El Órgano Rector del Tratado Internacional y la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura colaboran de forma activa desde 2006, y ambas entidades han puesto de relieve en repetidas ocasiones la necesidad de colaborar de forma estrecha.

La Comisión y el Tratado Internacional han impulsado habitualmente la cooperación respecto a los sistemas de información, en particular el Sistema mundial de información sobre los RFAA (Sistema mundial de información) del Tratado Internacional y el Sistema mundial de información y alerta rápida sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (WIEWS) de la FAO. También han recalcado la importancia de trabajar juntos en asuntos intersectoriales como el acceso y la distribución de beneficios, las políticas de las Naciones Unidas, las metas e indicadores relacionados con la biodiversidad para la alimentación y la agricultura y cuestiones incipientes como la información digital sobre secuencias.

El Tratado Internacional fue negociado por conducto de la Comisión, que, una vez aprobado el Tratado, ejerció de Comité Interino hasta que se celebró la primera reunión del Órgano Rector (2006). El Tratado Internacional fue el resultado de la revisión del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos, a raíz de la Resolución 7/93 de la Conferencia de la FAO, que solicitó a la Comisión que adaptara el Compromiso Internacional, en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y que estudiara la cuestión del acceso, en condiciones mutuamente acordadas, a los recursos fitogenéticos, y la necesidad de hacer realidad los derechos del agricultor.

En el artículo 14 del Tratado Internacional se reconoce que el Plan de acción mundial, de carácter progresivo, es importante para el Tratado, y que “las Partes Contratantes promoverán su aplicación efectiva, incluso por medio de medidas nacionales y, cuando proceda, mediante la cooperación internacional, a fin de proporcionar un marco coherente, entre otras cosas para el fomento de la capacidad, la transferencia de tecnología y el intercambio de información”, teniendo en cuenta las disposiciones del Sistema multilateral del Tratado Internacional. La Comisión hace un seguimiento y facilita la aplicación del Segundo Plan de acción mundial para los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura. Mediante la vigilancia de la Estrategia de financiación del Tratado Internacional, el Órgano Rector puede supervisar los recursos disponibles para la aplicación del Segundo Plan de acción mundial.

Al mismo tiempo, en el artículo 17.3 del Tratado Internacional se establece que “las Partes Contratantes deberán cooperar con la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura en la realización de una reevaluación periódica del estado de los recursos fitogenéticos mundiales para la alimentación y la agricultura, a fin de facilitar la actualización del Plan de acción mundial progresivo mencionado en el artículo 14”. En el artículo 15.1 d) del Tratado Internacional se hace referencia a “las Normas para los bancos de germoplasma ratificadas por la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO”.

Desde su creación en 1983, la Comisión ha ayudado a coordinar y guiar una serie de iniciativas internacionales esenciales dirigidas a concienciar a la comunidad internacional acerca de la erosión de los recursos fitogenéticos. También ha liderado los esfuerzos concertados en materia de políticas para promover la conservación y la utilización sostenible. Si desea leer una introducción al trabajo de la Comisión en materia de recursos fitogenéticos, puede visitar el sitio web de la Comisión.

El Equipo de Semillas y Recursos Fitogenéticos de la División de Producción y Protección Vegetal (NSP) de la FAO ayuda a los Estados Miembros a elaborar políticas eficaces y a desarrollar las capacidades para un enfoque integrado de la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, incluidos los sistemas de semillas, a fin de aumentar la producción de cultivos y alcanzar la seguridad alimentaria. Para saber más de su labor, puede visitar la página web de la NSP.

La Comisión y el Tratado Internacional contribuyen de maneras diferentes, aunque complementarias, a garantizar la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos.