FAO en Paraguay

Historias de éxito en FAO Paraguay

Recorre cada día en una carreta casi 4 kilómetros para llegar a su finca. Hasta hace poco tiempo, tenía que llevar consigo bidones y baldes con agua para su uso y para dar de beber a los dos bueyes que se encargan de mover su medio de transporte. La falta de agua es uno de los problemas de César Arrúa, agricultor de 46 años de la localidad San Juan Nepomuceno, del departamento de Caazapá.

En una comunidad Ava Guaraní se cultiva yerba mate para consumo, generar ingresos económicos, mitigar los impactos del cambio climático, y, sobre todo, para mantener la cultura ancestral. Ese esfuerzo, ahora cuenta con el apoyo del proyecto PROEZA Paraguay, una iniciativa con el financiamiento del Fondo Verde del Clima que se implementa con la asistencia técnica de la FAO.

Doña Porfiria resalta la importancia de contar con agua de manera permanente. Asistencia del MAG y FAO por sequía en los departamentos San Pedro y Caazapá. La provisión de agua en épocas de sequía era una de sus preocupaciones para mantener su huerta familiar, que está a unos metros de su vivienda, donde también se encuentran corrales de aves y cerdos.

Los dos botes que Walberto Valdez (37) usa todos los días para adentrarse a las caudalosas aguas en busca de buena pesca, están a orillas del caudaloso río Paraguay, en la ciudad de Villeta. Él, como otros cientos de pescadores de la zona, sale todos los días con la esperanza de conseguir la cantidad necesaria de pescados que le permita una buena venta del producto para mantener adecuadamente a su familia

“Cuando no llueve, tenemos problemas. Para nosotros, el agua es fundamental, porque si no tenemos no podemos producir nada en nuestra huerta”, dice preocupada doña Sara Recalde, agricultora de la zona de Arroyo Porâ, departamento de Caazapá.

El primer objetivo de las familias agricultoras es asegurar la alimentación de sus integrantes. Y para ello, deben mantener una producción estable, principalmente de aquellos productos que puedan cultivar en sus fincas para consumo. A partir de este desafío, el uso, cuidado y protección de las semillas tradicionales se convierte en un eje principal. Así, entonces, se necesitan guardianas y guardianes de semillas, para mejorarlas y asegurar que perduren.

En Paraguay, la FAO y el Ministerio de Agricultura y Ganadería están formando “Guardianes de semillas”. Iniciativa en el marco del proyecto “Rehabilitación de los medios de vida de familias campesinas afectadas por sequía.

La artesana paraguaya María del Carmen (38) cree en el empoderamiento de las mujeres rurales por medio de la producción y la comercialización del algodón, además de generar una importante fuente de trabajo e ingreso a las familias que se dedican a la agricultura primaria o de pequeña escala.

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