentos en un clima cada vez más imprevisible. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en torno a un tercio de los recursos naturales de la isla están degradados, principalmente debido a la erosión. Además de empobrecer los suelos, la erosión también tiene consecuencias negativas sobre los ecosistemas y la biodiversidad terrestres, y cuando el suelo erosionado termina en ríos y lagos, afecta a la viabilidad de los ecosistemas acuáticos. 

El objetivo del proyecto es mejorar los servicios ecosistémicos, la intensificación sustentable y la conservación de la biodiversidad en los bosques y paisajes degradados del sur de Madagascar mediante la implementación de la restauración de bosques y paisajes (RBP) a gran escala.

RESULTADOS ESPERADOS

El proyecto está financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y se articula en torno a cuatro componentes: 

  1. preparación de un entorno propicio para la RBP e integración de la biodiversidad; 
  2. implementación a gran escala de las prioridades de la RBP recogidas en los planes de gestión integrada del paisaje (PGIP) que respondan a las necesidades de las comunidades locales en lo referido a la conservación de la biodiversidad, la intensificación sustentable y los medios de vida sustentables; 
  3. aumento de las inversiones para la mejora de la RBP, la conservación de la biodiversidad y la diversificación de los medios de vida; y 
  4. monitoreo, evaluación y gestión de los conocimientos de los proyectos.

IMPACTO

El proyecto obtendrá los resultados siguientes:

  • Redacción y aprobación de planes de RBP por parte de todos los actores involucrados para la restauración de 58 740 ha de paisajes. 
  • Elaboración de una hoja de ruta para integrar las prioridades de la RBP (restauración de servicios ecosistémicos, intensificación sustentable, conservación de la seguridad alimentaria y económica y de la biodiversidad) en los planes, contratos y reglamentos descentralizados de gestión comunitaria de los recursos naturales, y adopción a nivel nacional y de paisaje. 
  • Mejora de los conocimientos y las capacidades de divulgación de los proveedores de servicios descentralizados (administración pública, ONG, sector privado) sobre la organización de la gestión comunitaria de los recursos naturales para la planificación y la implementación de la RBP. 
  • Restauración de un total de 1 000 ha de tierras agrícolas degradadas, de 500 ha de terrenos forestales degradados y de 600 ha de manglares degradados. 
  • Mejora de la capacidad de las organizaciones productoras (y de al menos 500 de sus miembros, de los cuales un 50 % serán mujeres) de desarrollar y poner en marcha negocios basados en la naturaleza para reforzar las cadenas de valor existentes, mediante incubadoras y aceleradoras de empresas. 
  • Mejora de al menos cinco cadenas de valor agrícolas y forestales verdes a través de inversiones en modelos de producción diversificada de buena calidad y de marketing para la industria agrícola. 
  • Establecimiento de plataformas de cadenas de valor en las regiones escogidas para facilitar las asociaciones público-privadas y atraer inversiones privadas para el comercio sustentable de productos socialmente responsables y económicamente viables. 
  • Identificación e implementación de oportunidades para integrar la RBP en los fondos públicos y privados existentes. 
  • Concienciación de al menos 132 000 personas mediante una comunicación efectiva para el desarrollo y la divulgación de conocimientos.