Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

El Tratado Internacional apoya a los agricultores de Guatemala con buenas Prácticas sobre semillas

30/03/2015

Más de 150 agricultores y sus familias han recibido apoyo directo del Fondo de distribución de beneficios del Tratado Internacional para la adopción de buenas prácticas para el uso, la gestión y la conservación de variedades de maíz y frijol a través del establecimiento de una red de bancos comunitarios de semillas.

El proyecto, que ha beneficiado a aproximadamente 1.340 familias en cinco comunidades, ha trabajado con pequeños agricultores dedicados a prácticas agrícolas de secano en la adopción de nuevas estrategias de adaptación y mitigación para salvaguardar sus semillas locales y sus medios de vida.

El proyecto, que comenzó con el establecimiento de una red local para evaluar las prácticas de almacenamiento, ha consistido en el fortalecimiento de las asociaciones locales de agricultores y agricultoras, en la mejora de disponibilidad de semillas y de las prácticas de siembra, así como el intercambio de información y el análisis de la percepción de los efectos negativos del cambio climático.

El proyecto, apoyado con fondos del Fondo de distribución de beneficios del Tratado Internacional y ejecutado por la Universidad del Valle de Guatemala, se ha centrado en la documentación y conservación de la diversidad genética de maíz y el frijol. También ha proporcionado capacitación, fortalecimiento de capacidad y ha facilitado el trabajo en red. Además, este proyecto ha contribuido con insumos para la elaboración del Plan de acción estratégico para fortalecer la conservación y el uso de los recursos fitogenéticos mesoamericanos, también financiado por el Tratado Internacional.

Índice de conservación in situ

Uno de los principales resultados del proyecto ha sido la creación de cinco bancos de semillas comunitarios (Chiquimula, Zacapa, Alta Verapaz, Sololá) y la creación de un índice para las variedades conservadas in situ presentes en los campos de los agricultores. Con el apoyo del banco de semillas y con la colaboración de socios como el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (ICTA) de Guatemala, los agricultores locales han identificado y caracterizado 44 variedades de maíz y frijol. Estas variedades también han sido analizadas y estudiadas por los científicos y mejoradores que han ayudado a identificar rasgos útiles y nativos.

El proyecto también ha elaborado un manual para el manejo de los bancos de semillas comunitarios. La sostenibilidad de los bancos de semillas ha sido reforzada mediante el establecimiento de alianzas clave con varias instituciones locales y nacionales.

Los socios están finalizando la publicación de una gran cantidad de datos recopilados, incluyendo fotografías de las variedades y anotaciones hechas por los agricultores e investigadores en relación a sus rasgos útiles para la adaptación y sobre su manejo local, que se pondrán a disposición a través del Sistema Mundial de Información de la Tratado Internacional.

De las 44 variedades evaluadas, ocho de maíz amarillo, rojo y negro y seis de frijoles pronto serán incluidas en el Sistema multilateral del Tratado.

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