Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura

Difundir los beneficios de la agrobiodiversidad en una región del norte de la India golpeada por la sequía

05/09/2016

Compartir los beneficios de la diversidad biológica agrícola a veces se traduce en reintroducir o introducir nuevas variedades de cultivos en las regiones con una escasa diversidad para ayudar a los agricultores a mejorar la seguridad alimentaria y hacer frente a los efectos del cambio climático.

El Fondo de distribución de beneficios del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos ha proporcionado cerca de 300.000 dólares en asistencia a un proyecto de este tipo para ayudar a los agricultores pobres en la región de Uttar Pradesh, en el norte de la India.

Durante dos años y medio el proyecto "Semillas para la Vida" (Seeds for life, en inglés), implementado por “Humana People to People India” en colaboración con Bioversity International, ha contribuido de manera significativa al desarrollo de la seguridad alimentaria sostenible en una región productora de arroz y trigo y castigada desde hace tiempo por las inestabilidad meteorológica, así como la falta de agrobiodiversidad y de agua para riego.

El proyecto ha trabajado con 200 organizaciones de agricultores y grupos de autoayuda de 50 aldeas en los distritos de Badaun y Unnao, y ha involucrado hasta 2.300 agricultores. Además, 2.000 agricultores han participado en un grupo de trabajo colectivo de trigo y arroz. La población de los distritos está compuesta por pequeños agricultores y agricultores con pocos recursos de comunidades tanto hindúes como musulmanas.

"Los agricultores tenían muchos problemas: la falta de agua, los cambios de temperatura y los efectos negativos de la creciente utilización de productos químicos y fertilizantes", dijo el líder del proyecto Dharmpal Gurjar.

"Las áreas donde hemos trabajado no tenían una gran diversidad de variedades indígenas o de parientes silvestres. Por otra parte, los agricultores no sabían qué más había por ahí y dependían sólo de los distribuidores de semillas locales. Sin ver las diferentes variedades cultivadas en los campos, no habrían apostado por ellas, por lo que el proyecto adoptó un enfoque de aprendizaje de agricultor a agricultor".

La selección inicial de semillas para ensayos de variedades la realizó Bioversity International, muchas de las nuevas semillas procedían de bancos de germoplasma nacionales de la India. El proyecto también facilitó ensayos participativos con variedades de arroz y trigo para seleccionar semillas para la multiplicación y distribución entre los agricultores que fueron capacitados. Ellos las cultivaron en sus fincas para comprobar qué variedades eran más adecuadas en casa caso. Finalmente seleccionaron más de 50 variedades de trigo y arroz.

"Semillas para la Vida" ha establecido siete bancos de semillas para que los agricultores puedan guardar sus semillas como parte de una estratégica encaminada a favorecer la conservación in situ. Los agricultores también fueron capacitados en el sistema de intensificación del arroz, una práctica agro-ecológica que tiene en cuenta las condiciones climáticas para aumentar la productividad del arroz y de otros cultivos, y que introduce cambios en el manejo de las plantas, el suelo, el agua y los nutrientes. Dicha metodología fue tan exitosa que logró involucrar a cincuenta agricultores en el establecimiento de campos modelo con controles.

"Ahora que el proyecto ha terminado, los agricultores siguen aplicando los conocimientos adquiridos en el cultivo y la conservación de semillas. Antes, muchos de ellos no tenían acceso a semillas de calidad y era normal ver variedades diferentes creciendo en el mismo campo", dijo Dharampal.

Humana dice que los resultados han sido impresionantes, con incrementos de rendimientos entre un 15 y un 25 por ciento, con un ahorro de riego del 25 al 30 por ciento, con una reducción del 50 por ciento en la aplicación de fertilizantes químicos, y con un ahorro del 33 por ciento en gasto de semillas. Los agricultores también han aprendido a aplicar la siembra en línea en el cultivo de trigo, que también está dando mejores resultados.

Además de facilitar el acceso de los agricultores a nuevas variedades de trigo y arroz, el proyecto trabajó con más de 1.800 mujeres locales para promover el árbol de moringa, conocido localmente como “Palillo”, que es un cultivo común en el sur de la India, pero menos conocido en el norte. La planta de moringa es resistente a la sequía, crece muy rápido y es altamente nutritiva. Una nueva planta de moringa se puede cultivar utilizando las ramas de una ya existente. La formación también incluyó a expertos en nutrición que enseñaron diversas maneras de incorporar la moringa a las dieta diaria a través de recetas económicas.

"El árbol se ha hecho popular por ser una buena fuente adicional de hojas verdes frescas para cocinar durante 8 o 9 meses al año. Las otras verduras sólo duran unos pocos meses. Los árboles de moringa de verdad contribuyen a mejorar la nutrición ", dijo Anne Marie Moeller, especialista del proyecto de Humana.

El Movimiento GAIA también ha contribuido a financiar el proyecto, y la ciudad de Viena, Austria, ha proporcionado financiación adicional para continuar con las actividades en uno de los lugares de intervención del proyecto. Actualmente se están buscando más fondos para seguir y ampliar el proyecto “Semillas para la Vida”.

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