En el Perú, existen un total de los 2 millones 230 mil unidades agropecuarias (UA), según el Estrategia Nacional de Agricultura Familiar de 2015-2021 (MINAGRI 2015) de los cuales los agricultores familiares representan más del 80% del total de las UA y en algunos departamentos, esta tasa asciende casi al 100%. Asimismo, laboran más de 3 millones (83%) de los 3.8 millones de trabajadores agrícolas. Incluso, en seis departamentos del país, los trabajadores agrícolas representan más del 50% del total departamental, y en otros siete supera el 30%. Por ello, la Agricultura Familiar (AF) es de vital importancia para el desarrollo nacional. En el Perú, el sector agrario genera el 30% del empleo nacional y representa más del 20% del PIB de algunas regiones.

Los agricultores familiares están formados por los pequeños productores que viven en situación de extrema pobreza, representando el 90% de las unidades agrarias totales manejando en promedio entre 2 y 3 hectáreas. Los hogares de AF están a la cabeza: 51% en la costa, 92% en la sierra y 83% en la selva. En 2012, el 30% del total de productores son mujeres.

En el Perú, a pesar de que los agricultores familiares constituyen la gran parte de la población considerada pobre y muy vulnerable frente a la inseguridad alimentaria, generan cerca del 80% de los productos alimenticios en el Perú, no solo en cantidad sino sobre todo en calidad, diversidad de alimentos y valor nutricional. La AF provee alimentos de gran diversidad cuyo valor nutritivo muchas veces supera las variedades de la agricultura industrial. Sin embargo, por causa de dieta monótona, 51.7% de los niños rurales menores de tres años sufren anemia. Los departamentos con mayores tasas de desnutrición crónica poseen altos niveles de autoconsumo. Los que destinan un pequeña parte de sus tierras para autoconsumo y el resto al comercio que presenta más diversidad en la dieta.

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